A fin de año muchas Pymes serán inviables por las tasas

A fin de año muchas Pymes serán inviables por las tasas

El interés que pagan esas empresas ronda entre 70 y 100%, lo que las deja fuera del crédito; desde CAME piden más acuerdos para estabilizar el dólar

«Para nosotros es peor el remedio que la enfermedad. Es como un agroquímico que mata el yuyo, pero también todo lo demás…», afirma Pedro Cascales, representante de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), al expresar la postura de la entidad sobre los riesgos de mantener altas las tasas de interés para contener el alza del dólar.

Hay en la Argentina 800.000 pymes donde trabajan más de cinco millones de personas y proporcionan el 70% del empleo privado registrado en el país, pero, a través de Cascales manifiestan que están en una situación de ahogo financiero en parte por las altísimas tasas de interés que sufren desde principios de 2018.

«En diciembre de 2017 teníamos tasas del 17% anual a través de líneas de crédito de inversión productiva. Además, las líneas comunes estaban en torno al 25%, pero a través de un subsidio de tasa que otorgaba la Secretaría de Emprendedores y Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme), de 6 puntos, las tasas bajaban al 18%, y con ellas la mayoría de los créditos a las pymes. Pero a partir de 2018 se fueron al 30-35% hasta más del 50% de interés anual», dice Cascales. «Pero no pararon ahí, y hoy las tasas no bajan del 70 al 100% para una pyme, siempre en el mercado formal», agrega.

Para los empresarios, las Leliq, que en este momento tienen una tasa del 74,96% a favor de los bancos, es una referencia para el resto del mercado.

En momentos de zozobra, la estrategia es aumentar tasas. Así lo reconfirmó ayer el presidente del Banco Central, Guido Sandleris: «Nuestras acciones apuntaron a contener el impacto de los flujos financieros sobre la economía real».

«Quiero detallarles las acciones tomadas por el Banco Central la semana pasada. En primer lugar, se intensificó la absorción de pesos, lo que resultó en una suba de la tasa de interés de las Leliq de 11 puntos porcentuales», agregó.

«Estas tasas, sostenidas durante más de un año, son muy difíciles de pagar para una pyme. De acá a fin de año no es sostenible este contexto. Si siguen estas tasas, muchas pymes serán inviables a fin de año. Se necesita un plan de rescate, de emergencia», dice Cascales. «Además, una tasa alta impacta en el costo de lo que se produce y también en el consumidor», agrega.

Propone que se ayude a las pymes a financiar el stock de deuda a una tasa razonable y diferenciada para que puedan seguir operando, sobre todo las micro y pequeñas empresas, que representan el 80% del total de pymes. «De otra manera, se las empuja al concurso de acreedores o al cierre», advierte.

En materia impositiva, dentro de las medidas de alivio anunciadas está el lanzamiento por parte de la AFIP de un plan que da 10 años de plazo a las pymes para ponerse al día y que incluye deudas vencidas hasta el 15 de agosto, con tiempo de inscribirse hasta fin de octubre.

¿Bajar las tasas?

Aquello por lo cual claman las pymes, la baja de tasas, es según Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, imposible en este contexto de fragilidad económica. «Bajar las tasas hoy significa una disparada del dólar, a menos que se tomen otras medidas que impidan la presión del peso sobre el dólar, pero se necesita un panorama con menos incertidumbre», propone.

En esta misma línea está Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, que agrega: «Entiendo que una economía con estas tasas no puede operar normalmente y esto afecta a las pequeñas empresas, que no cuentan con el nivel de financiamiento de las grandes. La solución no es bajar las tasas ya. Hay que resolver el verdadero problema».

¿Cómo? «A través de una clase política que entienda que no se puede jugar con la idea de que en cualquier momento se viene el default o que va a negociar con cada uno y ver si paga o no. Se trata de entender que los compromisos se hacen para cumplirlos y que para ello se pueden usar los mecanismos que el FMI ya tiene, por ejemplo, plazos mayores. Eso es muy diferente a decir ‘voy a ver a quién le pago'». Para Bour, «esto es lo que hay que pedirles a los políticos para que se genere confianza. Tiene que haber acuerdos públicos. Es un momento para pedirle al olmo peras», finaliza.

LA NACIÓN