Se avecinan tiempos impredecibles

Se avecinan tiempos impredecibles

Un Presidente sin poder y con una acotada agenda alejada de la realidad le suma una dosis adicional de desorden institucional absolutamente innecesaria.

La Argentina se encuentra inmersa en una crisis política de magnitudes desproporcionadas. El Gobierno en su último tramo empieza a cerrar las puertas de los despachos con la nostalgia de lo que en algún momento fue el kirchnerismo y con la bronca de haber fracasado en el camino de la perpetuidad. Un Presidente sin poder y con una acotada agenda alejada de la realidad le suma una dosis adicional de desorden institucional absolutamente innecesaria a un país que requiere como nunca lineamientos claros.

Mientras tanto la realidad parece palidecer ante lo que viene. En los próximos días conoceremos el índice de inflación del pasado mes de mayo. El dato una vez más resultará irrelevante para todos los que cada sufren los embates inflacionarios en cada compra de alimentos, medicamentos o el pago del alquiler, sin embargo sirve para terminar de dar por tierra con el pronóstico y deseo oficial de lograr que el 2023 cierre con aumento de precios en el 60% tal como estaba presupuestado.

Los desafíos en materia de deuda pública serán también la nota de los próximos meses. Si bien el Gobierno ha logrado descomprimir cerca del 78% de los vencimientos que operaban en los próximos meses lo cierto es que este “éxito” se ha podido dar gracias a que buena parte de la deuda que se refinanció se encontraba en manos públicas lo que garantizó el resultado final. Aún quedan por resolver algo más de 4,2 billones de pesos que aún están en la agenda de este año.

Vencimientos

Los vencimientos en pesos no son los únicos que complican el futuro cercano. El FMI parece haber endurecido su postura y los desembolsos parecen tardar en llegar generando más nerviosismo en el mercado. Aún hay 11.200 millones de dólares que vencen este año con el organismo de crédito que generaran mucha volatilidad. El próximo round será el 21 y 22 de Junio cuando venzan 2.700 millones que aún el FMI no parece estar dispuesto a transferir, a pesar que se descuenta que a nadie le conviene una Argentina en caída libre por lo que indefectiblemente los desembolsos finalmente “aparecerán”.

Seguramente los desafíos próximos más inquietantes serán los políticos. La carrera electoral irá dando forma a un 10 de diciembre que parece una incógnita. Independientemente de quién se siente en el sillón de Rivadavia las miradas estarán cada vez más atentas a lo que se proponga para intentar salir de este gran desaguisado luego de la salida de la actual gestión.

El desorden económico, político y social marcará la realidad de próximos meses. Tal vez la gran diferencia con otros momentos de la historia es que en esta oportunidad gran parte de la sociedad exigirá saber qué es lo que la política pretende hacer a partir del nuevo Gobierno para luego develar que tanto se traducirá esto en términos de gobernabilidad y estabilidad económica. El tiempo dirá.

Escrito por Manuel Adorni

Fuente: NA Noticias Argentinas