Tensiones en el oficialismo por el tope de paritarias impulsada por Massa

Tensiones en el oficialismo por el tope de paritarias impulsada por Massa

La política económica tensiones en el oficialismo

Sindicalistas alineados con la vicepresidenta cuestionaron la intención de moderar los aumentos en torno al 60%; Grabois, además, tomó distancia de los controles de precios en manos de sindicatos que acordó Comercio

Hugo Moyano y el ministro de Economía, Sergio Massa

SALARIOS. Sectores del kirchnerismo criticaron el intento del ministro de Economía, Sergio Massa, de fijar un tope del 60% a las paritarias para 2023, tal como acordó con una parte de la CGT. Hubo cuestionamientos de gremios moyanistas como Smata y del sector público como ATE. Ayer, el Sindicato de Comercio cerró una suba anual del 101% de abril de 2022 a marzo próximo.

Pese a que el acuerdo de cúpula entre Cristina Kirchner y Sergio Massa se mantiene por el momento, sectores de la coalición gubernamental Frente de Todos, identificados con el kirchnerismo, comenzaron a marcarle el terreno al ministro de Economía con críticas públicas por medidas que adoptó en los últimos días.

Por caso, gremialistas kirchneristas buscaron desmarcarse de la pauta que negoció Massa con un sector de la CGT para moderar las paritarias en torno al 60% anual, en línea con la proyección inflacionaria del Presupuesto 2023.

Paritarias libres

Uno de los referentes sindicales que rechazó ese acuerdo fue Mario Manrique, número dos del Smata, enrolado en el moyanismo. Dijo que las paritarias son “libres” y advirtió en declaraciones radiales: “Para que haya un techo de paritarias, el Gobierno tiene que garantizar que los precios no se van a mover”. Manrique se identifica con la pata sindical que responde al camionero Pablo Moyano, un aliado reciente de Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora y del PJ bonaerense.

Por su parte, el secretario general de ATE capital y secretario adjunto de la CTA, Daniel Catalano, cuestionó la intención del ministro de Economía de contener los aumentos salariales. “Si la paritaria es del 60% es porque la inflación tiene que ser del 30 o del 40%, sino no recuperamos salario. Antes de discutir cuál es el techo del salario, tenés que ver si tu plan económico está funcionando”, cuestionó el referente gremial.

Catalano es un sindicalista identificado con la vicepresidenta. En el plano electoral, sindicalista consideró: “La distancia que hay entre Cristina y el resto es abismal. Es una cagada, pero no hay candidato”.

Réplica oficial

En el Gobierno rechazaron un desacuerdo con Manrique y Catalano y aseguraron que “no hay techo ni pauta fija” para las negociaciones. Dijeron que la convergencia en torno al 60% se puede sostener “siempre que la inflación esté por debajo de ese parámetro” porque “la intención del Gobierno es que los salarios ganen”.

En la misma línea, una fuente sindical advirtió que las palabras de Manrique y de Catalano no representan a los gremialistas alineados con el kirchnerismo. “Esperen a ver cómo cierra su paritaria (Sergio) Palazzo”, afirmaron en alusión al líder de la Bancaria, un referente cercano a Cristina Kirchner que debe cerrar su paritaria en los próximos días. No obstante, el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, buscó diferenciarse de una pauta acordada con el Gobierno. Lo hizo mediante un comunicado en el que manifestó: “Las paritarias son libres y soberanas de cada sector. La CGT no acepta ningún techo ni intromisión de la política para que los salarios sean variante de ajuste”. Martínez es uno de los referentes de los “independientes” de la CGT, que apoyaron a Alberto Fernández durante su mandato pero ahora buscan otros rumbos políticos.

Ayer, el gremio de Comercio anunció que cerró un aumento anual del 101% de abril pasado hasta marzo próximo.

Control de precios

Así como cuestionaron el límite a las paritarias, exponentes del moyanismo y el sindicato de Camioneros acordaron colaborar con el control de precios de la secretaría de Comercio, que depende del Ministerio de Economía. La idea, promovida por el secretario del área, Matías Tombolini, es que los trabajadores del gremio de los Moyano actúen como “agentes de información” para verificar si los listados de stock que cargan a sus vehículos coinciden con los pedidos de reposición de los supermercados.

La iniciativa generó fuerte polémica en el empresariado y el repudio de la oposición. Sobre todo después de que se difundieran imágenes del moyanista Oscar Borda con una tropa de camioneros en el centro de distribución de Coto en Esteban Echeverría.

A la controversia por los controles de precios impulsados por la cartera de Massa se sumó en las últimas horas Juan Grabois. “No creo que sea un mecanismo que vaya a dar grandes resultados. El control y determinación de precios por parte del Estado históricamente es un mecanismo que puede funcionar como un parche, pero a largo plazo fracasa”, señaló el líder del MTE.

Más allá de las críticas a medidas puntuales del ministro de Economía, como la pauta salarial o los mecanismos para contener precios, están las voces de sectores minoritarios que vetan a Massa como candidato. Soberanos, el grupo referenciado en Gabriel Mariotto y Amado Boudou, ya anunció que “no va a apoyar a Sergio Massa para presidente”. Un pronunciamiento que, si bien parte de un sector del kirchnerismo residual, no deja de ser un exponente del ruido político que genera el tigrense en sectores cristinistas.

Fuente: La Nación