Ajuste fiscal más fuerte, el dólar y la inflación

Ajuste fiscal más fuerte, el dólar y la inflación

Los funcionarios del organismo, que tuvieron su primer diálogo con Batakis y siguen trabajando con Chodos, creen que si el país no aplica un ajuste fiscal más fuerte, el dólar y la inflación subirán más. “Tienen que sobreactuar la dureza fiscal para frenar la crisis”, aconsejan.
Por Leandro Gabin

La primera semana de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía post renuncia de Martín Guzmán dejó como saldo un abrupto salto del dólar que operan las empresas en torno a los $300 y una masiva remarcación de precio en la economía. Las alarmas no solo sonaron en el Gobierno sino en el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ve con preocupación una crisis mayor en la Argentina con final incierto.

Dólar e inflación

Los funcionarios del organismo, que tuvieron su primer diálogo con Batakis y siguen trabajando con el representante Sergio Chodos, creen que si el país no aplica un ajuste fiscal más fuerte, el dólar y la inflación podrían volar por los aires. «Tienen que sobreactuar la dureza fiscal para frenar la crisis», aconseja el Fondo.

Esa fue la conclusión a la que llegaron en los últimos días, según fuentes en Washington, parte del staff del organismo quienes remarcan que la única oportunidad que tiene el gobierno de Alberto Fernández de controlar la crisis económica y cambiaria es dar una señal de austeridad fiscal muy fuerte. «Si no hacen eso, algo improbable dado el debilitamiento del Frente de Todos y lo que piensan varios miembros de esa coalición, el país tendrá más dificultades», advierten.

En las últimas horas, incluso, la misma Kristalina Georgieva deslizó ese mensaje. En un reportaje con la agencia Reuters, la número uno del Fondo afirmó que «necesitamos tener claro que las acciones dolorosas a veces son necesarias para cosechar los beneficios de estas acciones».

Traducido: que si Batakis no hace el ajuste fiscal (al menos llevar el déficit al 2,5% como estaba comprometido en las metas con el organismo) no habrá solución para la espiralización inflacionaria y cambiaria.

Mantener el sendero fiscal

Por ahora, la flamante ministra se mostró proclive a mantener el sendero fiscal del programa y los lineamientos de Guzmán. «Creo en el equilibrio fiscal», aseguró. Pero se desconoce cuál será su equilibrio dentro de la interna oficial para no chocar con La Cámpora y la misma Cristina que piden más audacia fiscal, incrementar planes sociales y la tan mentada Asignación Universal que recientemente la vocera de Alberto descartó de plano. “Es infinanciable”, remarcan en Casa de Gobierno.

Batakis sabe que puede negociar «en el margen» el cumplimiento de alguna meta pero a grandes rasgos el acuerdo es inmodificable. El director del Hemisferio Occidental del Fondo, Ilan Goldfajn, ya venía avisando en eventos privados que este acuerdo con la Argentina es el de «mínima». El brasileño, que suele hablar con banqueros privados, suele recordar que «lo que se firmó es lo mínimo que se le puede pedir a un país como Argentina”. “Ellos hablan del ajuste fiscal, pero Brasil sin acuerdo con el Fondo hizo cinco veces el ajuste que le pedimos a los argentinos», recordó Goldfjan en charlas privadas.

Ajuste fiscal

El pedido ahora de Georgieva de cumplir a rajatabla el ajuste fiscal y frenar la emisión monetaria es la forma amable del organismo de ir marcándole la cancha a Batakis. Se dice en Washington que el Fondo no quiere ser cómplice de otro fracaso de la economía argentina y piensa que si continúa el desmadre de las variables, hay altas probabilidades de que esto suceda. De hecho, hay sorpresa de que el actual programa no haya servido para que al menos la economía se estabilice.

Pero en el FMI se excusan en que si este acuerdo que no le pide casi nada a Argentina no resulta, es claro que el problema es de implementación (o sea del Gobierno) y no del organismo.

Por lo pronto, el Gobierno argentino cumplió con el pago de vencimiento de capital con el FMI por un importe de 975 millones de DEG (equivalente a US$ 1.285,9 millones). Además, cumplió con los bonistas privados. Transfirió los fondos correspondientes al pago de intereses para los tenedores de bonos Globales (legislación extranjera) por U$S 425,6 millones. El lunes se abonarán los intereses correspondientes a los Bonares que tienen legislación local. Batakis empieza a dar señales.

Se esperan las más importantes: la fiscal y monetaria.

El 5 de julio hubo un nuevo adelanto transitorio desde el BCRA por $55.000 millones. Así, entre junio y julio, la asistencia monetaria al Tesoro para financiar el déficit alcanzó $ 432.000 millones (el 88% de la emisión del acumulado del año) o 0,6% del PIB. “La emisión bajo ese concepto fue de $8,11 millones por minuto desde principios de junio”, estimó GMA Capital.

Fuente: El Economista