Rebote de la inversión: recuperó un 25% en junio

Rebote de la inversión: recuperó un 25% en junio

La formación de capital fijo continuó con su rebote en el cierre del primer semestre. Llegó a duplicar los niveles de abril, que fue el récord de la posconvertibilidad por lo bajo que cayó. Pero todavía está en crisis y amenaza al crecimiento futuro: en junio del 2020 se invirtió 43,7% menos que en abril del 2018.

En junio, la inversión protagonizó un rebote de 25,7%, que se montó sobre el de 73,8% de mayo contra abril. En total, registró una mejora de 118% respecto al nivel pésimo que dejó el derrumbe histórico de marzo-abril. Con todo, la inversión sigue 20,6% por debajo de los niveles prepandemia. Pero ya recortó una buena parte de la caída. La dinámica de la oferta viene tomando forma de V, lo que se diferencia de la del consumo, que sigue avanzando en forma más lenta.

Los datos surgen del Indicador Mensual de la Inversión (IMI), que publica todos los meses el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA). El informe destacó: “La apertura del ASPO en el interior del país sumado a una fuerte mejora en AMBA, hicieron que la inversión recupere ¾ de la caída sufrida por la pandemia, situándose por encima de marzo 2020”.

La gran esperanza para la economía local y global es que el rebote productivo tenga forma de V. Todavía es muy pronto para conclusiones (por ejemplo, hubo una interrupción temporal en la primera quincena de julio) pero, en el cortísimo plazo, se viene viendo algo similar a eso en la recuperación de la industria y la inversión. Desde PxQ destacaron: “La recuperación de la oferta toma forma de V, dado que una vez flexibilizada la circulación lo primero que hacen los trabajadores es volver a sus puestos de trabajo y las fábricas a producir. Sin embargo, la demanda está tomando un camino distinto”.

Eso sí: la inversión llegó a la crisis sanitaria de marzo con una dinámica de caída fuerte y sostenida. Los últimos dos años de la gestión Cambiemos marcaron una contracción continua, que se explicó por la fuerte baja en la actividad económica a lo largo de 2018-2019, con una devaluación incontenible que disparó a la inflación al récord de 127% en sólo dos años, con un nivel de incertidumbre muy alto y otro de consumo muy bajo por parte de los hogares. Y es que en total, entre noviembre del 2015 y el mismo mes del 2019, el salario cayó en torno al 15% en términos reales.

Incertidumbre y poca expectativa de realizar ventas que justifiquen el riesgo de una inversión. Eso sumado a una tasa de interés que alcanzó niveles récord. Como referencia, los adelantos en cuenta corriente tocaron un pico insólito de 91,4% en septiembre del 2019 y tuvieron un promedio de 68,6% entre el 1 de septiembre de 2018 y el 10 de diciembre del 2019. Un combo que llevó a la inversión a caer en niveles estrepitosos.

Por caso, entre abril del 2018 y febrero del 2020, la inversión medida por el IMI registró un derrumbe extraordinario de 29,1%. A eso se le sumó el efecto de la pandemia sobre el consumo y la actividad, lo que marcó un nuevo derrumbe. Entre abril del 2018 y junio, la contracción ya es de 43,7%.

Además, perdió participación sobre el PBI, lo que implica un impacto negativo en términos de la posibilidad de lograr un crecimiento sostenible, en base a mejoras de la productividad. En el promedio de las últimas décadas, en Argentina, la formación bruta de capital fijo estuvo en general apenas por debajo del 20% del PBI. En el primer trimestre del 2002 se observó una participación en torno al 11% y ese año terminó con un 12% promedio. En el primer trimestre del 2016 representó el 15,1% del PBI. En el mismo período del 2020 fue de 12,5%. Es decir, ya en la previa a la pandemia manejaba niveles del 2002. Se tuvo que haber hundido a niveles inéditos en el segundo trimestre, a pesar del rebote parcial que mostró el IMI. 

El informe del IMI mostró que la construcción tuvo un descenso de 14,8% anual, lo que implica una vuelta a los niveles previos a la pandemia. Por caso, en abril la contracción había sido de 75,5% anual en abril.

El equipo durable de producción en general cayó 29,5% anual, un dato mejor al de la baja de 56,9% de abril. Hacia dentro, se observa que el equipo de producción nacional cayó 33,4% anual. En abril había descendido 82,6%.

El equipo importado se contrajo 26,8% anual y marcó el 26° mes consecutivo en retroceso. Las importaciones de bienes de capital marcan un pésimo desempeño desde más de dos años. Con todo, el dato es mejor que la baja de 34,9% de abril.

Fuente: BAE