Tributaristas estiman un aumento en la presión tributaria

Tributaristas estiman un aumento en la presión tributaria

Debate.

Opinan que la idea es subir la presión sobre contribuyentes con alto patrimonio; advierten que, de concretarse el alza, podría plantearse que es confiscatoria

En medio de la extrema necesidad del Gobierno de disminuir el déficit fiscal, tributaristas creen que el oficialismo apostará por un aumento de la presión tributaria, y, según estimaron, esa opción podría instrumentarse con un aumento en las alícuotas ?quizá las especiales? de Bienes Personales, algo que, según denuncian los expertos, podría ser confiscatorio.

Esta posibilidad empieza a sonar con fuerza en estos días, en los que también corrieron rumores sobre una posible reedición del aporte solidario. Entre los expertos, se decantaron por un incremento en Bienes Personales, debido a que la otra opción daría lugar a una discusión sobre la definición del aporte (aporte o impuesto). En las diversas facciones del oficialismo negaron, ante la consulta de la nacion, que estén pensando instrumentar una reedición del impuesto a la riqueza o que piensen en nuevas alícuotas para Bienes Personales. Pero dejaron entrever que las bases para los adelantos de Bienes Personales pueden ser más elevadas por un cambio temporal que se realizó en 2019, pero llegó para quedarse.

El tributarista César Litvin, CEO del estudio Lisicky, Litvin y Asociados, opinó que es posible que el Gobierno quiera aumentar aún más Bienes Personales. «Creo que, como se terminó la vigencia de la sobrealícuota para los bienes en el exterior, lo más probable es que presenten un proyecto de ley que mantenga esa sobrealícuota de hasta 2,25% o aumentarla aún más y aplicar el 5,25%, que era la alícuota superior del aporte solidario (que empezaba en el 2%, llegaba al 3,5% para bienes en el país, y a 5,25% en el exterior)», explicó.

Se especula un aumento

En tanto, la tributarista Fernanda Laiún, socia de Laiún, Fernández Sabella/Smudt, confirmó que se especula con un aumento de la presión tributaria sobre las personas de alto patrimonio a través de un alza del porcentaje de alícuota, que hoy tiene un máximo del 1,25%. «En primer lugar, nuestros legisladores deben definir si el porcentaje especial para bienes en el exterior, que en 2019 y 2020 fue de hasta 2,25%, se aplicará para 2021.

Hoy, el impuesto se calcula para los bienes en el país sobre la base de valuaciones fiscales o históricas, y con exenciones sobre las inversiones que hacen que el impuesto no sea significativo; en cambio, para los bienes en el exterior, se toman en todos los casos los valores de mercado, se trate de inmuebles o de inversiones financieras, lo cual sumado al porcentaje más alto definido para los últimos dos años hizo que los valores a pagar fueran muy importantes», indicó.

Iván Sasovsky, fundador de Sasovsky y Asociados, ve muy probable un aumento de Bienes Personales y, además, comentó que también se habla de gravar los bienes rurales en el exterior. «Hay que ver el resultado de las elecciones, pero ya todos los clientes prevén un aumento de Bienes Personales y de algún otro impuesto, y por eso están desarmando sus carteras de inversión en la Argentina o buscando la forma de eludir eso antes de que salga cualquier ley», dijo el tributarista.

La presunción de los tributaristas coincide con lo que opinan algunas voces del propio oficialismo.

Una de las espadas del kirchnerismo en el Congreso deslizó, en referencia a una posible reedición del impuesto a la riqueza: «Nosotros en su momento lo hablamos y quedó muy claro que se trataba, como el nombre que le dimos, de algo extraordinario, por única vez. En todo caso, si se quiere gravar la riqueza y mejorar la recaudación por ese lado, basta con mejorar las alícuotas, sobre todo en tramos superiores, de Bienes Personales, que es el tributo que grava el patrimonio».

Ahora bien, como señaló Litvin, el incremento de la alícuota de Bienes Personales tiene un límite.

«Aunque el Congreso lo apruebe, hay un dique de contención jurisprudencial que le permite al contribuyente alegar confiscatoriedad cuando ese impuesto se vuelve excesivo.

Un impuesto es confiscatorio cuando absorbe una parte sustancial de la renta o del patrimonio», afirmó el especialista.
Para Laiún, un impuesto definido a partir de los bienes que una persona posee debe ser necesariamente de un porcentaje bajo, porque no está contemplando las deudas que ese contribuyente tiene. «Un aumento caprichoso del porcentaje del impuesto, agravado sobre los bienes del exterior, que a diferencia del resto se valúan de acuerdo con el mercado, no respeta ninguno de los principios que los impuestos deberían seguir y termina transformándose en ilegítimo», concluyó. Guzmán se prepara para presentar el presupuesto 2022

Fuente: La Nación