Argentinos estafados en banco uruguayo

Una ejecutiva de cuentas actuó de manera irregular y tomó fondos de los clientes. El comunicado oficial de la entidad bancaria involucrada en el caso. La estafa superó los 3 millones de dólares.
Fue una maniobra silenciosa y planificada al detalle. Tanto que los autores lograron mantenerla oculta durante una década, sin que las víctimas detectaran las irregularidades. Sin embargo, el sueño del golpe perfecto se derrumbó a finales del año pasado, tras la muerte de uno de sus protagonistas, y una investigación judicial reveló una estafa millonaria contra ciudadanos argentinos que tenían plata guardada en una sucursal uruguaya de un banco suizo.
Las víctimas habían depositado parte de su dinero en la sede de Montevideo del Banco Heritage. Según se desprende de la investigación, la estafa fue llevada a cabo por una ejecutiva de la entidad que extrajo dinero de las cuentas de algunos clientes para inyectar ese capital en empresas del rubro gastronómico y comercial de su marido, quien además era mecenas del club de básquet Welcome, ubicado en el barrio Palermo de la capital uruguaya. Si bien no hay cifras exactas, los medios locales informaron que el desfalco sería de US$ 3,5 millones de dólares, aunque se especulaba con que podría alcanzar los US$ 20 millones.
La acusada, que tenía un cargo gerencial, podía manejar discrecionalmente el dinero y estaba al frente de una cartera de 180 clientes, la mayoría argentinos que habían elegido la plaza financiera uruguaya para gua- recer sus ahorros y hacer inversiones. Realizó estas maniobras fraudulentas entre 2006 y 2017.
El modus operandi era el siguiente: la funcionaria, que evidentemente gozaba de la confianza de compañeros, autoridades del banco y clientes, viajaba entre dos y tres veces por mes a Argentina y retiraba dinero de las cuentas de las víctimas en casas de cambio. Para tapar las maniobras, les entregaba a los clientes estados de cuenta falsos, en los que no figuraba ninguna extracción. Al mismo tiempo, para justificar esos movimientos de dinero, enviaba faxes al banco a nombre de los titulares para dejar constancia de los distintos pedidos de extracciones.
La operación recién comenzó a develarse en noviembre del año pasado cuando, en el marco de la acogida al blanqueo de capitales promovido por el gobierno de Mauricio Macri, un cliente argentino se presentó en la casa central del banco en la Ciudad Vieja de Montevideo y denunció un faltante en su cuenta. A partir de esta denuncia, la institución realizó una auditoría interna por la que detectó irregularidades en cerca de cuarenta cuentas y que eran apócrifos los faxes que recibían, con las autorizaciones para el retiro de fondos.
En ese momento, la funcionaria acusada estaba de licencia, porque días atrás su marido se había quitado la vida. Según consignó el sitio El Observador, la mujer asumió su autoría en la defraudación y está colaborando con el banco y la Justicia para determinar qué cuentas fueron afectadas.
Según informaron fuentes del caso, a los investigadores les llama la atención que, en diez años, ningún cliente efectivizó denuncia alguna de faltantes en su cuenta y que las autoridades del Heritage no hayan controlado debidamente los famosos faxes de luz verde para las extracciones ni hayan tampoco tenido indicio de este entramado de engaño.
La magistrada María Helena Mainard, a cargo de la causa, dispuso -a pedido de la institución bancaria- un embargo genérico preventivo por US$ 3 millones y el cierre de fronteras contra la ejecutiva, quien por el momento sigue en libertad.
La acusada viajaba entre dos o tres veces por mes a Argentina para retirar el dinero de las víctimas.
FUENTE: Clarín