El frente externo no mejora

Pasados dos meses de 2018, no hay señales de reversión en la tendencia que se tradujo en el déficit comercial histórico cerrado en 2017.
Las exportaciones totalizaron USD 4.294 millones, 10,1% por encima del guarismo registrado un año atrás, mientras las importaciones crecieron al 26,3%, ubicándose en USD 5.197 millones.
El déficit acumulado supera así los 1800 millones, por lo que pasados sólo dos meses de 2018 tenemos ya casi un cuarto del déficit del año pasado.
Las exportaciones
Las exportaciones argentinas alcanzaron usd 4.294 millones en el mes de febrero, lo que implica una suba de 10,1% interanual. A diferencia del registro de enero, el efecto precio explica 70% de la suba. No obstante, cabe recordar que la base de comparación es un febrero flojo del año pasado.
Fuera de la línea trazada en 2017, las Manufacturas de Origen Industrial no tuvieron un rendimiento de alto vuelo. Las ventas de este rubro crecieron 9%, mucho menos que el 32% registrado en enero (es cierto que en términos de volumen estuvieron mucho más cerca, 8% vs 13%).
Nuevamente las automotrices (suben 62%) fueron el motor de las MOI, mientras el otro peso pesado, química, contrajo sus ventas un 13%. También cayeron significativamente las ventas de metales preciosos y sus manufacturas (-22%). Como nota positiva, las exportaciones del sub rubro metalurgia crecieron 43,9%.
Los cerealeros empezaron a liquidar stocks. Eso explica que las exportaciones de Productos Primarios hayan subido 13,8% (13,5% en cantidad). Unos 200 millones extra en exportaciones de maíz impulsan al rubro cereales, que crece 35% interanual. El trigo no tuvo un buen rendimiento (cae 2% respecto del bimestre enero-febrero 2017), aunque esta situación debería revertirse cuando arranquen las ventas a Brasil.
Este rubro, el màs impactado por la sequía, acompañarà al maíz donde se esperan unos 1000 millones menos en ingresos por exportación. Las exportaciones pesqueras aportan el dato positivo del rubro, expandiéndose 23,5%.
Las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) mostraron un virtual estancamiento en febrero (-0,4%) y caen 5% si se analiza el acumulado en 2 meses. Los productos derivados a la soja (aceites y pellets) explican el grueso de esta situación, cayendo los rubros Grasas y aceites y Residuos y desperdicios de la industria alimenticia en el orden del 14,7% y 10,1% en lo que va del año.
La caída fue un poco menor febrero contra febrero: -2,2% y 3,4%. El que si tuvo un buen rendimiento fue el rubro carnes: subió 23% mes contra mes. Aunque esperamos que esto continúe el resto del año (en toneladas exportadas esperamos un incremento en torno al 16% para 2018), esto no será suficiente para compensar la mala cosecha, ya que representa apenas 6% de las MOA.
Combustibles y energía, de baja incidencia en el total (apenas 8% del valor exportado) experimentó una fuerte expansión del valor exportado, que se situó 83,6% por encima en términos interanuales. Las exportaciones de biodiesel cayeron 28 millones en comparativa con 2017, cuando el mercado norteamericano todavía estaba abierto.
Viendo el primer bimestre del año, podemos concluir que difícilmente se sostenga este nivel de crecimiento de los valores exportados, principalmente ya que en los próximos meses se empezará a notar el impacto de las cantidades exportadas por la sequía. Esta caída no será dramática ya que los ingresos del sector van a morigerarse con utilización de inventarios de soja (se estima un stock de soja en torno a los 15 millones de tn) pero si lo suficiente como para ubicar la variación interanual apenas por encima del estancamiento. Las MOI todavía tienen margen para crecer viendo los últimos datos desde Brasil (Ministerio de Industria de éste país informo un incremento del 17,7% de las importaciones desde Argentina) y serán las que definan la cifra final del guarismo.
