“Plan platita”. Informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz

“Plan platita”. Informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz

Luego de la derrota en las PASO, el Gobierno realizó algunos cambios en el Gabinete y potenció una estrategia económica (“plan platita”) que implicó varios anuncios de transferencias de recursos. Si realmente se creyó, como dijeron algunos candidatos, que la derrota electoral se podía revertir con esas transferencias o si simplemente operó la necesidad de “hacer algo”, nunca se sabrá. Si tendrá efecto electoral, se sabrá en 10 días más.

En principio la magnitud de los desembolsos no ha sido tan grande como el tono de los anuncios y, además, la inflación podría diluir el alivio en los bolsillos.

CESO

Un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) consignó que la plata que va a poner, o que comenzó a poner, el Gobierno en “la calle” son $1000.000 millones, es decir, 0,23% del PIB. “No es un monto que pueda mover la aguja en términos macroeconómicos”, apuntaron.

Su impacto en el crecimiento y la distribución dependerá de qué tipo de gastos sean los que explican ese resultado fiscal. Por ejemplo, “es muy distinto el impacto si se subsidian sectores de altos ingresos, si se pone en marcha un plan de inversión en obras públicas de pequeña escala o si se incrementa la AUH”, destacó el reporte.

Los días que siguieron a las primarias mostraron una crisis dentro del Frente de Todos en donde, en particular, al Ministerio de Economía se lo acusó, por parte del kirchnerismo, de no gastar lo necesario. De ser excesivamente “fiscalista”. Sin embargo, el argumento del Palacio de Hacienda fue que el gasto primario es superior al de 2019 pero inferior al 2020 que fue, como es notorio, un año excepcional.

Según repasó Ceso, al mes de septiembre el gasto primario ejecutado equivalía al 14,3% del PIB contra el 10,7% que se había ejecutado a esta misma altura del año en 2019. De todas formas, ese mayor gasto está explicado por algunos rubros puntuales.

Jubilaciones

Por caso, el reporte mencionó que un rubro relevante como las jubilaciones están en un nivel de gasto muy similar al de 2019 (5,3% en 2021 contra 5,4% en 2019). “Esto es porque la fórmula jubilatoria vigente ha dado magros resultados por la elevada inflación que hubo desde fines de 2020. En el último tramo del año, este componente del gasto debería empezar a tomar más dinamismo de la mano de mejores datos en la recaudación”, agregó el centro de estudios.

Por otro lado, la variable que explica sobre todo el mayor gasto primario son los subsidios, que ya alcanzan 2,2% del PIB ,en lugar del 1,1% que llevaban para el mismo mes en 2019. De todas maneras, recordó Ceso, “no todo incremento del gasto tiene el mismo impacto en la actividad económica y es probable que una parte importante de esos subsidios vayan a sectores que no lo necesitan. Y, considerando la experiencia de 2013 y 2015, tampoco es un gasto que garantice el apoyo electoral” para el Frente de Todos.

“De modo similar a lo que sucedió en 2019, el Gobierno respondió al resultado de las PASO con una agenda económica que es más declarativa que real”, consideró Ceso. A eso agregaron que los anuncios que se hicieron en los últimos 45 días no tendrán un impacto muy significativo en las cuentas públicas y, por ende, tampoco en la actividad económica.

“En esto, se asemeja a la estrategia económica que desplegó (Mauricio) Macri entre las PASO y las generales de 2019. Nada garantiza que vayan a obtener una respuesta comparable ya que las demandas de la base electoral a cada frente político son considerablemente distintas. Algunos de esos anuncios no llegan directamente al bolsillo sino que se trata de una mayor cobertura en servicios sociales o beneficios fiscales como, por ejemplo, los programas Registradas o el Monotributo Social”, mencionó el informe.

