El mercado no le cree a la Argentina: Gradualismo is dead

Por MIGUEL ANGEL BOGGIANO, MA in Economics,The University of Chicago, Master de Finanzas de la U de San Andrés

En la apertura de las sesiones legislativas de este año, hace apenas dos meses, el Presidente Mauricio Macri nos repetía que lo peor había pasado. A esta altura, están a la vista los riesgos de pensar que la paciencia del mercado es infinita. Después de hacer la vertical en el Titanic durante mucho tiempo, es válido concluir que gradualismo is dead.

Desde el gobierno se hizo una pésima lectura de un contexto internacional que promete volverse aún más adverso para todos los países emergentes, incluida la Argentina. En este sentido hay tres factores que atentan mortalmente contra el gradualismo:

La tendencia mundial en el precio de los bonos es hacia la baja, lo que implica que sus tasas de interés implícitas están en franca tendencia alcista. ¿Por qué esto es importante? Porque estar en dólares ahora se vuelve más atractivo en términos relativos, ya que paga “un dividendo mayor”, dado justamente por el interés que se obtiene.

La Reserva Federal, por su parte, también vuelve más atractivo al dólar, pero por un canal distinto: buscará subir la tasa de interés de referencia (Fed Fund Rate) para combatir una incipiente inflación y un eventual recalentamiento del mercado laboral. No está mal también pensar que lo hace simplemente para volver a tener disponible este instrumento de política económica en la próxima recesión, sea cuando fuere que sobrevenga.

La Reforma Impositiva de Trump permite que las empresas estadounidenses que tienen ganancias localizadas fuera de los EEUU paguen un impuesto del 10% por repatriarlas en lugar del 35% que pretendía cobrar Obama. Trump tiene claro que el 10% de algo es infinitamente más que el 35% de nada. Si bien esto no impone una apreciación del dólar, dificulta la posibilidad de conseguir dólares fuera de los EEUU en lo que se conoce como el mercado eurodólares (El nombre eurodólar se presta para confusión: se refiere a todos los dólares fuera de los EEUU, aunque no estén en Europa)

¿Cómo se movió el dólar en los últimos 30 días frente a las diferentes monedas del mundo?

Argentina sufrió una depreciación del 8,26%, México del 5,25% y Brasil del 4,83%. Vale aclarar que siempre se utiliza como referencia el llamado «dólar mayorista», que es en definitiva el que determina el precio del dólar minorista que le llega al pequeño ahorrista.

¿Es grave una variación cercana al 10% en el tipo de cambio para la Argentina? El problema es que Argentina falló por mucho la meta inflacionaria en el 2017 y una nueva escapada del dólar probablemente implique tener una inflación para el 2018 del orden del 25%.

La gran dificultad viene por el hecho de que pretender domar la inflación y al mismo tiempo sincerar las tarifas de los servicios públicos es algo prácticamente imposible de lograr (las tarifas agregaron aproximadamente un 8% a la inflación anual de 2017 y 2018)

¿El anuncio de Dujovne fue el correcto? Sin duda en la dirección correcta. Pero también se podría decir que fue demasiado poco y demasiado tarde. Hasta ahora es sólo una promesa un ajuste ligeramente más rápido.

¿El 40% de tasas del BCRA fue un anuncio inteligente? Parece más bien un acto de desesperación: subir 1275 puntos básicos la tasa de interés en menos de 10 días, es algo totalmente atípico. Pero no sólo eso: impone un efecto colateral muy negativo en la economía real. No hay dudas que en este caso, el remedio parece peor que la enfermedad. ¿A qué tasas se podrá financiar una PyME? ¿Qué tasa de interés se deberá pagar por los saldos acumulados de las tarjetas de crédito?

Además del enorme costo operativo que impone al accionar natural de la economía real, la pregunta obvia es: ¿quién, cuándo y cómo empezarán a bajar esa tasa? ¿Qué sucedería si la tasa a 10 años que hoy está en 3% se colocara en 3,5% en los próximos meses? Podría ser un triste dejá vu.

Con el anuncio, el dólar cayó hasta $21.34 para recuperar durante todo el día hasta $21.80. Esto equivale a una mezcla de incertidumbre con falta de credibilidad. Lo que nos debe quedar claro es que lo peor, no pasó. Para poder decir esto, el gobierno debe tomar al toro por las astas y enterrar al gradualismo.