El sistema financiero local es, en forma creciente el financiador del sector público

El sistema financiero local es, en forma creciente el financiador del sector público

La exposición de los bancos a la deuda pública es la más alta en 20 años

La tenencia de esos títulos ya representa el 75% de los depósitos de las entidades y remite a la crisis de 2001-2002; el fenómeno se aceleró en la gestión Fernández

La exposición de los bancos a la deuda del sector público siguió en aumento el año pasado hasta alcanzar un nivel superior al 75% de los depósitos en pesos que tienen las entidades. La suma total de esos títulos se acerca a $13,8 billones, y el porcentaje de exposición es el mayor desde la crisis de 2001 y 2002, cuando esas colocaciones del dinero captado de terceros se transformaron en un problema serio para la economía.

Según reveló en un informe la firma Facimex Valores, la proporción que representa la tenencia de títulos públicos en relación con los depósitos en pesos que tienen las entidades cerró 2022 en el mayor nivel desde 2003 a la fecha.

Gestión Fernández – Fernández

El fenómeno se aceleró durante la actual gestión de gobierno, según surge de comparar las tenencias de títulos públicos de distinto tipo que tenían los bancos en noviembre de 2019 (un mes antes de asumir Alberto Fernández la primera magistratura) con las de igual mes de 2022.

En dicho lapso incrementaron en un 90% sus tenencias de bonos en pesos (de $1,4 billones a $2,8 billones), en 261% la posición asumida en bonos en dólares (medidos en pesos, de $402.782 millones a $1,45 billones) y en un 131% sus inversiones en pasivos remunerados del BCRA (pases y Leliq), que aumentaron de $4,13 billones a $9,54 billones), hizo notar en su informe semanal la consultora Quantum Finanzas, al volver sobre el tema.

“Son números que muestran que el sistema financiero local se ha convertido en forma creciente en financiador del sector público en su conjunto (Banco Central, Tesoro nacional y provincias). Sería deseable que esta tendencia se vaya revirtiendo como parte y consecuencia de un programa que lo induzca para ayudar a apalancar la actividad privada”, detallan los expertos.

Demanda de papeles

El fenómeno se consolidó como consecuencia de las normas del BCRA que alientan la demanda de papeles de la deuda pública nacional, que incentivan a los bancos a demandarlos para obtener renta incluso de los encajes, es decir, la inmovilización de parte del dinero que captan y a la que están obligados por motivos prudenciales.

Se trata de imposiciones que debían hacer históricamente a tasa 0 y por las que ahora, en parte, reciben rentas que llegan al 49%, como en el caso del Bono del Tesoro (Bonte) por $34.800 millones que le compraron al Gobierno el miércoles de la semana pasada. Además, da una dimensión del alcance que está tomando el denominado crowding out, es decir, el efecto desplazamiento o expulsión del sector privado del mostrador de demanda de créditos bancarios por parte del sector público, que absorbe una porción cada vez mayor de esos préstamos, lo que afecta la capacidad de inversión y financiamiento del capital de trabajo de las empresas.

El informe de Quantum Finanzas muestra que en los tres últimos años los recursos totales de los bancos aumentaron en promedio un 18% en términos reales, creciendo 24% en pesos, pero cayendo 16,5% en dólares. Empero esa mayor disponibilidad se terminó canalizando muy mayormente hacia el sector público. “Por esta razón la participación de la deuda pública en el total del activo de las entidades pasó del 36% al 50% en el período, mientras que la exposición al sector privado cayó del 42% al 28%”, reseña el informe.

Más para el Estado

Apunta además que esa transferencia de recursos en favor del Estado fue continua desde fines de 2019 hasta ahora, aunque muestra una aceleración desde “mediados del año pasado”, favorecida por los mayores rendimientos que el Gobierno pasó a convalidar en sus colocaciones y por el efecto derrame que el aumento en las tasas de interés pasivas (aquellas con las que se retribuye el ahorro en pesos) tuvo sobre las activas (las que los bancos cobran por dar créditos).

“En este tipo de procesos, la emisión de la deuda pública se hace a unos tipos de interés que sean atractivos ante los inversores, pero eso a la vez hace que la financiación de las empresas se haga más costosa”, explicó un economista, que pidió anonimato.

“La tenencia de títulos del Tesoro que los bancos tienen aumentó 127% en términos generales -considerando pesos y dólares- en el período, algo menos que el 131% que aumentaron los pasivos remunerados del BCRA. Estos dos elementos representan el 47% del activo consolidado de los bancos. Pero, si se amplía esta definición incluyendo el efectivo mínimo en pesos que los bancos depositan en el BCRA (pasivos no remunerados), la exposición se incrementa al 50,6% del total del activo”, señalaron.

Aunque se mantiene cómodamente dentro de los límites normativos fijados, es la más alta exposición en largos años.

Por caso, en términos de la estructura del activo de los bancos privados, “la participación del crédito al sector público en el activo neteado total (AN) representó aproximadamente 48% en septiembre de 2003 o llegaba al 52% si se incluía la tenencia de Lebac, según el Informe de Bancos de septiembre de 2003 (el primero publicado por el BCRA tras la implosión de la convertibilidad), es decir, niveles similares a los actuales.

En los bancos sostienen que el fenómeno está de algún modo propiciado por el desencuentro que hay entre la oferta y la demanda de crédito del sector privado. “Es un fenómeno que se va a sostener este año, porque a la brecha que se abrió entre lo que los bancos podemos ofrecer y lo que las empresas demandan se suma la incertidumbre que agregarán las elecciones a la economía. Sin horizontes ni plazos que se extiendan, esto persistirá en los meses que vienen”, adelantó un alto ejecutivo de un banco privado.

Fuente: La Nación