Gane quien gane estará obligado a realizar un ajuste de enorme magnitudes

Gane quien gane estará obligado a realizar un ajuste de enorme magnitudes

Distorsión: cómo nos vemos aquí y cómo nos ve el mundo 

El mercado local tuvo una rueda repetida: dólares libres débiles, bonos sostenidos y Bolsa seca y en baja. El mundo espera menos actividad y hay materias primas que caen. A nivel local estamos concentrados en el balotaje, pero inversores globales miran más lejos, y los números no dan.

Ahorristas e inversores

Mientras ahorristas e inversores internos estaban anoche en el trámite diario, esperando el debate entre candidatos a vice Villarruel y Rossi, luego de ver la actual debilidad de los dólares libres, el nivel sostenidos de los bonos (con el menor riesgo país en tres semanas) y una Bolsa de Buenos Aires que se seca y sigue perdiendo valor, los inversores externos están mirando una película más amplia, con una mirada que supera el balotaje e incluso el cambio de mando del 10 de diciembre.

“En realidad ya no importa quién gane estos debates, el balotaje, ni tampoco es significativo si asume Massa o Milei, el desequilibrio macroeconómico al que ha llegado la Argentina, con precios relativos completamente fuera de línea, ha llegado a tal nivel que, gane quien gane, deberá estar obligado a realizar un ajuste de magnitud, que Massa intentará hacer de manera lenta y Milei de manera rápida, pero con uno o con otro se viene o un momento de agonía o una extensa situación de dolor, que si no se repara terminará indefectiblemente en otra reestructuración de la deuda que aliviará, pero que tampoco arreglará nada”.

Palabras más, palabras menos, esa es la lectura que están realizando operadores y analistas externos, que no miran los números chicos del día a día, sino los números grandes. Computan que en 2024 es altamente probable que haya más ingresos de dólares por cosecha y por exportación de petróleo, y estiman que posiblemente el problema no será en ese momento, porque los vencimientos de deuda en dólares en el primer año del nuevo Gobierno no son tan grandes, pero en 2025 los pagos de capital son gruesos, y nada evitará que el país deba incurrir en una nueva reprogramación de compromisos.

El impacto electoral

De alguna manera, se descuenta que ya sea Milei el ganador, o ya sea Massa, habrá medidas para intentar poner las cosas más o menos en línea. Massa tiene programado meterle la mano nuevamente en el bolsillo a los privados, con la separata que envió en el proyecto de Presupuesto de 2024. Y Milei quizás lo intente aplicando ajustes en el sector público. Pero ni uno ni el otro tendrán mayorías suficientes como para que el Congreso apruebe esas intenciones, por lo que si no se consigue un acuerdo político, lo que no se haga de manera ordenada se terminará haciendo de manera abrupta, a través de los cínicos números de los mercados.

El FMI se sentará con las nuevas autoridades

En ese sentido, el ex miembro del FMI Claudio Loser estimó que una vez contados los votos en el balotaje “a partir del 21 de noviembre o del 10 de diciembre, el FMI se sentará con las nuevas autoridades, y les preguntará qué cosas piensan corregir y de qué modo lo van a hacer. Para la población, por supuesto, lo que se necesita de inmediato es bajar la inflación, pero en términos técnicos lo concreto es lo que el Fondo le pide a Buenos Aires desde hace dos años: que baje el rojo fiscal, que reduzca la expansión monetaria y que racionalice el sistema cambiario. .

No se puede seguir con 30 tipos de cambios, deben ir rápido a un sistema de tipos de cambio mínimo para la apertura de 2024. Yo tengo muchas dudas acerca de una dolarización rápida; a mí no me gusta una dolarización, de hecho una dolarización inmediata sería trágica porque llevaría a un caos, y hay caso como los de Ecuador en el que la dolarización no sirvió para terminar con el déficit”.

Según Moody´s

En tanto que Jaime Reusche, el que está a cargo en este momento de mirar los números de la Argentina desde la agencia de calificación Moody’s, “en la última parte de la administración del gobierno actual la economía acumuló tantas distorsiones que no se ve alternativa. Milei propone un programa de shock o rápido y Massa propone un proceso gradual, pero la falta de dólares es demasiado clara y una reestructuración es prácticamente inevitable.

En 2024 podría haber margen para ir avanzando, porque no hay tantos pagos de deuda, pero en 2025 la situación de flujos es demasiado importante y habrá mayor presión. Si Massa gana, intentará hacer correcciones mínimas sin ajuste traumático, y eso a largo plazo no solucionará el problema de fondo. Y si Milei gana, un recorte de gastos abrupto, generaría una menor actividad interna con una recesión bastante marcada.

