Beto Casella: "No sé si Cristóbal López no es dueño fantasma desde la cárcel"

Protagoniza el pase radial del año, con su debut en Rock & Pop. Cree que el país sigue crispado como en la era K. Pero apuesta por la reelección de Macri.

Los hermanos Angus y Malcom Young, de AC/DC, miran con gesto desafiante, junto a un sonriente Bon Scott, desde la tapa de Highway to hell. La aspereza de Lemmy Kilmister, de Motörhead, contrasta con el glamour de Bono, escoltado por The Edge y los demás integrantes de U2. Las portadas de The Wall Live, de Roger Waters, y Some girls, de los Rolling Stones, también lucen, como los otros pósters, enmarcadas. Todas, con su correspondiente pieza de memorabilia: placa, ticket de algún recital histórico, disco de oro o platino, según el caso.
En la Rock & Pop, “el rock vive”. Y las paredes de esa sala de reuniones del tercer piso del edificio de la calle Conde, lindera a la Dirección General, rinden culto a esa proclama.
Beto Casella –a 57, a un par de meses de los 58– se acomoda. El pelo canoso, revuelto. Con su piel bronceada, viste una camisa blanca, con puntos negros, tipo slim fit, por afuera del jean celeste claro. Abiertas, sus mangas dejan ver sus tatuajes. Las zapatillas, también, son de un blanco impecable. Ya probó un sorbo de su café, endulzado con azúcar negra. “No he sido mucho oyente de la Rock & Pop. Soy de escuchar mucho AM, bicho de la AM desde chiquito”, confiesa, consultado sobre cómo se lleva con una emisora que, pese a su presente –cerró diciembre décima entre las FM, con 2,8 puntos de share, según Ibope–, carga con una legado histórico.
Casella arrancó este 1º de febrero su programa, Bien levantado, que va de 9 a 13, el horario que, en los años de gloria de la emisora de Colegiales, históricamente perteneció a uno de sus máximos emblemas, Mario Pergolini, con su legendario Cuál es?. “Tampoco vengo a adecuarme a un estilo de la Rock & Pop porque ni siquiera lo conozco”, minimiza. “Vengo a hacer la radio que, creo, capta atención. Para eso nos pagan. Nuestro negocio es captar la atención de mucha gente”, desafía, mientras exhala el vapor de su cigarrillo electrónico.
Esa, “desafío” –y no “revancha”–, es la palabra que prefiere para definir a su nuevo ciclo. Bautista Casella –tal cual identifica su DNI– firmó con la Rock & Pop tras su salida de Pop Radio, la segunda FM en el ranking de audiencia (10,4 puntos de share, en diciembre, versus 13,3 de La 100, del Grupo Clarín, según Ibope). “Revancha tenés cuando venís de perder. Y la verdad es que, a nosotros, nos está yendo extraordinariamente bien durante 13 años. En el mejor de los casos, sería seguir con este éxito. Sí es un desafío. Cambiarte de radio implica el interrogante de cuánta gente se puede venir con vos, cuánta se queda en la anterior por una cosa de familiaridad, a cuántos de los  que están hoy en la Rock & Pop podés convencer. Porque el público, en general, recibe mal los cambios de programación (es algo que siempre pasa). Entonces, cuántos, por ahí, se quedan un par de días; cuántos se fugan porque buscan algo más musical… Son interrogantes lindos”, reflexiona.
Casella decidió irse de Pop a fines del año pasado. Su alejamiento fue efecto directo dela crisis del Grupo Indalo. “Cristóbal López es el emblema del empresario de fuera del periodismo que fue nefasto para las empresas periodísticas”, define a su ex empleador. “En otros casos de empresarios que vinieron de otros rubros, hubo torpezas, pésima administración… Acá, además, estamos hablando de ventajas de la gestión anterior para no pagar impuestos y, al mismo tiempo, comprar empresas. Y, todavía, tengo mis dudas respecto de si no sigue siendo el dueño y quiénes son estos muchachos de Rosner, ¿no? No sé si no es un dueño fantasma Cristobal López hoy todavía, incluso, desde la cárcel. Pero, claramente, es muy poco transparente”, agrega.
