Inversores se bajan de las Leliq, se ponen en pases a un día, o compran bonos baratos o dólares

Inversores se bajan de las Leliq, se ponen en pases a un día, o compran bonos baratos o dólares

Está casi todo a un día y solo queda hoy antes de Caputo

Bancos e inversores desensillan. Se bajan de las Leliq, se ponen en pases a un día, o compran bonos baratos o dólares. Buscan evitar el daño que hará la devaluación que se espera para el lunes. Por eso los dólares libres subieron, los bonos mejoraron, y el riesgo bajó de 1.900 puntos.

A puro vértigo, cuando falta apenas una rueda, cuatro días, menos de 100 horas, para el cambio de mando (ya que mañana es feriado por el Día de de la Inmaculada Concepción de María), el mercado financiero argentino registró ayer un masivo movimiento de capitales, con los inversores especializados bajándose del peso y buscando refugio en cuanta alternativa pudieron encontrar. Ayer hubo licitación para colocar Leliq y Notaliq y la presentación de bancos estuvo desierta.

Y hoy vencen Leliq por $1,5 billones, muchos de los cuales se bajarán, como ocurrió en los últimos 20 días, tanto que de haber un stock de $23,2 billones en Leliq hace tres semanas, en este momento quedan $6 B en Leliq y $17,3 billones en pases a un día de plazo. Es tan grande el desconcierto que todos están colocados a un día, roleando con una tasa que genera una emisión automática gigantesca (superior a los $2,2 billones por mes) y como nadie sabe qué se va a anunciar entre el domingo y el lunes, todos pusieron un pie en el estribo, y están a punto de bajarse de un potro que parece completamente encabritado.

Las dudas de los inversores

Muchos de los fondos están buscando salida porque los inversores están a ciegas. No saben si será concretado o no el supuesto plan que se difundió desde la casa de Bolsa vinculada a Ramiro Marra (que planteó dos devaluaciones importantes, una la próxima semana y otra en febrero, llevando posiblemente al dólar oficial de $ 364 a $650 primero y de $650 a $1.000 después).

Frente a eso, la reacción de ayer provocó un fuerte aumento en el dólar fuga y en el blue, no en el MEP, y las subas no fueron mayores porque el BCRA realizó la mayor venta diaria de dólares en dos meses. Y también hubo mayor presión compradora de bonos, que volvieron a ganar precio. En tanto que la Bolsa porteña vivió otra clásica ilusión, ya que subió en pesos pero bajó en dólares.

Mientras Argentina vive estas notables vibraciones clásicas de un cambio de ciclo, desde un Gobierno que dejó al Estado completamente quebrado, para pasar a un Gobierno que está obligado sí o sí a realizar un gran ajuste, para ver si se puede evitar entrar en otro Rodrigazo o en otra hiperinflación, el mundo también vive momentos de contracción.

Ayer siguieron apareciendo datos de freno económico en China

De hecho, la agencia de calificaciones Moody’’s, después de bajarle la nota a los títulos estatales largos chinos, ayer practicó una rebaja a negativa la perspectiva de calificación de 18 empresas grandes empresas del gigante asiático. Casi todos los analistas económicos ven venir fuertes contracciones de demanda de productos de parte de China, también se ve riesgo de recesión en Europa y crece la sensación de que no habrá aterrizaje suave en EE.UU. sino también una situación recesiva.

Por esa razón, a pesar de que la Opep+ está decidida a recortar la oferta de crudo a partir de enero, ayer se concretó un vertical derrumbe de más del 4% para el petróleo. El barril terminó debajo de los US$ 70, y eso genera gran inquietud incluso en el mercado local porque el yacimiento de Vaca Muerta tiene prácticamente todos sus pozos con extracción tipo fracking (ruptura con mayor costo financiero para lograr petróleo y gas), tanto que para que Vaca Muerta sea financieramente apta se necesita de un barril de al menos 65 dólares, un precio muy cercano al cierre de ayer.

Los datos del exterior

En paralelo con todo esto, ayer se conocieron datos de desaceleración laboral en EE.UU. Salió la encuesta ADP norteamericana, que no incluye datos de la industria agrícola privada de empleo, y se informó que se crearon 103.000 puestos de trabajo, cuando el mercado esperaba al menos 130.000 (cuando el mes pasado se habían creado 106.000). Esta es una clara señal de enfriamiento. Y hay gran ansiedad porque mañana sale el dato oficial de empleo total en EE.UU.

Y el miércoles próximo se realiza la reunión mensual de dos días de la Fed, donde se confirmará, o no, que mantiene su tasa base en 5,5% anual. Con ese marco, como abriendo el paraguas, ayer siguieron bajando las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,1% a 5 años, 4,1% a 10 años y 4,2% a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 0,3% contra el euro y la libra, 0,2% en China y 0,1% en Japón, pero bajó 0,4% en Brasil y México y achicó 0,7% en Chile.

