Empresarios: Unánime condena a los actos de vandalismo

Empresarios: Unánime condena a los actos de vandalismo

Voto dividido y alerta ante la dinámica de los saqueos

Hubo diferencias sobre la dolarización y las simpatías políticas

Tal vez por su falta de contacto personal, o por el resultado de las PASO,,

Javier Milei despertó curiosidad ayer entre los asistentes al Council of the Americas. El candidato ingresó al hotel Alvear por el garage y se reunió en uno de sus pisos con Eduardo Eurnekian, quien fuera su jefe hasta 2021, cuando saltó a la política y se convirtió en diputado.

Curioso. El grupo Eurnekian tiene a varios de sus alfiles presentes y pasados alrededor del libertario. Un caso conocido es el de Guillermo Francos. Y otro que se supo ayer es Nicolás Posse que pidió licencia para convertirse en el armador de los equipos de Milei. Lo llamativo es que varios ejecutivos de la poderosa Corporación América temen quedar ”demasiado pegados” a Milei. Y esa fue una de las bromas entre palmadas que les hacían sus pares de otras firmas.

Había otras inquietudes. ¿Llegaremos a la orilla? Fue el saludo de un banquero a otro cuando agitado se apresuraba por un lugar en la sala.

Nunca la reunión del Council estuvo tan colmada con los salones a pleno y el amplio lobby del Alvear también atestado. “Estamos en medio de la tormenta y el capitán no aparece”, completó el banquero. No en referencia a Alberto Fernández sino en función de quién podría surgir en las elecciones del 22 de octubre.

Eso sí, se mostró preocupado por la dolarización: “Nuestro negocio es prestar dinero, ¿ a quién le vamos a dar crédito en dólares? solo a un pequeño sector. Ya pasamos por esto”, soltó en obvia referencia a la explosión de la convertibilidad.

Otro tema de conversación de una jornada convocada para escuchar a los candidatos fue el ingreso a los BRICS. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, señaló: “Somos pragmáticos, es importante porque están nuestros principales socios comerciales, pero que el ingreso a ese grupo de países sea junto a Irán y con Rusia habiendo invadiendo Ucrania. Eso es inaceptable. Hay un límite”, soltó en línea con lo que minutos antes había expresado desde el estrado Patricia Bullrich.

A su lado esgrimían que Argentina ya no tiene margen de error. Alejandro Bulgheroni matizó: “Estamos frente a una gran oportunidad”.

En el coffe break los empresarios contestaban las preguntas con la condición de la respuesta anónima. No fue lo mismo en la noche del miércoles que concentró a Federico Pinedo por Patricia Bullrich, a Dario Epstein por Milei y a Gustavo Martínez Pandiani, por Massa. En esa comida con los sponsor del evento, además de la asistencia plena del grupo Eurnekian, se debatió sobre la dolarización. Pero el mensaje de los comensales se resumió en la necesidad de orden. A esa hora se informaban intentos de saqueo en Luján. “Estamos bajo el volcán”, se le escapó a un industrial bonaerense.

Martín Rappallini, presidente de la UIA bonaerense, describía la situación de zozobra en la provincia de Buenos Aires. “No está actuando la gendarmería, no hay reacción frente a una delincuencia que se aprovecha de la situación dramática de mucha gente”, señaló. El dueño de una cadena de supermercados del sur, elogió en cambio, a las policías de Río

Somos un banco y el negocio es prestar, ¿a quién daremos crédito en dólares?

Negro y Neuquén que previnieron los asaltos. Rappallini, a su vez, anticipó una caída fuerte de la actividad. Las ventas de ladrillos que son el primer escalón en la construcción bajaron 15%. Gustavo Weiss de la cámara de la Construcción advertía sobre el stock de obra pública en este momento y deslizaba que en el hipotético caso que Milei llegue a la Casa Rosada, deberá hacer algo al margen de su discurso sobre el fin de la obra pública.

“Solo pido normalidad”, decía Gabriel Martino ex CEO del poderoso HSBC. A su lado las respuestas de un puñado de empresarios dejaban entrever las preferencias electorales. Y lo llamativo es que había varios como Cristiano Rattazzi a los que les era indiferente Milei o Bullrich.

Fuente: Clarín