Las importaciones
Luego de un fuerte aumento en el arranque del año, las importaciones no dieron tregua durante febrero, desacelerando apenas hacia un crecimiento de 26,3% con respecto a febrero 2017. Con esto, el primer bimestre de 2018 acumula un valor importado de USD 10.933 M y un aumento interanual cercano al 30%. Esto se contrasta fuertemente con el mismo periodo de 2017, que acumulaba un incremento de 2,9%.
Tal como hemos observado durante periodos pasados, fueron las cantidades importadas las que explicaron en gran parte el aumento en el valor importado durante el periodo (+25,5%). Por su parte, el nivel de precios de los productos importados tuvo un incremento por debajo del 1%, anotando una suba de apenas 0,7%.
Mientras los demás rubros mantuvieron la tendencia de crecimiento similar a periodos pasados, el crecimiento en la compra de Bienes de Capital anotó una desaceleración durante el segundo mes de 2018. La importación del rubro, ligado al comportamiento de las inversiones, creció 7,3%, llamativamente por debajo del crecimiento de 29,5% de enero.
Cabe destacar que esta desaceleración en el rubro surge de la fuerte baja en las importaciones de los Equipos de transporte industriales (-40,8%). Esta caída abrupta se puede explicar en gran parte por una menor importación de camiones, efecto de la sequía en la región pampeana, que impacta en la necesidad de transporte de carga de la cosecha. También se puede atribuir a un adelanto de compra en enero (+10,8%), que habitualmente se dividía entre los primeros dos meses. Es importante recalcar que el resto de los Bienes de Capital, una vez excluidos los Equipos de transporte, continuó en línea con el mes previo, incluso acelerando la mejora (+41,7%).
Por su parte, los dos rubros de mayor peso en las importaciones, Bienes Intermedios y las Piezas y Accesorios para bienes de capital, profundizaron la tendencia positiva que se registra desde fines de 2017. Los Bienes Intermedios, explicado en gran parte por subas en los productos químicos, los metales y sus manufacturas y el plástico y caucho, apuntaron una suba de 35,4%. A su vez, las Piezas y Accesorios registraron un incremento de 39,8% en febrero, acumulando una suba de 26,8% en el primer bimestre de 2018.
Las compras a Brasil, que explicaron un 29% de las importaciones totales del mes, continuaron traccionando buena parte del incremento general. Con un aumento de 21,9%, las importaciones del principal socio comercial también anotaron una leve desaceleración. Lo mismo se vio desplegado en las importaciones de Vehículos, rubro en el cual Brasil define el comportamiento. Las compras se desaceleraron con respecto al mes anterior, anotando un crecimiento de 25,1% en las importaciones totales y de 24,9% en aquellas provenientes de Brasil. Este fenómeno se puede comprender por una desaceleración general del mercado automotriz, junto con una adecuación en la política de sourcing de las terminales automotrices.
Sin alivio para el rojo comercial
El resultado del intercambio comercial argentino en dos meses de 2018 llega a 1872 millones de dólares, 7 veces el rojo acumulado a esta altura en 2017. Acumulamos así un semestre de un déficit promedio de 1000 millones al mes. Con ésta tendencia, el escenario de mínima es un déficit de 12 mil millones, especialmente teniendo en cuenta que la sequía le quitará alrededor de un punto y medio a la suba de las exportaciones. En contexto de suba del consumo y la inversión, sería raro que se evidencie una baja abrupta en los volúmenes importados.
A nivel bilateral, vemos que crecieron los rojos con China (muy fuerte, 78% respecto al primer bimestre del año 2017) y con Brasil, mientras el déficit con estados unidos cayó (343 millones en dos meses contra 457 el año pasado) en línea con una disminución de los flujos comerciales con éste país. La exclusión o no de Argentina a los aranceles al acero y aluminio argentinos sin duda influirían en la evolución de ésta tendencia en los próximos meses
Aunque algunos factores de corto darán cierto viento de cola (dólar en suba, recuperación brasileña), las exportaciones seguirán corriendo de atrás a las importaciones, ya que independientemente de los vaivenes de la coyuntura el déficit estructural de las cuentas externas augura un rojo reciente que se estabilizará en los próximos años en torno al 2% del PBI.

Fuente: Consultora ABECEB