Plazos Fijos: ¿Que ofrece el mercado?

Plazos Fijos: ¿Que ofrece el mercado?

El aumento por parte del BCRA de las tasas de interés volvió a hacer atractivos estos instrumentos

En los últimos seis meses, los plazos fijos volvieron a cobrar protagonismo. De acuerdo con los últimos datos que publicó el Banco Central, en enero los depósitos mostraron una evolución positiva: el stock de las colocaciones en pesos fue de $11,1 billones, un crecimiento del 109% interanual.

Si bien se trata de una de las inversiones más populares de la Argentina, había quedado olvidada por las tasas reales negativas. Pero entre el incremento de los tipos de interés que realizó la entidad monetaria en 2022 y el atractivo de los instrumentos en UVA, cada vez más ahorristas vuelven a elegir las diferentes opciones que hay en el mercado.

En principio, está el plazo fijo tradicional. El 15 de septiembre, el Banco Central movió las tasas de interés para los plazos fijos minoristas y quedaron en términos reales positivos. Es decir, empezaron a ganarle a la inflación. Actualmente, la tasa nominal anual para los plazos fijos tradicionales a 30 días es de un 75% (TNA). Pero, al reinvertir todos los meses el monto original más los intereses capitalizados, se puede alcanzar una tasa real efectiva del 107% (TEA). En los últimos dos meses, esta herramienta se encontró por encima de la suba de precios. En noviembre, la inflación fue del 4,9% y en diciembre, del 5,1%. En cambio, el plazo fijo pagó un interés del 6,2% mensual.

Inflación de febrero

Para saber si en los próximos meses el plazo fijo tradicional seguirá siendo una opción rentable, es útil ver el informe de Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central. Según los economistas, febrero cerrará con una inflación del 5,5%; marzo, con una de 6%, y, abril, con 5,8%. De acertar, este instrumento les ganaría a los precios (por 0,7 p.p., 0,2 y 0,4, respectivamente).

También está el plazo fijo UVA, que en tiempos de alta inflación fue ganando adeptos en los últimos años. El capital inicial que se deposita se expresa en unidades de valor adquisitivo (UVA), que se ajustan según el coeficiente de estabilización de referencia (CER), que refleja la evolución de la suba de precios del mes anterior +1%.

Le sigue a la inflación

En otras palabras, la ventaja número uno frente al plazo fijo tradicional es que siempre le sigue los pasos a la inflación y un poquito más. Como punto negativo está la falta de liquidez: se exige que el dinero tenga una permanencia mínima de 90 días (en vez de 30).

En caso de necesitar el dinero con urgencia, el plazo fijo UVA puede precancelarse a partir del día 30 de su constitución. A cambio, se obtiene una tasa de interés menor que actualmente se consolida en un 71% nominal anual, cuatro puntos por debajo del plazo fijo tradicional.

“En los últimos meses hemos visto una baja de 10% en el stock de los depósitos a plazo fijo ajustados por inflación; el mercado está observando un divorcio entre la percepción de la inflación y lo que realmente dictamina el Indec respecto de la inflación mensual. Esto llevó a que muchos inversores salieran de los depósitos a plazo fijo ajustados por inflación e invirtieran en plazos fijos tradicionales, que hoy pagan una tasa del 6,25% mensual, o bien compraran dólares”, dijo el analista financiero Salvador Di Stefano.

Hay una opción más:

El plazo fijo electrónico. A mediados de enero, el directorio del Banco Central aprobó el Certificado Electrónico para Depósitos e Inversiones a Plazo (Cedip). En el fondo, se tratará del mismo plazo fijo que existe en la actualidad (y, por ende, con las mismas tasas). Las colocaciones se podrán hacer tanto en pesos (también UVA) como en dólares. Pero la novedad es que se suman tres nuevas funcionalidades.

En primer lugar, se podrá transmitir la titularidad para la cancelación de obligaciones o su negociación en el mercado de valores. Segundo, gracias al fraccionamiento tendrán liquidez inmediata, es decir, se podrá retirar parte del dinero y dejar el resto devengando el interés del plazo fijo. Y, por último, a su vencimiento se podrá cobrar por ventanilla o mediante la acreditación de una cuenta bancaria diferente.

“Podrán ser transferidos electrónicamente de manera fácil y sencilla, ser fraccionadas en colocaciones de menor importe y compensados, lo que permitirá su uso como medio de pago y de financiación. Toda colocación alcanzada tendrá su correspondiente Cedip, que deberá ser generado por la entidad financiera al momento de captar los fondos del depósito o inversión a plazo”, explicó el Banco Central.

El objetivo es que el plazo fijo gane aún más popularidad

Recupere algunas de las funcionalidades que había perdido con la digitalización. Actualmente, si un ahorrista coloca dinero en un plazo fijo a través de la ventanilla del banco, obtiene un recibo que es transferible. Si bien no es fraccionable, sí es endosable. Ese beneficio no se obtiene mediante el certificado digital al hacer un plazo fijo vía home banking. “Creemos que esta iniciativa incrementará el atractivo de los plazos fijos. Y, así, podría aumentar el poder de esterilización del BCRA, si parte de los fondos en cuentas a la vista se trasladan a los plazos fijos cuando estén operativas las nuevas funcionalidades”, indicaron en Delphos Investment.

Esta herramienta comenzará a regir a partir del 1º de julio de 2023, aunque la funcionalidad de fraccionamiento, transmisión para negociación en el mercado de valores y el cobro por ventanilla estará operativa desde noviembre de este año.

Pese a ser una de las alternativas más populares, había quedado olvidada.