Con ese contexto esperamos que la inflación de todo el 2023 esté entre el 180% y el 190% anual, y creemos que el dólar oficial, que hoy está a $350, termine pasando a la zona de los $1.500 por dólar oficial, lo que provocaría un gran impacto en la inflación. No vemos opciones fáciles, pero de alguna manera tienen que empezar a acortar los enormes desequilibrios de precios que estuvieron acumulando”.

Las tensiones globales

Mientras Argentina sigue enredada en su propio laberinto, en el mundo también hay de alguna manera dificultades difíciles de desanudar. Con tensiones geopolíticas que no ceden, la economía global se debate en plena desaceleración, sobre todo en China, y se está dando una expectativa de ir hacia una inflación más tranquila, con dificultades para los Bancos Centrales para hacer aterrizajes suaves, sin evitar situaciones recesivas.

Pero en ese contexto de menor demanda, ayer el petróleo sufrió un fuerte retroceso, hasta el peor nivel de este semestre, en tanto que los metales preciosos (que en su mayoría están en manos de los Bancos Centrales grandes), estuvieron para abajo, y otra vez, sólo las criptomonedas se mantuvieron nuevamente enarboladas.

Siguieron bajando tasas

Con la idea de ir a un aterrizaje suave, con alguna chance de recesión, ayer siguieron bajando las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,3% anual a 1 año de plazo, 4,5% a 5 años, 4,5% a 10 años y 4,6% a 30 años. Y a pesar de esa baja, como hay más desconfianza en los otros grandes bloques económicos, el dólar global siguió sostenido. De hecho, en el exterior el dólar saltó 1,7% en Chile, 0,7% en Brasil, 0,4% en Japón y México y 0,1% contra la libra y el yuan, y sólo bajó 0,1% contra el euro.

Y a nivel local, en un momento decisivo para el ministro candidato, el Gobierno siguió dándole a toda la exportación los mejores precios de los últimos tiempos (ayer el valor del dólar exportador fue de $498) y con eso hubo más liquidaciones, por lo que el BCRA pudo comprar US$ 37 millones en el mercado (y suma doce ruedas seguidas con compras), pero al final del día la autoridad monetaria sumar apenas US$ 8 millones a las reservas, en el año con mayor caída de reservas de todos los tiempos en Reconquista 266.

El dólar en Argentina

Con ese manejo temporal del mercado cambios, que se mantendrá hasta que se vote, el dólar blue no cambió y cerró a $890, el Senebi subió $1,80 hasta $882, el MEP bajó $12,70 hasta $845,66 y el contado con liquidación bajó $13,04 hasta $846,42 (alimentado por la liquidación de exportaciones). Por lo que la brecha entre el oficial y el blue se mantiene en 142% y la del CCL con el mayorista fue del 142%. Al mismo tiempo, con poco volumen operado, los bonos argentinos actuaron sostenidos y el riesgo país bajó 67 unidades hasta 2.458 puntos básicos, hasta su menor nivel en las últimas tres semanas, por lo que se mantiene en ese zig zag permanente desde que el país viene sumergido en elecciones permanentes en las provincias, en las PASO, en la primera vuelta y ahora en el balotaje.

Cierres mixtos en las Bolsas

En cuanto a papeles privados, con la idea de que la Fed no tiene espacio para seguir subiendo su tasa base, y con la dirección bajista de las tasas largas, hubo cierre mixto en la Bolsa de Nueva York: el Dow cedió 0,1%, en Nasdaq no se movió y el S&P subió 0,1% (por Morgan Stanley insistiendo que se viene una baja en los próximos meses). En tanto que la Bolsa de San Pablo cedió 0,1% y la de México retrocedió 0,4%.

Pero lo peor de todo el espectro bursátil volvió a estar en el mercado argentino. Con $8.279 millones operados en acciones y $12.279 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires se hundió otro 4,3%. Y, lo que es más grave, los ADR argentinos en Nueva York mostraron una caída en bloque del 1% al 4,5%, con Edenor, Despegar, Telecom, Loma Negra, Francés, TGS, Supervielle, Galicia, Cresud, Pampa Energía y Banco Macro como las peores del día.

Caída del petróleo

Por último, como dijimos, las commodities se van moviendo de acuerdo a la tendencia económica global, especialmente las menores compras de China. Así hubo un derrumbe del 3,1% para el petróleo, los metales preciosos apuntaron hacia abajo, los metales básicos actuaron mixtos, el trigo estuvo firme tanto en Chicago como en Rosario pero el maíz y la soja muestran cotizaciones sin fuerza. Y lo mejor del día, ante el temor de un descontrol generalizado, fue un nuevo aumento del 0,7% para el Bitcoin, que esta vez no vino solo, sino con avances aún mayores para el resto de las criptomonedas.

Fuente: El Economista