El dólar en Argentina

Mientras tanto, en el mercado cambiario local, para frenar la corrida de los que se están pasando de Leliq a 28 días, a pases a un día, y a lo que sea, el BCRA fue obligado a realizar ayer en el mercado la mayor venta diaria en dos meses: nada menos que US$ 149 millones. Y al final del día la autoridad monetaria informó que Reconquista 266 tuvo que sufrir ayer una dura caída de US$ 175 millones en las reservas. Con eso, los contratos de dólar futuro volvieron empinarse: se volvió a pagar $772 para fin de diciembre, 113% por encima del valor actual, con todos los inversores especializados preguntándose si esa será la devaluación que viene. Así, ayer el dólar blue saltó $45 hasta $955, el Senebi subió $1,53 hasta $951,02, el MEP bajó $1,63 hasta $947,86 y el contado con liquidación saltó $27,42 hasta$ 936,94.

Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 150% y la del CCL con el mayorista fue del 158%. Mientras tanto, uno de los canales donde los inversores buscan refugio es en la compra de los regalados títulos públicos argentinos, que siguen con precios muy bajos. Con buen volumen, los bonos argentinos siguieron subiendo, al mayor nivel en casi tres años, y ayer el riesgo país bajó 41 unidades, hasta 1.896 puntos básicos, el menor nivel en un año En cuanto al valor de los papeles privados, ayer hubo también una señal que debe ser muy tenida en cuenta.

En este momento las malas noticias ya no son buenas noticias

Hasta ahora, cada vez que había una mala noticia laboral, el mercado festejaba porque suponía que se acercaba la esperada baja de las tasas de la Fed. Pero en este momento las malas noticias ya no son buenas noticias, ya que una fuerte baja en el empleo, puede provocar una recesión, entregar malos balances para las empresas y con ese combo hasta los inversores más arriesgados se calman. Así, ayer hubo una nueva baja en la bolsa de Nueva York: el Dow cedió 0,2%, el S&P bajó 0,4% y el Nasdaq achicó 0,6%. En tanto que la Bolsa de San Pablo bajó 0,9% y la de México cedió 0,1%. A nivel local, se volvió a vivir otra clásica ilusión bursátil, con la bolsa porteña subiendo en pesos pero bajando medida en dólares, con los ADR argentinos que se transan en Nueva York mostrando mayoría de bajas.

En detalle, con $21.741 millones operados en acciones y $17.719 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 1% en pesos pero bajó 3,7% en dólares. En el caso de los ADR hubo subas del 1% al 6% para Cresud, IRSA, Despegar y Central Puerto; pero baja del 1% al 3,5% para YPF, Edenor, Francés, Macro, Pampa E y Galicia.

Baja del petróleo

Detrás de todos los movimientos de monedas, bonos y acciones, las materias primas muestran que el escenario global se va poniendo tenso. Hubo, como dijimos derrumbe del 4,1% para el petróleo, los metales preciosos estuvieron mixtos, los metales básicos actuaron en descenso, los granos también resultaron con cotizaciones mixtas tanto en Chicago como en Rosario. Y en el sector de las criptomonedas el bitcoin subió otro 0,4%, pero con precios mixtos para el resto de los valores del panel, con el cardano claramente en alza. La rueda de hoy será la última del mandato de los Fernández. El ministro de Economía designado Luis Caputo dijo con claridad que recibe la peor herencia en la historia de la democracia.

Por eso, está trabajando intensamente para desarmar la bomba de Leliq, pero también planifica un gran corte del déficit fiscal, con un marcado recorte del gasto, salvo para los sectores más vulnerables. Y ayer, probablemente como botón de muestra de lo que está por venir, hubo tensión en Tucumán porque la flamante intendenta de la capital provincial, que acaba de echar a unos 2.500 empleados “irregulares”, terminó con amenazas de muerte, afirmando que “quieren dar un golpe institucional”, acusando a la oposición de instar a la violencia.

Las señales de Milei

Milei, mientras tanto, dio algunas señales. Anunció que se termina el gasto en pauta oficial: “no hay plata”. Y mantuvo una reunión con Guillermo Nielsen, que en su momento fue presidente de YPF, y cuando le dijo a Alberto Fernández que a la petrolera estatal le sobraba la mitad de los empleados, por presiones de SUPE, Nielsen terminó expulsado de compañía, y lo mandaron a seguir su camino en una embajada. Con todo esto, también a ciegas, las empresas están con entrega de productos en suspenso. Los comerciantes temen que se vienen grandes subas en los precios. Estiman 13% de inflación en noviembre y casi 20% en diciembre. Pero todos saben que si no se termina con lo que estuvo haciendo Massa hay riesgo de ir a una híper.

Los inversores especializados saben perfectamente cuál es el riesgo. Saben que vienen tiempos muy complejos. Por eso se bajaron a colocaciones a un día, listos para salir si todo se complica y buscar refugio donde sea.

Ayer, al final del día, la autoridad monetaria informó que Reconquista 266 tuvo que sufrir una dura caída de US$ 175 millones en las reservas

Fuente: El Economista