La brecha por encima del 60% habla de un cambio en las expectativas del mercado

En las últimas ruedas de 2023, en el mercado coincidían en que los factores que habían llevado a la brecha cambiaria a ubicarse en casi un dígito eran temporales, aunque el efecto de su fuerte compresión hablaba de las altas expectativas respecto al plan económico. Cuarenta días después de la devaluación, la disparada de la brecha por encima del 60% habla de un cambio en las expectativas del mercado, que ahora cree que un nuevo salto cambiario sería necesario.

El dólar financiero es el que marca la temperatura: en las primeras tres semanas del año, el contado con liquidación, que cerró el viernes por encima de los $1.300, ya subió más del 34%, incluso por encima de la inflación.

La velocidad de la suba, el 47% si se toma como punto de partida el 27 de diciembre pasado, preocupa a los analistas, que advierten que la cotización tiene todavía un sendero alcista y que puede presionar los planes del Banco Central, que buscaba en el anuncio de un ritmo de crawling peg ( devaluación diaria) del 2% una suerte de ancl.

Analistas del Grupo IEB explicaron:

«Si lo analizamos en términos reales y en términos históricos, el CCL continúa por debajo de los máximos alcanzados en agosto de 2020 y previo a las elecciones generales, aunque también se encuentra por encima del promedio histórico desde 2017 a la actualidad», «Por el lado del tipo de cambio oficial, el crawling peg al 2% mensual está resultando insuficiente frente al elevado ritmo inflacion rio, deteriorando el tipo de cambio y real y, frente a la escalada de la brecha, reforzando las expectativas de una aceleración del ritmo devaluatorio o un salto en el tipo de cambio», advirtieron.

Si bien la brecha está muy por debajo de los máximos alcanza inflacionados en la era Massa, sobre todo en el tramo final de su mandato al frente del ministerio de economía, cuando tocó el 200%, este «recalentamiento» condiciona las expectativas y los planes del Banco Central.

Por un lado, el salto del dólar financiero mientras que el oficial se mantiene «casi quieto» frente al resto de los precios de la economía, refuerza la demanda importadora, que desde este mes comenzó a estar normalizada en el mercado de cambios. Quienes compran al exterior demandarán, dólares a $819, mientras que aquella demanda que no pueda ser respondida en este mercado presionará aún más al dólar financiero a $1.300.

La adopción del Bopreal

«Este movimiento aleja la idea de abandonar el acceso al MULC para muchas compañías, que se mantienen en disputa con las casas matrices y con proveedores por la adopción del Bopreal, mientras siguen apostando a que el gobierno otorgue algún beneficio para que se transacciones en el mercado secundario y otorgue liquidez, que establezca un precio en el mercado secundario», dicen en Inveq El Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre, creado para saldar la deuda con el sector importador, tiene una tibia recepción: en cuatro licitaciones apenas levantó US$ 1.644 millones y si bien el aumento de la brecha le mejora atractivo, tanto multis y pymes evalúan otras condiciones más allá del precio para suscribirlo.

La recuperación de la brecha se da en un momento donde las liquidaciones del sector exportador comenzaron a menguar: el CCL absorbía el 20% de las liquidaciones en el esquema actual. Esto a su vez, «setea» expectativas de menores liquidaciones en el mediano plazo.

Jorge Vasconcelos, de IERAL, explicó: «Esta trayectoria abre interrogantes acerca del ritmo al que se seguirán recuperando reservas y cómo habrá de llegar el esquema cambiario a abril, el mes en el que el gobierno espera que ingresen a raudales los agrodólares».

Agregó: «En este sentido, la brecha cambiaria opera como el «canario de la mina», que pone en alerta al campamento cuando falta el oxígeno».