Inflación

Por otro lado, el Gobierno también debe enfrentar el frente inflacionario. El principal riesgo es que esos recursos que se pusieron en “la calle” no se diluyan ante el avance de los precios. La primera reacción fue congelar 1.432 productos de consumo masivo por 90 días a valores del primero de octubre.

El informe de la entidad sostuvo que la inflación en Argentina parece un “mate al que nadie encuentra el agujero para embocar la bombilla”, ya que en los últimos 10 años se ensayaron políticas antiinflacionarias más heterodoxas y más ortodoxas. “Todas ellas, evidentemente, no dieron resultado y lo que promediaba 25% en 2011-2015 pasó a correr al 40%-45% desde 2019”, añadieron.

Para Ceso, un congelamiento, como el que aplicó la Secretaría de Comercio a través de la Resolución 1050/21, ya se ha practicado en otras instancias pero nunca formó parte de otro conjunto de medidas que abarque en simultáneo a otros elementos estructurales que conforman los aumentos de precios.

Pendiente

“Todavía queda pendiente un programa heterodoxo en el cual el congelamiento de precios sea parte de un esquema general en el que se ataca también las otras variables macro y microeconómicas que tienen implícita una determinada tasa de inflación como las paritarias, la tasa de interés y los alquileres comerciales”, afirmaron.
“En el caso de los créditos y los alquileres es ilustrativo para entender por qué no se puede bajar la inflación solamente a través de acuerdos sectoriales”, dijo Ceso. En ambos casos, señalaron, la inflación del pasado está incorporada en el supuesto de aumento de precios a futuro.

Un ejemplo que se consignó en el estudio fue el de una empresa que para poder pagar un crédito que tomó para financiar el pago de sueldos o insumos, tiene que aumentar los precios en promedio 50% para estar a tono con la tasa de interés que debe pagar.

Por caso, ejemplificó el trabajo, si una peluquería alquila un local, aún sin insumos importados, debe incrementar el precio de los cortes 50% en el próximo año para poder hacer frente al principal costo que es el alquiler. De esa manera, “la inflación pasada se proyecta hacia
adelante en las tasas de interés y los aumentos de las cuotas de alquiler, sin que existan shocks devaluatorios o pujas distributivas de relevancia”, subrayaron.

¿Sirve el congelamiento?

Para el centro de estudios, una medida como el congelamiento de 1.432 productos se justifica por la remarcación de los precios que hubo en la primera mitad de octubre. El IPS Ceso registró un aumento semanal de los precios que alcanzaronel1,4%entreel11yel18de octubre, en el medio del recambio de gestión en Comercio Interior. La semana siguiente, en la que se aplicó el congelamiento con precios retroactivos, la variación fue de -0,1%, por lo que “el objetivo de frenar la apretada de precios pareciera estar lográndose en los primeros días posteriores a la aplicación”.

Sin embargo, el informe consignó que “todavía quedan algunos aspectos de sintonía fina de la medida para mejorar su aplicación”. Entre ellos, que el punto de intervención sea únicamente el precio de venta final en el último eslabón de la cadena hace que el peso de la normativa recaiga sobre muchos pequeños autoservicios y almacenes que no son los “grandes pulpos” que mueven el mercado.

Precio mayorista

“Si el precio que consiguen en el mayorista es superior al que deben tener publicado el producto, los pequeños comercios tienen dos alternativas: no tener disponibles dichos productos para no arriesgarse o directamente incumplir la medida”, concluyó Ceso. Por eso, finalizaron, es esperable que en el transcurso de los días se incorpore algún mecanismo que asegure el precio de esos productos en los puntos intermedios de la cadena.

Se verá qué dicen las urnas y cómo digieren eso en el FdT. “Cuando se conozca el resultado de las elecciones generales, podremos saber si se intensifica la disputa interna por no haber tomado medidas todavía más audaces o bien, si se reivindica un sector que apuesta a mantener la performance electoral en un guarismo competitivo con la menor cantidad de recursos”, dijeron desde el Ceso.

Fuente: El Economista