En plena negociación con el gobierno y presionada por su propia interna, la CGT volvió a llamar a un paro

En plena negociación con el gobierno y presionada por su propia interna, la CGT volvió a llamar a un paro

Atravesado por su propia interna, apenas horas después de haber reabierto un canal de diálogo con el Gobierno en la previa del debate de la Ley de Bases con modernización laboral incluida, la CGT decidió convocar a su segundo paro general en cuatro meses de gestión de Javier Milei. Mientras tanto, crece también la interna libertaria en el Congreso, que complica el escenario para la discusión por el paquete de reformas.

El paro sindical fue convocado para el próximo 9 de mayo. El Consejo Directivo de la CGT también anunció que el 1 de mayo, en el Día del Trabajador, se llevará a cabo una gran movilización. La decisión fue tomada un día después de que el Ejecutivo nacional recibiera oficialmente en la Casa Rosada a la cúpula cegetista.

Dentro de la central existen tensiones internas y convivían diferentes criterios respecto a la conveniencia de hacer otro paro y también respecto a la fecha de realización.

Si bien los sectores más duros reclamaban una huelga lo más pronto posible, finalmente la fecha que se fijó fue la del 9 mayo. Una huelga general con mes de anticipación daría algo de tiempo para una eventual negociación con el Gobierno, que, por otra parte, ya sabía desde el encuentro con la cúpula sindical del miércoles que la convocatoria a la medida de fuerza se concretaría este jueves.

«No podemos aceptar que todo se libere y que se pretenda que los salarios tengan límites. Somos organizaciones sindicales responsables y tenemos claros cuáles son los límites y las posibilidades de cada sector para llegar acuerdos», justificó Héctor Daer, en conferencia de prensa junto a los otros integrantes del triunvirato de la CGT, Pablo Moyano y Carlos Acuña, tras la reunión del Consejo Directo.

Aunque el debate por la «modernización laboral» y la Ley de Bases opera como marco de las discusiones, el jefe sindical dejó en claro sobre todo el enojo de los gremios por la falta de homologación oficial de las paritarias y la presión del Gobierno para que los acuerdos salariales no superen la inflación proyectada.

«Primero se da este retiro del Estado de las negociaciones y después el ingreso entorpeciendo la actividad de paritaria. Esto nos lleva a una complicación doble, porque primero tenemos que pelear en la puja distributiva y después por el cobro de ese salario«, agregó Daer.

El encuentro del miércoles entre los referentes cegetistas con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, había sido extenso y hermético, aunque desde ambos sectores dejaron trascender que se dio en buenos términos y que las negociaciones, pese a la convocatoria al paro y la interna gremial continuarán en las próximas semanas.