Wall Street pierde la mitad del último rebote

Jornada intensa en los mercados externos, con las miradas puestas en la fuerte caída del Shanghai Composite, del 2.9%, principalmente por una muy mala jornada para el sector energético chino. De esta manera, Wall Street marcó una fuerte volatilidad y el Dow Jones (23.380 puntos), el S&P500 (2.769 puntos) y el Nasdaq (7.485 puntos) se hundieron un 1.3%, 1.4% y 2.1%, respectivamente.

En Europa, en tanto, las plazas de referencia finalizaron con totalidad de bajas promedio de entre 0.6-1.2%, aunque se destaca especialmente una caída del 1.9% en el MIB italiano impulsada las tensiones políticas.

Después del desplome que se inició a principios de octubre en los principales índices de Wall Street, y que llevó al Dow Jones y al S&P 500 a mínimos de julio, y al Nasdaq 100 tecnológico a los de mayo, llegaron días de tranquilidad, en los que los inversores aprovecharon para comprar bolsa estadounidense de forma general. Entre el viernes de la semana pasada y el martes de esta, tanto el Dow Jones como el S&P 500 aprovecharon para recuperar un 3%, un rebote que, sin embargo, no se ha alargado en el tiempo, ni tampoco ha sido suficiente para hacer olvidar al mercado los problemas que amenazan con frenar el crecimiento económico mundial, además de otros que podrían afectar de forma más aislada al gigante estadounidense.

Con las valoraciones de las bolsas estadounidenses por encima de la media histórica, el miedo a que llegue próximamente el final de un ciclo de crecimiento que ya es uno de los más largos que se recuerdan es una de las preocupaciones que pueden estar mostrando los inversores.

También lo es la cruzada comercial con China, que está desembocando en un nuevo desplome de la divisa del país asiático, y preocupa al secretario del Tesoro estadounidense, además del proceso de normalización, criticado por Donald Trump, de la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense (Fed), que amenaza con poner en evidencia la vulnerabilidad de quienes tengan cargas de deuda elevadas por el aumento en los costes de financiación (en Estados Unidos la carga de la deuda se ha multiplicado desde la crisis hasta llegar a superar el 100 por cien, algo que también se ha producido en algunas grandes economías de la eurozona y de Asia), además de las crisis diplomáticas a las que se enfrenta la Administración Trump, en Rusia y Turquía, son algunos de los problemas que rondan a los mercados.

El problema que el jueves cobró protagonismo y que pudo llevar al mercado a acelerar las ventas en las bolsas estadounidenses a media tarde fue el anuncio por parte de Steve Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, de que no viajará al evento de inversión que se produce anualmente en Arabia, apodado el Davos del desierto, por la crisis que ha surgido en los últimos días en torno a la desaparición del columnista saudí de The Wall Street Journal, Jamal Khashoggi, crítico con el actual gobierno del país. La última localización conocida del periodista fue la embajada saudí en Estambul, y se sospecha que pudo ser torturado, asesinado y descuartizado por agentes saudíes que viajaron desde Arabia.

Hay que recordar que por hechos similares Estados Unidos mantiene sanciones a Rusia, y el mercado podría estar descontando que este conflicto con Arabia podría terminar en problemas económicos. Hay que tener en cuenta que Arabia Saudí es uno de los países más influyentes en el precio del petróleo, y que en el pasado ha usado esto como arma diplomática para presionar a Estados Unidos.

Fuente El Economista, España