Desde el Gobierno defienden la medida tomada contra las low cost

Desde el Gobierno defienden la medida tomada contra las low cost

La ANAC planteó que la aplicación de precios mínimos en las tarifas aéreas genera más «sustentabilidad».

El Gobierno salió a defender la decisión de reinstaurar las bandas de precios mínimos y máximos en las tarifas aéreas de cabotaje, una medida que no sólo aleja a los usuarios de acceder a tarifas bajas para volar sino que sobre todo, protege a Aerolíneas Argentinas contra JetSmart y Flybondi, las únicas competidoras que le quedaron en el mercado local.

El argumento oficial corrió por cuenta de la titular de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, quien planteó que las «guerras de tarifas» finalizaron con la desaparición de la mayor parte de las líneas aéreas que operaban en cada uno de los dos períodos en que rigió esta modalidad, durante el menemismo y el macrismo.

Decreto 879

La semana pasada, a horas de la Navidad, el Poder Ejecutivo emitió el Decreto 879 con el cual ordenó al ministerio de Transporte que se vuelva a un sistema de bandas tarifarias.

El decreto, además, prevé limitar las frecuencias y capacidad de pasajeros a las aerolíneas extranjeras que aterrizan en Ezeiza y otros aeropuertos internacionales.

La norma navideña también derogó otra resolución de la «revolución de los aviones» de Macri, que desregulaba los servicios de rampas de los aeropuertos. Ahora, la empresa estatal Intercargo recuperó potestades para tener el monopolio de ese servicio en todos los aeropuertos del país.

Pero el nudo de ese decreto, que desató una catarata de críticas tanto desde la oposición como desde sectores vinculados a las líneas aéreas, fue la reinstauración de las bandas tarifarias, en particular de la tarifa mínima, que fue eliminada en 2018.

Si bien el actual contexto de pandemia se caracteriza por precios caros y pocos asientos disponibles, lo cierto es que las «low cost» le siguen planteando cierta competencia a Aerolíneas a la hora de vender algunos de sus asientos más baratos (cada avión suele tener entre 20 y 30 tarifas diferentes) . Por ejemplo, un viaje ida y vuelta de Buenos Aires a Córdoba para comienzos de abril arranca en $15.004 en el caso de Aerolíneas, contra $6.937, en las mismas fechas, con Flybondi.

Para Tamburelli, esa flexibilidad de las tarifas mínimas es algo que no puede terminar bien.

«Las bandas tarifarias constituyen un sistema que históricamente rigió en Argentina, para asegurar un sistema de transporte aéreo sustentable a corto, mediano y largo plazo, que por sus características específicas necesita evitar tanto precios predatorios como precios abusivos», dijo la funcionaria, a través de un comunicado.

Agregó: «A lo largo de la historia, en dos oportunidades se permitió una flexibilización de tarifas mínimas, que desataron una guerra de precios estudiada a nivel mundial, porque culminó con la desaparición de prácticamente todas las empresas involucradas».

Para la funcionaria, las nuevas restricciones para «la venta indiscriminada de tarifas por debajo de los costos operativos» de los vuelos le genera «sustentabilidad» a las aerolíneas locales.

Tamburelli, al igual que en los considerandos del Decreto 879 del Poder Ejecutivo, no mencionó a las sucesivas devaluaciones del peso, tanto durante el gobierno de Macri como del actual gobierno, como una de las causas que les generan a las aerolíneas las situaciones de quebranto.

Cierres y achiques

Lo cierto es que fue a partir de la devaluación de abril de 2018 cuando comenzaron los cierres y achiques de LATAM Argentina, Avian/Avianca de Argentina, Andes y Flyest, entre 2018 y 2019.

Cuando el actual gobierno estaba a días de asumir, en diciembre de 2019, Norwegian -que había llegado apenas un año antes- anunció su salida del país, con la venta de sus activos a su competidora JetSmart.

Meses más tarde, ya en pandemia, fue el cierre de LATAM Argentina: en su presentación ante el ministerio de Trabajo mencionaron la guerra de tarifas como parte del deterioro sufrido a partir de 2018. Pero la mayor parte de las 60 páginas de aquel descargo fueron, principalmente, contra los gremios aeronáuticos.

Menos competencia. Para el Gobierno, el piso tarifario protege a Aerolíneas Argentinas de los precios «predatorios».

Fuente: Clarín