Criptomonedas: ¿está en bitcoin la única oportunidad de ganancias?

Ya no representa novedad alguna en el mundo financiero citar al bitcoin como una nueva y sorpresiva inversión dentro de las carteras de los fondos más conocidos. Es así tanto que, y más allá de su valor de mercado, cada vez más personas son las que comprenden de qué trata, a qué apunta o bien que intentan informarse sobre cómo se puede acceder a tener sus primeras fracciones de esta criptomoneda.
Tampoco resulta novedoso hablar de lo volátil que es el bitcoin, de su máximo en diciembre de 2017 cercano a los 20.000 dólares por unidad, como tampoco su mínimo, tan sólo un mes después en los 6.000.
Este ha logrado sorprender para bien o para mal a todo tipo de inversores, desde particulares hasta los más grandes, que siguen aún analizando el real sustento que tiene como inversión, como tecnología o resguardo de ahorros.
Como hemos citado en columnas anteriores y también en diversos medios de comunicación y redes sociales, es este punto el que ha generado (y sigue haciéndolo) una notoria disparidad de opiniones que permite ver desde férreos adeptos a múltiples detractores.
Hasta hace unos meses, teníamos que adentrarnos en foros específicos o estar dialogando con alguien que realmente estuviera en tema para poder informarnos, o bien entender si el precio subía o bajaba, si la tecnología se utilizaba en algo nuevo o no. Hoy ya es algo sumamente normal observar que se hable sobre bitcoin en charlas de café, amigos, foros de Facebook, o ver incluso un apartado en los sitios web de información financiera con algún dato relevante al tema.
Por nuestra parte y al respecto de la disparidad citada a nivel de opinión general, seguimos presentándonos en un punto neutral respecto de aquellos que lo nombran como la «más grande burbuja financiera de todos los tiempos» o del otro lado quienes lo ven como la «mayor disrupción tecnológica y financiera». Este es un interrogante que sólo el tiempo, la experiencia y lo que vaya ocurriendo en los mercados junto con los avances como sociedad mundial podremos responder.
Mientras tanto, siempre será importante intentar analizarlo desde nuestra humilde visión y formación de Analistas Técnicos y Elliottistas, para ver de corto, mediano y largo plazo que esperamos y por supuesto, poder tomar el debido crédito a cada movimiento que realice, sin importar si sube o baja.
Pero también existe un ámbito aún poco explorado o descubierto por los inversores, que poco a poco va tomando su lugar en relevancia: nos referimos a la familia de criptomonedas de menor valor, de menor conocimiento popular, pero que también nos abren un universo muy interesante a la hora de diversificar nuestra inversión, sobre todo si uno actúa en su portafolio como un amante del mundo crypto, pero quiere también afrontar con menos riesgo la conocida volatilidad que sabemos tiene bitcoin.
Como primera salvedad nombraremos entonces aquellas criptomonedas que se presenta como las de mayor expansión y crecimiento tanto a nivel tecnológico como financiero para luego como corresponde poder enfocarnos en nuestra especialidad, que es dar nuestra visión técnica, como una gran área de oportunidad para este 2018 que recién comienza que promete mucho al igual que lo que fue el anterior año.
Como bien todos sabemos, el bitcoin es la «niña bonita» de las crypto, con un market cap increíblemente superior a las demás, pero también tenemos en notorio crecimiento a Ethereum, Ripple, Litecoin, IOTA, Dash, entre otros.
¿Cuál es la diferencia (fuera del valor y el volumen) entre estas monedas? ¿Por qué comienza a ser la moda en el mundo crypto la emisión de nuevas? Básicamente la respuesta a estas preguntas son las distintas utilidades que se le pueda dar a la tecnología y cadena de bloques sobre la que están montadas y desarrolladas. Nos referimos entonces en este punto que va mucho más allá en este punto la cuestión financiera. Si bien, para poder desarrollar cualquier tipo de producto tecnológico uno siempre precisa inversión, en la creación de nuevas monedas se intenta forjar que sean únicas en su utilidad o que cubran necesidades específicas y sobre todo que sean altamente escalables desde el punto de vista del desarrollo tecnológico. Así tendremos como el gran fuerte de Ethereum ser la primera moneda que permite crear contratos inteligentes y que realiza envíos de dicha moneda en un tiempo aproximado de 30 minutos (contra un mínimo de una hora que puede demorar bitcoin), Ripple tiene un sistema de confirmaciones de transacción basado en el consenso de los miembros de la red (a diferencia del proceso de minado de bitcoin),
Litecoin es la moneda por excelencia basada en Scrypt, IOTA con un revolucionario sistema de confirmaciones que son más rápidos, sin costo, sin límites de manejo de transacciones, y siendo la primera crypto que tiene como objetivo principal trabajar con la famosa «Internet de las cosas» para poder llevarlo hacia la «Economía de las cosas».
