Tsunami electoral en Latinoamérica

El 80% de Latinoamérica habrá cambiado de gobierno en dos años. Costa Rica, Paraguay, Colombia, México, Brasil y Venezuela elegirán presidente en 2018.
 

Entre finales de 2017 y 2019 habrá en América Latina un intenso ciclo electoral, considerando solo las elecciones presidenciales. A fines de 2017 votaron Chile y Honduras. En 2018 Costa Rica, Paraguay, Colombia, México, Brasil y Venezuela elegirán presidentes, sin olvidar el relevo de Raúl Castro al frente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba. En 2019 habrá elecciones en El Salvador, Panamá, Guatemala, Argentina, Uruguay y Bolivia. Así, en poco más de dos años, 14 de los 18 países de la región habrán renovado sus gobiernos. Este ciclo electoral permitirá confirmar si estamos ante un giro a la derecha (o al centro derecha), o si solo ha comenzado una coyuntura distinta a la anterior. Con independencia de los resultados, América Latina hoy es muy distinta a la de años atrás y ya no funcionan ni los hegemonismos ni las unanimidades bolivarianas.

Problemas comunes

Según el Latinobarómetro, la región presenta problemas comunes: la corrupción, la seguridad ciudadana, la crisis de los partidos políticos, la pérdida de confianza en instituciones (Parlamento, Justicia) y un menor apoyo a la democracia. La percepción de la corrupción se ha agravado con el escándalo Odebrecht y otro tema que afectará a las campañas son las reformas a implementar para relanzar el crecimiento económico y no perder el tren de la revolución digital.

El desprestigio de los políticos y los partidos ha tenido un efecto no deseado en la proliferación de candidaturas apartidarias, independientes y de outsiders, acompañadas de un discurso antipolítico, anticorrupción, y con respuestas contundentes contra el crimen. Sus mensajes simples, generalmente de la mano de iglesias evangélicas, suelen acompañarse con la defensa de valores morales (rechazo del aborto, del divorcio, del matrimonio homosexual). Consecuencia de esta inflación de partidos es la elección de parlamentos fragmentados y sin mayorías claras, con gobiernos que carecen de apoyos parlamentarios y deben negociar caso a caso la aprobación de sus proyectos.

Algunos países (Paraguay, México y Venezuela) eligen en una sola vuelta, mientras otros (Costa Rica, Colombia, Brasil) contemplan una segunda si ningún candidato obtiene los mínimos requeridos. En estos tres casos, salvo sorpresa, habrá balotaje. En Venezuela es probable que se reelija al presidente Nicolás Maduro. En Colombia, México y Paraguay, la reelección está prohibida. En Costa Rica ningún expresidente aspira a ser reelecto. En Brasil es difícil que Michel Temer lo sea, mientras la candidatura de Lula da Silva depende de la justicia.

Costa Rica

En Costa Rica no existe la reelección consecutiva, solo puede ser alterna, aunque en esta ocasión ningún ex presidente intentará volver al poder. La primera vuelta será el 4 de febrero, con 13 candidatos. Si, como se espera, ninguno alcanza el 40 por ciento, los dos más votados disputarán la segunda ronda el 1 de abril. Las últimas encuestas muestran una lucha pareja entre tres candidatos: Antonio Álvarez Desanti, del Partido Liberación Nacional (PLN), Juan Diego Castro, del Partido Integración Nacional (PIN) y Rodolfo Piza del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), todos en una horquilla del 12 al 18 por ciento. Mientras Castro ha crecido en las últimas semanas, Álvarez Desanti ha visto mermados sus apoyos.

Los numerosos indecisos reflejan el descontento contra los políticos y los partidos. Si PLN y PUSC son sinónimos de la política tradicional, Castro, vinculado a un pequeño partido, y populista, aunque no bolivariano, ha logrado posicionarse en cabeza con un discurso anti-político y anticorrupción. El ex ministro Carlos Alvarado, candidato del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), apenas tiene un respaldo del 5 por ciento. El PAC fue perjudicado por la baja valoración de la gestión de Luis Guillermo Solís y el estallido de un escándalo de corrupción que lo afecta. El desenlace de la segunda vuelta dependerá de la identidad de los dos candidatos más votados, de las alianzas que puedan alcanzar los distintos partidos y de la influencia sobre la población del discurso populista. Independientemente del ganador, el nuevo presidente gobernará en minoría y con un Congreso fraccionado.

