Suba estacional y gripe aviar

Suba estacional y gripe aviar

Los huevos se disparan 50% por caída de la oferta y en el Gobierno dicen que es estacional

En un mes el maple pasó de $700 a $1000. Anticipan subas para la semana próxima. La excusa de los distribuidores es la gripe aviar.

El precio del huevo saltó un 42% en las verdulerías en las últimas semanas. Donde hasta hace dos semanas el maple se vendía a $800, ahora el precio es de $1150. Donde se vendía a $700, pasó a $1000.

En cadenas de supermercados, por su parte, hubo faltantes por varios días al no poder reponer a precios razonables. «Fue un tema de distribución, ya repusimos», aseguraron a este medio. Gracias a un circuito de distribución propio y con compresión de márgenes, el precio en las góndolas ronda los $440 la docena, 16% sobre el precio de enero.

En las verdulerías relatan que los proveedores justifican las subas en la escasez por el calor y por la llegada de la gripe aviar; y al cambiar de proveedor, los precios no son muy distintos y las explicaciones son las mismas. Y se suma un adelanto: «El lunes que viene el cajón se va de $11.200 a $12.000». Un 7% más solo en la primera semana del mes.

En el Mercado Central -donde a precios minoristas el maple se vende a $890 y hasta un par de semanas atrás rondaba los $650- confirman que en los próximos días habrá otra suba, pero no especifican la causa.

La suba se registró antes de la aparición del primer caso de gripe aviar en el país. Y por ese motivo, no podría ser la razón del alza del precio. Este martes, Senasa confirmó en la provincia de Río Negro un caso en aves de corral, lo que se tradujo inmediatamente en la autoexclusión del mercado internacional por el lapso de 28 días y el sacrificio de todas las aves de ese establecimiento avícola.

Exportaciones

El cierre de las exportaciones debería ayudar con el precio. Un 5% de la producción de huevos del país se exporta y, al no poder venderse afuera, sí o sí deberá venderse en el mercado interno. Con mayor oferta doméstica, los precios deberían desacelerarse.

La autoexclusión, es decir, el cierre de las exportaciones debería ayudar con el precio. Un 5% de la producción de huevos del país se exporta y, al no poder venderse afuera, sí o sí deberá venderse en el mercado interno. Con mayor oferta doméstica, los precios deberían desacelerarse.

Al cabo del período de autoexclusión, el país debería haber podido controlar el brote, recuperar el status sanitario y volver a los mercados internacionales. O, al menos, al mercado regional, explicaron a LPO desde la Secretaría de Agroindustria. Este regreso podría darles nuevo dinamismo a los precios, pero para ese entonces se espera que la presión estacional sobre los precios haya cedido, aseguraron.

Las razones estacionales para la suba 

Distinto sería si el brote se extendiera. El fuerte de la producción avícola está radicado en Entre Ríos y otro tanto en la provincia de Buenos Aires, por lo que en el Gobierno consideran que no hay razones para que desde la Patagonia se extienda el contagio hasta el Noreste. Más habida cuenta de que con la gobernadora Arabela Carreras acordaron un cordón geográfico amplio de vigilancia sanitaria que comienza con el sacrificio de más de 65 mil aves.

En el desafortunado caso de una expansión de la gripe, ahí sí podría haber serios faltantes ya que los protocolos obligan a los productores al sacrificio masivo de las aves -incluso las sanas o aparentemente sanas- de los establecimientos con casos positivos. Las medidas son drásticas porque el virus es altamente contagioso entre aves y algunos mamíferos como los lobos de mar. Y mal que mal, las exportaciones avícolas y de derivados le significan al año al país el ingreso de unos 450 millones de dólares.

De sacrificios masivos en las grandes regiones productoras, el resultado inmediato sería la escasez repentina y la escalada en el precio local de los huevos. Un resultado cuestionable, habida cuenta de que el consumo de carne y huevos de animales infectados no puede enfermar a los consumidores.

Escasez repentina

De sacrificios masivos en las grandes regiones productoras, el resultado inmediato sería la escasez repentina y la escalada en el precio local de los huevos. Un resultado cuestionable, habida cuenta de que el consumo de carne y huevos de animales infectados no puede enfermar a los consumidores. 

No obstante, la peligrosidad de un virus que solo ha contagiado a trabajadores en contacto con aves enfermas sin los elementos mínimos de resguardo (ya que los pocos contagios documentados en el mundo por el contacto con heces y mucosidades) es razón suficiente para adoptar los protocolos sanitarios del Senasa con rigurosidad.

Precisamente, por la altísima contagiosidad del virus, en los Estados Unidos los sacrificios masivos dispararon la escasez de huevos llevó la docena a los 3,50 dólares en enero y se convirtió en motivo de contrabando. Este fenómeno se vio potenciado por el hecho de que Estados Unidos es, además, un importador neto de huevos -a diferencia de la Argentina que se autoabastece- y se encontró con serias dificultades para suplir con importaciones la caída de la producción interna. Al fin y al cabo, muchos países exportadores se estaban autoexcluyendo del mercado internacional por tener casos positivos de gripe aviar.

Los motivos detrás de la suba

Si la gripe aviar no es la causa, LPO consultó a productores por los motivos detrás de la suba. Y la respuesta apunta a múltiples causas: los altos precios del maíz, la mayor mortandad de las aves a causa de las altas temperaturas -tal y como sucedió el año pasado- y, además, a un proceso cíclico para incrementar la productividad de las gallinas ponedoras denominado «replume», una práctica habitual que en otros países está prohibida.

El replume consiste en reducirles a las gallinas el alimento, lo que las hace perder sus plumas más rápido de lo que lo harían en condiciones naturales y, además, dejar de poner huevos. Pasado el lapso de hambreado, al volver a alimentarlas, las aves reponen su plumaje y empiezan a poner huevos con mayor frecuencia que la que tendrían de no mediar este procedimiento que hace mermar la producción entre 6 y 8 semanas. Así, hasta la segunda mitad del mes la oferta no se empezará a reponer.

«Hoy lo tengo a $1200, el lunes ya lo tengo que subir a $1350 el maple», resumieron en la verdulería. Otro 12,5% más.

Fuente: Política online