Teletrabajo: sin chances de consenso, el oficialismo avanza con la ley

Con el argumento de legislar sin demoras sobre una realidad laboral impuesta por la cuarentena, el oficialismo resolvió avanzar en el Senado con el proyecto que regula el teletrabajo tal como fue aprobado por la Cámara de Diputados. La decisión del Frente de Todos fue anunciada luego de escuchar objeciones de entidades empresariales.

            Los senadores oficialistas ya comenzaron a firmar el dictamen de comisión y su intención es llevar el tema al recinto lo antes posible. Después, una vez aprobada la ley, sólo quedaría la posibilidad de “prolijar” algunos puntos con la reglamentación por parte del Ejecutivo.

            La oposición de Juntos por el Cambio criticó la decisión de avanzar sin discutir y sin consensuar cambios, y anticipó que presentará un dictamen en minoría.

            Representantes de entidades empresarias apoyaron la necesidad de contar con una ley que regule el teletrabajo pero pidieron modificaciones para garantizar “tanto los derechos de los trabajadores como las necesidades de los empleadores» en medio de la cuarentena y cuando comience a normalizarse la situación.

            El presidente de la comisión de Trabajo y Previsión Social, Daniel Lovera (Frente de Todos), anunció la determinación del oficialismo y consideró que la media sanción de Diputados «establece pautas fundamentales proteger trabajo».

            El opositor Esteban Bullrich lamentó la falta de «consenso» para «mejorar» la ley y consideró que «es una muy mala señal» el desacuerdo en temas en los que razonablemente podría producirse un entendimiento.
            En el inicio de la reunión, Daniel Funes de Rioja (UIA) consideró que el teletrabajo «es una vía idónea» que se debe «apoyar y apuntalar entre todos» pero pidió que la normativa «no sea el sendero de la informalidad» y que sea «una ley justa» para todos los sectores.
            Brenda Puig, de IDEA, expresó que el teletrabajo «es una realidad que puede ser una herramienta fantástica para generar empleo», dijo coincidir con «el espíritu del marco general que garantice la protección del trabajador» pero añadió que «puede ser mejorada».

            Uno de los potenciales problemas señalados refiere al margen que queda abierto para revertir condiciones de trabajo sin previo aviso y a otros puntos que podrían deruvar en demandas judiciales.

            Luis Galeazzi, director de Argencomo, advirtió que el proyecto tal como fue aprobado en Diputados no beneficiaría  ni a trabajadores ni empleadores y consideró que «va a ser un picnic para la industria del litigio» ya que «no se promueve en un marco de realismo».

            Pablo De Luca, de Adepa, apoyó la norma pero remarcó la necesidad de que «no sea intrusiva en el balance entre los derechos de los trabajadores y de empresas» y coincidió con los pedidos de los otros expositores respecto a modificar el artículo 8 de reversibilidad al señalar que «en términos prácticos hace bastante inviable en términos de fluidez y previsibilidad».