CEPO duro: Los proyectos petroleros pierden competitividad

CEPO duro: Los proyectos petroleros pierden competitividad

Las empresas que quieran importar podrán acceder a los dólares oficiales solo 180 días después de realizada la operación. La alternativa es apelar a dólares propios, financiamiento bancario, con el consiguiente costo adicional, o, en el caso de las empresas extranjeras, financiamiento aportado por sus casas matrices.

Las últimas restricciones dispuestas por el Banco Central para acceder al mercado cambiario generaron un cimbronazo entre las empresas que fabrican bienes de capital e insumos para abastecer a la industria del petróleo y gas. La generalización del plazo a 180 días para acceder a los dólares necesarios para pagar las importaciones amenaza no solo la viabilidad de sus actividades sino también la competitividad de los proyectos de producción de petróleo y gas en el país.

BCRA

Mediante la Comunicación “A” 7532, el BCRA limitó aún más el acceso de las empresas al mercado de divisas, en un intento por reducir la salida de dólares por importaciones y acumular reservas para cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Concretamente, la autoridad monetaria generalizó el alcance de las Licencias No Automáticas de importación sobre buena parte de los bienes y servicios importados, incluyendo no solo artículos de consumo sino también materias primas, bienes intermedios y bienes de capital. Las SIMI B (una categoría de importaciones correspondientes a las Licencias No Automáticas) pueden acceder al mercado cambiario a partir de los 180 días del despacho a plaza. La medida regirá hasta septiembre y es para hacer frente al faltante de dólares que sufre la Argentina.

Importaciones

Para las empresas que quieran realizar esas importaciones significa que podrán acceder a los dólares para pagar las mismas solo 180 días después de ingresados al país. La alternativa es apelar a dólares propios, financiamiento bancario, con el consiguiente costo adicional, o, en el caso de las empresas extranjeras, financiamiento aportado por sus casas matrices.

La generalización del plazo de 180 días despertó una fuerte preocupación en la gran mayoría de los sectores productivos y cámaras empresariales. El planteo general es que es imposible obtener financiamiento a esos plazos, lo que hace virtualmente imposible importar para producir y retrasa o vuelve inviable la producción. La expectativa general es que el gobierno revierta o revise la medida si quiere evitar un parate mayor en la economía, algo que luce difícil que suceda en los próximos días tras la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán.

Cimbronazo entre fabricantes

Si bien la situación afecta a la actividad productiva de las compañías en general, empresas que fabrican bienes de capital e insumos necesarios para la producción petrolera y gasífera y algunas cámaras vinculadas con esa actividad consultadas plantearon un escenario muy complejo para la viabilidad de sus operaciones y advirtieron que va a contramano de los buenos niveles de actividad que venían registrando.

Un empresario metalúrgico bonaerense que produce bienes de capital para la industria petrolera explicó que independientemente del carácter temporal de la medida el principal riesgo para las empresas en este momento es defaultear sus compromisos vigentes con los proveedores extranjeros y perder el crédito. “El BCRA pasó todas las operaciones de comercio exterior a 180 días y los proveedores del exterior no dan ese crédito. Los que nos daban crédito a 60 días los perdemos por no poder cumplir. Con lo cual, se nos cae también el crédito de los proveedores”, explicó.

ADIMRA

La pérdida del financiamiento generaría un golpe particularmente fuerte para el sector. Desde el Grupo Argentino de Proveedores Petroleros (GAPP), una asociación que agrupa más de 140 empresas fabricantes de equipamiento y proveedores de servicios para la industria petrolera, expresaron que la normativa atenta contra la recuperación pospandémica en el rubro.

“La fabricación de bienes y servicios para Oil & Gas fue uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Además tardó en recuperarse, sobre todo con una alta inversión en personal. El sector recién empezó a repuntar en el último tercio del año pasado, quizás desde la mitad para algunas empresas. Y hoy, que empezaban a ocupar capacidad ociosa, aparece esta norma”, graficaron desde la entidad.

Un buen momento

Desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), una entidad que nuclea también a empresas metalúrgicas que abastecen a la producción petrolera, coincidieron en que el momento de la industria es bueno pese a las dificultades generadas por la pandemia y la guerra en Ucrania. “La industria sigue creciendo a pesar de todo esto. No hay un solo empresario de las 22.000 empresas metalúrgicas que digan que están sin trabajo. Hay incluso falta de personal. Hay mucha más actividad”, explicó una fuente de la entidad.

No obstante, el endurecimiento del cepo para las actividades productivas genera dudas y suma incertidumbre. “Hay una especie de situación contradictoria entre la actividad y la dificultad básica para importar insumos del exterior que va a redundar en caída de la actividad, si esto sigue así”, expresó la fuente.

Gasoducto Néstor Kirchner

Un punto repetido en algunas conversaciones con este medio es la alta probabilidad de que la normativa genere un retraso todavía mayor en la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Desde GAPP confiaron que quieren trabajar junto a las petroleras, empresas operadoras y el gobierno para “tratar cuáles son los proyectos prioritarios para revertir el déficit de la balanza energética y cómo eso se traduce en poder destrabar las dificultades de importación de insumos y componentes para esos proyectos”. “Esta articulación tiene que ser inmediata, no tenemos mucho más margen de espera”, añadieron.

La resolución del BCRA se suma también a un DNU reciente que flexibilizó las importaciones de bienes de capital para la producción petrolera y que preocupa en particular a los fabricantes nacionales. “Si no revierten estas medidas, destruyen el sector de fabricantes de bienes de capital para la industria petrolera”, advirtió el empresario bonaerense.

“Impacta en la competitividad de los proyectos”

Las nuevas dificultades para importar no pasan desapercibidas entre las petroleras y compañías operadoras en los yacimientos. Una medida de este tipo tiene impactos en la competitividad de los proyectos de petróleo y gas en Argentina. “No se van a frenar los proyectos, pero sí hay un impacto por el lado de su competitividad con respecto a proyectos en el resto del mundo. En concreto, los bienes de capital, la maquinaria fundamental para seguir ampliando la capacidad de la producción, vas a tener que salir a buscar todo eso con un plazo a 180 días. Es difícil encontrar quien te lo cubra, o internamente financiarte en casa matriz. Eso le quita competitividad al proyecto”, explicaron desde una petrolera extranjera.

El espectro de una afectación inmediata en la producción de gas y petróleo por la falta de equipos e insumos no emerge con fuerza aún entre las operadoras, pero sí fue planteado entre algunas empresas que las abastecen, sobre todo en lo referido con el mantenimiento de las operaciones actuales en los pozos. “Las operadoras se van a dar cuenta recién la próxima semana cuando se encuentran que los proveedores no tienen materia prima o producto. Les va a comenzar a hacer ruido”, pronosticó un empresario industrial.

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