Esto nos permite descubrir que el valor intrínseco de estas monedas no va sólo por ser «revolucionarias» contra el sistema de pagos tradicional, sino por ser modelos que se presentan como más o menos escalables, con mayores o menores virtudes respecto del «espejo» que representa bitcoin y dentro de la tecnología misma de Blockchain.
Si a nivel fundamental se ven oportunidades de expansión en estas monedas, podemos también y dado que son con volumen creciente (por ende, con mayor participación de nivel masivo) analizarlas desde nuestro lado fuerte, que es el Análisis Técnico y Teoría de las Ondas de Elliott.
Vamos a enfocar entonces nuestro análisis en Ethereum; la segunda moneda en la escala de volumen y en constante crecimiento y adeptos a nivel de inversores.
Hablando un poco de noticias relevantes para esta moneda, podemos ver cómo las últimas ICO (por sus siglas en inglés Initial Coin Offering) de seis proyectos a gran escala en Blockchain (OmiseGo, Golem, Cosmos, Maker, entre otros) han creado en conjunto un fondo para permitir estudios, avances y nuevos proyectos dentro de todo el ecosistema Ethereum por un monto nada más ni nada menos que de 180 millones de dólares.
De mismo modo, en diversos momentos del año pasado pudimos ver cómo países como Sudáfrica, Brasil, entre otros, inspeccionaron qué usos podría darse a este tipo de cadena de bloques, aun sin resultados palpables, pero ya mostrándonos que no es algo menor que un país mediante sus ministerios o secretarías encargadas del área de tecnología comiencen a evaluar estas cadenas de bloques para brindar soluciones a sus problemas de todos los días, o incluso cuestiones más de fondo.
Pasando ahora sí a nuestra especialidad, la que llevamos en forma mixta hace 30 años en Ruarte Reports, y que ante estos avances trabajamos día a día en adaptarla para este novedoso mundo tecnológico financiero, consideramos que ETH tuvo una escalada alcista típica de una onda 3en la Teoría de Ondas de Elliott (que fue coincidente con subida misma de bitcoin hacia u$s20.000) donde llegó a superar un valor de 1.400 dólares por unidad y una posterior descompresión en los precios, que coincide con lo que se denomina un ABC correctivo que aún no confirma al 100% el haber terminado la C misma habilitando varios posibles escenarios en mediano plazo.
¿Cómo se podría operar entonces esta crypto?
De nuestro lado vamos a prestar especial atención a una zona clave de soporte (por consiguiente zonas de compra) que está comprendida en la zona que va desde 800 a 700 dólares, mientras que del lado opuesto observamos como resistencia la línea de tendencia bajista que se traza desde el máximo histórico y que al día de la fecha ronda aproximadamente en los 1.000 dólares.
Es decir, en nuestra operatoria iremos acumulando parte de nuestro capital en la zona de soporte, para buscar objetivos superiores al 25%, y con un stop loss muy acotado en la zona que comprende desde 699 a 600 dólares. Mientras que del otro lado consideraremos también una señal alcista de compra superando la línea de tendencia bajista anteriormente citada.
Para inversores un poco más inmersos en el manejo de herramientas de trading, se puede ir combinando estos análisis y operatorias mediante el pasaje directo entre monedas, es decir, no contra dólar norteamericano, sino pasando por ejemplo de Bitcoin a ETH, de Ripple a ETH, entre muchas más opciones y que habitualmente presentan un cuadro de comisiones bastante inferior que el pase entre criptomoneda a dólar y viceversa.
Recomendados para realizar este tipo de operatoria tenemos a exchanges extranjeros como Bittrex, Bitfinex, Poloniex, Kraken, entre otros.
Recordar que en todos los casos, los objetivos de ganancia respetan el principio de «target mínimo», es decir que pueden superar tranquilamente los puntos citados, pero en nuestra experiencia, un buen manejo de la ambición y una sana toma de ganancias nos aseguran ya el beneficio necesario para el portafolio de inversión. En todo caso y superados esos puntos, se analizarán nuevos puntos de ingreso al mercado. De igual modo, si se cumplen los stop loss, se procederá a realizar un nuevo análisis que permita ver los puntos de freno de una eventual baja y desarme del análisis presentado en esta nota.
Nuevamente y de nuestro lado, les deseamos una buena experiencia en el mundo crypto y de sus inversiones.
FUENTE: Ámbito