Triaca: «Espero retomar lo antes posible el diálogo con los gremios»

El pronóstico de la Casa Rosada es que el paro de hoy será exitoso, aunque «no tenga sentido ni solucione nada».

«El Gobierno espera retomar lo antes posible el diálogo, nuestra predisposición siempre ha sido esa. Los problemas de la Argentina no se resuelven con paros», afirmó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca , el principal negociador con la CGT.

En Balcarce 50, y también en el Ministerio de Trabajo, aseguran que más allá de alguna gestión hicieron poco y nada para frenar la medida. «Debilitaríamos a los dirigentes más racionales, que incluso destacan en público que no sirve para nada», afirmó un ministro. Se refería al integrante del triunvirato de la CGT Juan Carlos Schmid, quien más allá de pronosticar «el paro más importante de los últimos ocho años» reconoció que el paro general «no resuelve» los problemas de la economía. «El paro se da porque todos los sectores apuntan a la unificación en agosto», apuntó un funcionario. Una noticia que el Gobierno desearía evitar, pero que forma parte de su agenda de trabajo para los próximos meses.

La «negociación inmediata» que propone el Gobierno con los gremios será la salarial: el ala «dialoguista» que rodea a Macri cree que no habrá aumentos por debajo del 25 por ciento, e incluso Frigerio reconoció que si empresarios y sindicalistas se ponen de acuerdo en un aumento salarial por esas cifras, no habrá objeciones.

A diferencia del ala «económica» del Gobierno, que se inclina por una política salarial más dura, Frigerio, Triaca y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, creen que «no hay que hacerle perder poder adquisitivo a la gente», y por eso avalan subas aunque con ello se pongan en riesgo las metas de inflación acordadas con el FMI, en torno al 27 por ciento.

«El 15 por ciento con el que se cerraron algunas paritarias es ilógico, y la mayoría de los acuerdos tienen cláusulas de revisión, así que los aumentos van a superar el 25 por ciento», afirmaron desde el despacho de otro integrante de la mesa chica del Gobierno.

Las elecciones de 2019 y la necesidad de recomponer los índices de popularidad de la gestión explican la flexibilidad del Gobierno en convalidar las próximas subas.

Para diferenciar a la CGT y los denominados «gordos» del moyanismo y los gremios ligados al kirchnerismo, Triaca y la CGT acordaron en los últimos días una «agenda» de concesiones, que incluyó -además de revisar las paritarias- armar una comisión de seguimiento por despidos, el reciente decreto presidencial que atiende el déficit de las obras sociales y la exclusión del recorte en las indemnizaciones que formaba parte de las reformas laborales que planea el Gobierno.

«Si se conformaban con todo eso y no iban al paro, se partía la CGT, quedaban muy expuestos», concedió otro alto funcionario con conocimiento del entramado de la cúpula sindical.

Mientras Macri y los ministros se preparan para un «día normal» de trabajo, con agenda de reuniones prevista, la consigna que el jefe de Gabinete bajó a propios y extraños es clara: «El rumbo se mantiene», repitió Peña en sus últimas apariciones públicas. Varios de sus funcionarios de confianza recorren por estas horas el país con esa consigna y otra de consumo interno: «No aflojemos». Ni una ni otra premisa cambiarán con el paro general, repiten convencidos los funcionarios que rodean al Presidente.

Fuente: La Nación