Una década de cepos a supercepos

Una década de cepos a supercepos

La consultora anticipó que la economía tiene poco margen a raíz de compromisos externos para liberar las trabas.

Miguel Pesce restringió el acceso a los dólares financieros y volvió a subir el blue.

Hace tiempo que la economía argentina se acostumbró a vivir en un contexto de restricciones para la dolarización. Si se toman en cuenta las primeras regulaciones que hizo la AFIP en 2011 para controlar el acceso al dólar durante el último gobierno de Cristina Kirchner, hace casi una década que el país funciona bajo un cepo cambiario. Y los economistas no ven que la situación se pueda normalizar en los próximos años.

Un informe de la consultora Ecolatina analizó los escenarios previos a que se instauraran los cepos cambiarios, tanto el que llegó durante la presidencia de Cristina Kirchner y que marcó el período de 2011-2015, como el que se empezó a gestar a finales del gobierno de Mauricio Macri en 2019 y sigue vigente en la actualidad. Y encontró que en los últimos diez años, en dos de cada tres meses los argentinos tuvieron alguna traba para acceder a la moneda estadounidense.

Ecolatina tomó en cuenta cuatro variables para medir cada una de estos periodos: la competitividad del tipo de cambio real, las reservas del Banco Central, la brecha cambiaria y la apreciación del peso en ambos casos. Y esto le sirvió para analizar que el costo de desarmar las restricciones cambiarias vigentes es más alto en la actualidad que a fines de 2015.

El primero de la década

Mientras que el primer cepo de esta década se dio con una economía que crecía al 8% en los dos años previos pero con los superávits gemelos que perdían impulso, aceleración de los precios y una caída en la competitividad del tipo de cambio real; la versión “ultra-hard” de 2019 llegó luego de dos años consecutivos de recesión, con un tipo de cambio más competitivo que en 2011 pero con un 40% menos de reservas en el Banco Central.

El estudio detalló que desde 2011 a 2015, el tipo de cambio real perdió un 34% de su competitividad, pero que la cuenta corriente dio resultados negativos en todo ese período. Pero el cepo vigente presenta peores resultados que su predecesor: en el período 2011-2015 la inversión extranjera directa cayó 54%, la misma se desplomó un 76% en los últimos doce meses.

A su vez, “mientras que desde que se impuso el cepo del 2011 el Banco Central compró más de US$ 9.000 millones en los primeros 24 meses de vigencia, apenas compró US$ 1.000 millones en los primeros 2 años del cepo actual”, destacó el informe. Al mismo tiempo , la brecha cambiaria en 2011 -2015 fue del 43%, con un pico de 77% mensual; mientras que en el cepo actual, la brecha ronda el 62% y llegó a alcanzar el 150% en octubre del año pasado.

Una de las razones que empeora las posibilidades de liberar el cepo en los próximos años es el nivel de endeudamiento en dólares: mientras que a fines de 2015 había un total de vencimientos programados en dólares por US$ 12.000 millones para el año siguiente, actualmente se espera que estos pagos superen los US$ 31.000 millones en 2022.

Fuente: Clarín