Paraguay

Paraguay votará en una sola vuelta el 22 de abril entre dos candidaturas: el oficialismo (Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado) y la alianza opositora entre el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el izquierdista Frente Guasú. Los colorados estarán encabezados por Mario Abdo Benítez y el PLRA por Efraín Alegre. En Paraguay está prohibida la reelección. Su introducción, apoyada por el presidente Horacio Cartes y el ex presidente Fernando Lugo, fue rechazada por la movilización popular. El Partido Colorado, fundado en 1887, es la agrupación política hegemónica y el centro de la vida política nacional. Más del 50 por ciento del padrón está afiliado a sus filas, lo que da buena cuenta de su entramado clientelar.

La clave de una nueva victoria colorada radica en la recomposición de la unidad de las distintas corrientes partidarias. En caso contrario, aumentarán las opciones de la oposición.

Colombia

La primera vuelta de las elecciones presidenciales, sin reelección posible, será el 27 de mayo. Ante la fragmentación del voto la segunda vuelta será el 17 de junio. Si bien el número de candidaturas se ha reducido sensiblemente, éstas todavía no se han terminado de conformar. A comienzos de 2018 se están fraguando las grandes alianzas electorales, aunque algunos movimientos solo se producirán después de la primera vuelta. De ahí que sea clave para la victoria la recomposición de los grandes bloques.

Entre las opciones más sólidas hay una coalición de derecha, apoyada por los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, con Iván Duque, del Centro Democrático, uribista, y la conservadora Marta Lucía Ramírez como precandidatos. El ex vicepresidente Germán Vargas Lleras también tiene aspiraciones, aunque de momento compite por su cuenta. En el centro está Humberto de La Calle, candidato del Partido Liberal, y en el centro izquierda Sergio Fajardo, ex gobernador de Antioquia, aliado al Polo Democrático Alternativo. A la izquierda, Gustavo Petro, por un lado, y Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko, representando a la FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), heredera de la guerrilla del mismo nombre. El apoyo popular de Timochenko es escaso y su rechazo mucho mayor, de ahí que sus opciones sean mínimas. Uno de los temas que más divide a los colombianos es el proceso de paz con las FARC, apoyado por el presidente Santos. El futuro de la paz y la economía serán claves en las próximas elecciones.

México

Las elecciones son a una sola vuelta y tendrán lugar el 1 de julio. Despejada la incógnita de las principales candidaturas, queda saber cuántos candidatos independientes habrá. Esta novedad política, de momento, lleva los nombres de Margarita Zavala, tras su salida del PAN (Partido Acción Nacional), y del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco.

Hasta ahora, ninguno de los 48 precandidatos independientes consiguió reunir las firmas necesarias para poder presentarse. La gran incógnita es si triunfará Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de la alianza de izquierda Juntos haremos historia o si la continuidad primará en el próximo gobierno. Ésta puede llegar con José Antonio Meade, del PRI, o con Ricardo Anaya, ex presidente del PAN y candidato de Por México al Frente (coalición del PAN, el PRD y el Movimiento Ciudadano).

Las elecciones van a estar marcadas por la corrupción y la lucha contra el narcotráfico y por la relación con Estados Unidos, respecto a la construcción del muro y las negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). De momento, AMLO encabeza las encuestas.

Brasil

El 7 de octubre será la primera vuelta de las elecciones y la segunda el 28 del mismo mes. De momento, el ex presidente Lula da Silva lidera las encuestas, aunque la gran duda es si podrá presentarse, ya que un tribunal debe confirmar la sentencia por corrupción. En ese caso, sería inhabilitado como candidato.

Junto a Lula, los otros nombres relevantes, aunque todo puede cambiar hasta octubre, son el ex militar de extrema derecha Jair Bolsonaro, Marina Silva, que ya fue candidata y el gobernador del Estado de São Paulo Geraldo Alckmin del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Venezuela

En octubre de 2018 deberían convocarse las elecciones, con Maduro como candidato a la reelección. Dada la magnitud de la crisis venezolana, cualquier escenario es posible, incluyendo un adelanto electoral, a fin de aprovechar la debilidad de la oposición nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD). Por ahora, la oposición carece de candidatos y no se sabe cómo operarán las inhabilitaciones con que amenaza el Gobierno.

Con independencia de quién gane las próximas elecciones, el próximo presidente tendrá una tarea sobre- humana para sacar al país de la crisis más grave de su historia. Una victoria opositora sería una verdadera sorpresa.

Fuente: El Economista, España