La canasta básica se fue a $435.394 y pone en jaque la clase media

La canasta básica se fue a $435.394 y pone en jaque la clase media

Inflación

Se trata del ingreso que, en agosto, debió obtener un hogar de cuatro integrantes propietarios de la vivienda; respecto de julio, representa un alza de $71.728

Casi un mes después de la devaluación post-PASO y del complejo escenario económico que se abrió, la Dirección General de Estadística y Censos (Dgeyc) dio a conocer ayer los últimos datos sobre las canastas de consumo en la ciudad de Buenos Aires, que marcan las líneas de pobreza (canasta básica total) e indigencia (canasta básica alimentaria).

El informe muestra que en agosto una familia tipo de CABA, conformada por dos adultos de 35 años y dos hijos varones de 6 y 9, necesitó un ingreso mínimo de $435.394 para formar parte de la clase media, mientras que en julio había necesitado $363.666. El aumento fue de $71.728. Ese número no contempla el pago de un alquiler.

«Si a esas canastas les sumamos el precio del alquiler y tenemos en cuenta que este, como proporción del ingreso, también ha venido creciendo, sobre todo por la falta de oferta y la gran demanda de vivienda, hay otro componente que hace que las condiciones de vida materiales de la población se sigan deteriorando», sostiene Santiago Manoukian, de Ecolatina.

El economista agrega que, si bien la tasa de desempleo actual del 7% es relativamente baja, esto esconde dos rasgos negativos: la menor calidad del trabajo y los bajos ingresos. «El salario real el año pasado cayó por quinto año consecutivo, y el 75% del nuevo empleo que se generó entre 2018 y lo que va del año es informal o cuentapropista. Por lo tanto, es un mercado laboral que se ha precarizado.

La probabilidad de ser pobre aun siendo empleado ha ido creciendo», explica.

Además, la misma familia tipo, con un ingreso por encima de $158.669, perteneció en agosto al segmento de «pobreza no indigente», según el relevamiento de la canasta básica alimentaria (CBA). Esto implica un aumento de $20.134 respecto de julio. Para ser considerados «no pobres vulnerables», el ingreso mínimo debió ser de $282.453, mientras que el siguiente estrato, el «sector medio frágil», debió obtener $348.315, un número cercano al necesario en julio para pertenecer a la clase media.

«El incremento que estamos viendo en el valor de las canastas básicas que definen la línea de indigencia y de pobreza es sumamente preocupante: 14,5%. Ese dato lo había anticipado un poco el índice de precios al consumidor (IPC) de la ciudad de Buenos Aires que conocimos días atrás y que daba cuenta de que los alimentos y las bebidas habían subido nuevamente por encima del promedio: un 12,5% contra una inflación que en la ciudad fue del 10,8%», comenta Manoukian.

Además de estos datos, se espera que la inflación de agosto se ubique entre el 11 y el 13%, según algunas consultoras privadas, lo que implicaría un aumento interanual del 150%.

Otros grupos que contempla el informe, además de la familia tipo, son, por ejemplo, una pareja de adultos mayores, económicamente inactivos y propietarios de vivienda, es decir, jubilados. En este caso, mientras que en julio debieron obtener ingresos por $122.854 para no ser pobres, en agosto este número ascendió a $138.436.

En tanto, dos jóvenes de 25 años que alquilan en la ciudad deben obtener un ingreso de $193.292 para estar por encima de la línea de pobreza, lo que representa un aumento de $22.148. Estos números corresponden a la canasta básica total (CBT).

«El salto cambiario que tuvimos a mitad de agosto, sumado al impacto del aumento muy fuerte del precio de la carne vacuna, que había estado bastante anestesiada en los últimos meses, explica en parte esta aceleración de los precios que estamos viendo en la economía y esta situación social que ya era bastante frágil. Con estos impactos no queda más que esperar que la pobreza se vea todavía más impulsada hacia arriba», concluye Manoukian.

Fuente: La Nación