Viaje a China con fuerte color interno y definiciones de peso en JxC, al tope de la agenda política
El oficialismo coloca el foco de esta semana en el viaje a China que encabeza Sergio Massa. No se trata únicamente de las gestiones para tratar de aliviar la situación en materia de reservas y contener el dólar, sino de la continuidad del acto encabezado por Cristina Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo. En paralelo a esas tensiones, la oposición también acelera los pasos en la definición de internas, que con eje en el PRO involucra a todos los socios de Juntos por el Cambio. La mayor atención está puesta ahora en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
En el caso del oficialismo, la puesta en escena de CFK en Plaza de Mayo terminó de exponer el aislamiento de Alberto Fernández y la alianza política entre la ex presidente y el ministro de Economía. El objetivo ahora es sumar en ese esquema a la mayoría de las gobernadores peronistas -con muy poca presencia en el acto- y dejar el menor margen posible para otros competidores, como Daniel Scioli y Agustín Rossi.
Se verá cuál es el candidato, pero por lo pronto está claro que Massa y Eduardo “Wado” de Pedro buscan por ahora mostrar que son parte del mismo juego, un tablero que no termina de excluir a Axel Kicillof, a pesar de su resistencia. Los tres y Máximo Kirchner tuvieron lugar destacado junto a CFK.
El ministro de Economía tiñó también de política su viaje a China. Tiene actividad prevista en Shangai y Beijing. Los objetivos económicos son conocidos: ampliar el swap con China y tratar de lograr un aval efectivo de los Brics para sostener la idea de un acuerdo especial con Brasil. Está agendada un encuentro con Dilma Rousseff, titular del Nuevo Banco de Desarrollo, entidad financiera de ese grupo de países.
Sin embargo, Massa cuidaría los límites de las tratativas con empresas y representantes del gobierno chino, foco de atención de Washington sobre la región. Son momentos cruciales en la negociación con el FMI.
Para la política interna, el dato significativo fue la inclusión de Máximo Kirchner en la comitiva oficial. Y, en menor medida, la invitación al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, hasta ahora uno de los pocos operadores políticos cercanos a Alberto Fernández.
Por su parte, la oposición espera que esta semana se resuelva uno de los puntos de mayor tensión entre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Se trata de la definición del precandidato del PRO para la disputa de la jefatura de gobierno de la Ciudad.
Esta semana deberían estar cerradas las tres encuestas encargadas para resolver la pulseada entre Jorge Macri y Fernán Quirós. El siguiente paso será la competencia abierta con Martín Lousteau, camino a las PASO.
El otro frente significativo está abierto en territorio bonaerense. Ya quedó definido que darán pelea dos representantes del PRO -Diego Santilli, con apoyo de Rodríguez Larreta, y Néstor Grindetti, con respaldo de Bullrich- y el interrogante es qué harán los otros socios de JxC, en primer lugar el radicalismo.
La pulseada en el PRO incluye también la posibilidad de fórmulas cruzadas con la UCR y eso genera tensión. Del mismo modo, hay reclamos de intendentes “amarillos” para que esa disputa no complique la situación en cada municipio y puedan ir a las primarias con las dos listas en la disputa local.
Quedan por delante menos de cuatro semanas para presentar las listas. Y el calendario acelera las decisiones en todos los espacios políticos. Eso incluye a Javier Milei, que resolvió ya algunos temas, pero intenta aún fisurar en algunos distritos a la oposición nacional y en las últimas horas carga las tintas más con JxC que con el oficialismo.
