Renta inesperada: Advirtieron que impactará en las inversiones y en el empleo

Renta inesperada: Advirtieron que impactará en las inversiones y en el empleo

La Asociación Empresaria Argentina, la UIA, la Cámara de Comercio y Ciara, entre otras entidades, advirtieron que impactará en las inversiones y en el empleo

Las alarmas comenzaron a sonar en el círculo rojo. Las asociaciones empresarias más importantes del país alertaron que el impuesto a la «renta inesperada», que ya está diseñando Martín Guzmán, y que agregaría una mayor presión fiscal sobre el sector privado, impactará sobre las inversiones, la actividad y la creación de empleo.

La Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), CEC (Centro Exportador de Cereales) y la Cámara de Comercio (CAC), entre otros, cuestionaron la iniciativa.

Luego de una reunión de su comisión directiva anteanoche, AEA decidió enviar ayer su opinión sobre la propuesta de Guzmán. «La Argentina debe volver a retomar la senda del desarrollo económico y social sostenible. Para ello resulta esencial generar las condiciones para que las pequeñas, medianas y grandes empresas puedan concretar inversiones que generen empleo y hagan crecer la producción y las exportaciones», indicaron en la entidad que agrupa a empresas como Techint, Arcor, Grupo Clarín, Laboratorios Bagó, Grupo Miguens, La Anónima, IRSA, Santander, PAE, Mercado Libre, Toyota y Globant, entre otras firmas.

Nuevos impuestos

«La creación de nuevos impuestos -como el recientemente anunciado ‘impuesto a la renta inesperada’- va en la dirección opuesta a lo señalado. En la Argentina ya están en vigencia 165 impuestos y la carga tributaria sobre el sector formal de la economía es muy elevada y ha crecido fuertemente en los últimos 20 años, superando holgadamente el promedio de la región. Con menos impuestos generaremos más inversiones y empleo», cerraron.

«Un impuesto más significa que uno envía un mensaje a toda la gente y a los empresarios de que empezar a hacer actividades económicas en Argentina va a ser cada vez más difícil», dijo el presidente de AEA, Jaime Campos, en declaraciones radiales.

En la UIA, contaron, hay «mucha calentura». Pese a que esperan conocer la letra chica del proyecto ‘una ley enviada al Congreso’, en la entidad creen que «no se puede sumar ningún impuesto más». La industria es la vedette del Gobierno. Quizá por eso casi nadie levantó la voz en la reunión de junta directiva de representantes sectoriales y regionales de anteayer, salvo por algún cuestionamiento directo desde San Juan por la situación en la que quedaría la minería. «Hay espías», relataron otros, cautos, por la llegada de esas minutas a altas esferas oficiales.

Otros atribuyen algunos silencios a la suerte de cada una de las empresas de la UIA frente al pago o no de un nuevo impuesto, que allí califican de un «impuesto encubierto a la riqueza».

Está también quien piensa que la estrategia de Guzmán es toparse con el no de la oposición para congraciarse con el cristinismo en medio de la interna.

La cúpula de la entidad tendrá algún detalle más cuando el ministro vuelva de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.

Incentivar el sector privado

El Fondo suele repetirle al ministro que debe mejorar los incentivos al sector privado. La UIA le presentará el lunes al Presidente el «libro blanco» con sus propuestas. Alberto Fernández podrá adelantarles entonces un esbozo del nuevo impuesto a los industriales.

En un comunicado, la UIA advirtió que existe «preocupación» por la posible creación de una alícuota adicional dirigida a las empresas.

«Al respecto, se analizó cómo afectará a la inversión un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo».

«La junta exteriorizó su preocupación teniendo en cuenta la acumulación de impuestos entre Nación, provincias y municipios, y el costo de la burocracia administrativa», afirmó el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja.

Guzmán solo informó que se aplicará a empresas con ganancias netas imponibles superiores a los $1000 millones en el año. «Hay sectores de la economía que se benefician con ganancias extraordinarias inesperadas producto de la guerra y miles de millones de personas en el mundo que sufren las consecuencias de los aumentos de los precios», dijo ayer en el foro de ministros del G-20.

«Desde Ciara-CEC, expresamos nuestra profunda preocupación ante la propuesta del nuevo impuesto anunciado por Martín Guzmán», señaló la industria oleaginosa. «Si bien la guerra generó un aumento en el precio de ciertas commodities agrícolas, lo hizo también con los costos de producción, más aún en nuestro país. Sumados a la escasez de insumos críticos han neutralizado, o más, los relativos beneficios de los productos del agro», agregó.
«No estamos de acuerdo con ninguna nueva exacción. Es demasiado ya la carga tributaria. Solo se genera más desaliento a las inversiones» dijo Mario Grinman, presidente de la CAC.

Una voz a favor del tributo que diseña Guzmán

El CEO de Syngenta para Latinoamérica, Antonio Aracre, justificó la creación de un impuesto a la «renta inesperada» como «un acto de responsabilidad» porque al mismo tiempo se dio a conocer un paquete de bonos para morigerar el impacto de la inflación sobre 13 millones de personas. «Fue un acto de responsabilidad del Gobierno anunciar en forma simultánea a este gasto un ingreso extraordinario, sobre la base de una propuesta de un impuesto por única vez qué afectaría a muy pocas empresas y, dentro de ellas, únicamente a aquellas medianas o grandes que han tenido como piso una rentabilidad de 10 millones de dólares, pero que aun así no alcanza; es una condición necesaria, pero no suficiente».

El ejecutivo remarcó que, para que se dé esa última condición, se tiene que configurar la cuestión «inesperada» de esa rentabilidad.

Fuente: La Nacion