“Es inédito: no me acuerdo de un multimedio en el que el dueño ‘vendiera’ y el nuevo dueño denunciara que no lo dejan hacer cargo, con lo cual queda acéfalo –continúa–. La AFIP le pide garantías para pagar la deuda y el propio Abad (N.d.R.: Alberto, el titular del ente recaudador) me mostró un papelito que daba vergüenza. Así que creo que estamos ante una maniobra descomunal, inédita, a la altura de la película Plata dulce. Con lo cual, Cristóbal López ha sido, como mínimo, nefasto para los medios de comunicación”.
Cuenta que, desde que Indalo adquirió el C5N y las radios que pertenecían a Daniel Hadad (2013), tuvo muy poco contacto con el transportista patagónico, devenido en magnate petrolero y zar de los medios. “No había forma de tener mucho contacto con este hombre, que parecía algo corto: de trato, de palabra… posiblemente, tímido”, lo recuerda. “Siempre nos llamó la atención, de un tipo que compra un multimedio, las pocas ganas. No tener ganas de pisar una radio, de ver cómo funciona, el canal… Un desapego absoluto. Porque, además, él compró todo ese grupo a instancias de Fabián de Sousa. Por lo menos, es lo que me dijo a mí. No tenía la mínima gana de meterse en los medios. Lo cual, también, puede parecer razonable, porque un tipo que arranca con un binguito en el sur y, a la sombra de Néstor Kirchner, va creciendo como empresario, no sé qué ganas podía tener de visibilizarse comprando un canal”, señala. Atribuye esa adquisición, en parte, al interés que pudo haber tenido De Sousa en convertirse en un empresario de medios. “Y otro poco, probablemente, se lo hayan sugerido desde la gestión anterior, ¿no?”, desliza.
¿Estalló tarde la crisis de Indalo?
¡Qué pregunta!… No. No fue la experiencia de otras radios, que sí se tomaron durante la gestión anterior, con amigos, para darles pauta, pero con cero audiencia, con cero contenido. Era una cosa, además, grosera. Éstas fueronn (y, todavía, son) radios prósperas, que facturan, que tienen buena audiencia, que tienen programas en el primer puesto. Entonces, se entiende que haya tardado. Si hubiera tenido un control impositivo más severo, capaz, no hubiera entrado en crisis. Es impensable. Pero, si Etchegaray (N.d.R.: Ricardo, titular de la AFIP durante la presidencia de Cristina Fernández), hubiera dicho: ‘Señor, pague lo que debe; tribute como corresponde’, capaz que hoy Indalo estaría enderezado. Porque Oil factura bien. Ahora está tributando todo lo que no había tributado (eran $ 2 mil millones) porque ahora tiene que pasar sí o sí por AFIP. Y las radios siguen facturando. Me consta porque sólo mi programa, mi espacio de 9 a 13, debe haber facturado $ 45/50 millones en 2017.
¿Cómo ves la Argentina de Macri?
Complicada. Crispada, como siempre, como en los últimos años. Y es un gran signo de interrogación. Lo veo más socialdemócrata de lo que pensaba. Lo veo más keynesiano de lo que pensaba. Salvo los tarifazos, que son totalmente fuera de contexto. Pero, después, veo que lo corren mucho por derecha, respecto a que todavía mantiene un Estado bastante importante y la asistencia social, y los planes… Tengo la impresión –pero porque, además, me lo cuentan algunas personas, incluso, con llegada al Gobierno– que, por ahí, hubo un sobredimensionamiento de la confianza en la inversión que iba a llegar y no llegó. A mí me cuentan que, por ahí, esperaban que, con el sólo cambio de partido político, iban a venir los chinos y los alemanes, y Macron: “¡Queremos invertir ya!”… Han venido para blanquear algo y para construir un par de edificios. Pero, en general, no se derramó hasta acá. Pero yo lo veo con esperanza. Abro los portales a la mañana y yo quiero leer buenas noticias. Veo, incluso, en las redes que hay gente que está esperando lo contrario. Hay como unas ganitas de que no llegue a los cuatro años y esas cosas, que me parecen directamente insanos. Me parece de locos estar pensando que si un Maldonado o un ARA (N.d.R.: por el submarino San Juan), te puede llegar a costar la caída del Gobierno. O lesionar gravemente la imagen del Gobierno. A mí me parece insano. Yo quiero que le vaya bien. Y hasta que lo reelijan en 2019 porque le fue bárbaro. Aún no habiéndolo votado. Pero, la verdad, es que quiero que le vaya bárbaro.