Superávit comercial: acumula US$ 4.720 millones en 2020

– Es un momento de tensión en el ya encepado Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC): ayer, el BCRA perdió US$ 132 millones de sus arcas. Quedan cada vez menos y en el mercado ya vuelven a contarles las costillas con las “reservas netas”. En ese delicado contexto, el superávit comercial es maná del cielo para Miguel Angel Pesce. En abril, el saldo fue de nada menos que US$ 1.411 millones. Es un muy buen dato, aunque el motivo sea el desplome de las importaciones: fueron menores a US$ 3.000 millones el mes pasado. Más allá de la contracción del comercio esperado para el 2020 (tanto las compras como las ventas caerán, y fuerte), los economistas esperan un superávit comercial de US$ 15.000 millones. Ya van US4 4.720 millones en el primer cuatrimestre. ¿Alcanzará ese excedente para evitar una devaluación del oficial, o nuevos controles sobre el MULC?


En volúmenes, el comercio exterior de Argentina se sigue achicando: ya venía mal y llegó la pandemia. En abril, el país importó menos de US$ 3.000 millones: US$ 2.918 millones (-30,1%) para ser exactos. Así lo aseguró ayer el ICA del Indec. Hace dos años (es decir, abril de 2018), cuando empezaron a “pasar cosas”, Argentina importó más de US$ 6.000 millones en un mes. Es decir, una caída de 50% desde ese pico. El Covid-19 influyó, desde ya, pero las importaciones ya venían en picada hace tiempo. En el último tiempo, las exportaciones mantuvieron mejor sus números: en rigor, cayeron, pero menos. El superávit comercial de abril (US$ 1.411 millones: abultado, por cierto), y todos los anteriores, se relacionan más con el desplome importador que con la virtud exportadora, gran materia pendiente de Argentina. Abril no lo desmiente: apenas se exportó arriba de US$ 4.300 millones (-18,9% interanual).

Nuevamente, el Covid-19 influyó, pero las ventas hacia el mundo ya venían mal. Los datos resumen una Argentina recesiva, oscilante y cada vez menos enganchada con el mundo. El dato alentador es que tiene superávit comercial. Ya acumula US$ 4.720 millones en 2020 y, sin él, el panorama sería otro. Son dólares preciosos para abastecer un mercado cambiario cada vez más tenso. “La recesión global estimada para 2020, los menores precios de los commodities y la prolongación del aislamiento social obligatorio por un mayor período al previsto inicialmente, lo que conducirá a una mayor caída del PIB (piso en torno a 8,3%), tendrán un impacto negativo sobre la evolución de las ventas y compras externas argentinas”, dijeron desde Abeceb. “Hemos revisado a la baja nuestras proyecciones de las exportaciones y las importaciones para 2020, donde las primeras registrarían una caída del 16,2% a US$ 54.586 millones, mientras que las segundas descenderían 20,7% a US$ 38.957 millones. De esta forma el superávit comercial del año cerraría en torno a los US$ 15.630 millones, levemente inferior al registrado en 2019 (US$ 15.992 millones), aunque sigue constituyendo un elevado guarismo en términos históricos.

No obstante, el intercambio comercial se reduciría a US$ 93.543 (-18,1%), siendo el segundo año consecutivo de retracción y alcanzando niveles similares a los del 2009 (US$ 94.458 millones), año de la crisis subprime donde se evidenciaron caídas anuales del 20,5% y 32,5% para las exportaciones e importaciones, respectivamente”, agregaron. “Tanto exportaciones como importaciones seguirán perjudicadas por el impacto que tiene la recesión global en el volumen de comercio, que en los primeros 3 meses del año se contrajo. Para 2020, la OMC espera una caída de hasta el 32% en el comercio mundial, lo que terminará impactando inevitablemente en las cuentas del sector externo. Esperamos que en el año las exportaciones vuelvan a caer después de cuatro años de crecimiento. Sin embargo, en medio de una dinámica recesiva de la actividad, las importaciones disminuirán por encima de las ventas, por lo que esperamos que este año se repita el superávit comercial y ascienda a alrededor de US$ 15.000 millones”, dijeron en LCG.

Fuente: El Economista