Steven Ciobo. “Hay muchos empresarios australianos interesados en la Argentina”

A pesar de la competencia que mantienen en materia agropecuaria, Australia y la Argentina tienen mucho en común, como la posición dentro del grupo Cairns (que reúne a productores y exportadores de bienes agrícolas) y un renovado interés en el plano comercial. Así lo dejó entrever el ministro de Comercio, Turismo e Inversiones de Australia, Steven Ciobo, que en un diálogo con
dijo que elaboraron un reporte la nacion acerca de los negocios que se pueden hacer en el país y que muchos australianos están interesados en sectores tradicionales como la agricultura y energía, pero también en la tecnología financiera y los servicios para la salud, entre otros. –La Argentina tuvo un acercamiento este año con el Closer Economic Relations, bloque que Australia integra. ¿Cómo ve la posibilidad de aumentar el comercio entre ambos países? –Hay tantos fantásticos vínculos entre la Argentina y Australia… Me sentí particularmente satisfecho en este viaje, al haber tenido la oportunidad de ver el trabajo que ha hecho aquí nuestro embajador. El lunes a la noche lanzamos un nuevo reporte acerca de hacer negocios en la Argentina y hay muchos australianos interesados en el país, y más ampliamente en América latina. Tenemos 54 empresas que han invertido 1000 millones de dólares en los últimos dos años, así que hay un montón de intereses en varios sectores. Tenemos los sectores tradicionales, en los que compartimos intereses, como recursos, energía, agricultura. Pero también hay nuevos sectores en los que podemos avanzar, como tecnología financiera, servicios para la salud y otras áreas. En definitiva, va a haber oportunidades para que establezcamos vínculos más formales y fuertes, sea bilateralmente o a través del Mercosur, eso el tiempo lo dirá. Yo fundamentalmente quiero ver que aprovechemos las oportunidades que América latina tiene para Australia. –Dada la estructura exportadora agrícola similar a la Argentina, ¿en qué áreas considera que se puede profundizar el vínculo entre ambos países? ¿Cree que las similitudes pueden representar asociaciones en foros multilaterales? –Si vos mirás dos economías cualesquiera, siempre va a haber sectores en los que podemos competir y sectores en los que nos complementamos mutuamente. Sí, hay sectores como la agricultura, en los que a nivel de los valores nominales hay una tensión competitiva, pero el hecho es que el approach de la Argentina es bastante diferente al de Australia. La Argentina tiene la posibilidad de proveer comida para cerca de 400 millones de personas y Australia no está ni cerca de eso. Australia trata de hacer foco en productos agrícolas más premium y las exportaciones van directamente a la región de Asia: Corea, Japón, China y también Indonesia, por ejemplo. Así que las oportunidades que se presenten son para que nos fijemos en cómo podemos aprovechar el conocimiento, el acceso a mercados y el capital del otro, para producir resultados en que todos ganan. Creo fundamentalmente que cualquier acuerdo de comercio de calidad se apoya en el reconocimiento de que podés hacer que todos ganen. Si sólo lo mirás como ganancia o pérdida, no es un buen acuerdo de comercio. –La Argentina y Australia son parte del grupo Cairns, que presentó un documento en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para que se eliminen los subsidios que tienen ciertos países para productos agropecuarios. ¿Qué posibilidades tiene de prosperar ese pedido? –La agricultura es un espacio difícil en términos multilaterales. La Argentina y Australia comparten un acercamiento similar, y yo particularmente quiero dar crédito al trabajo que Susana Malcorra realizó como presidenta de la undécima conferencia ministerial y también destacar la oportunidad de conocer y trabajar con el ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere. Compartimos una visión en común que es que hay que reducir mundialmente el nivel general de subsidios distorsivos que existen en el mercado. Queremos y respetamos el orden basado en reglas globales. Necesitamos abrir y volver más transparentes los mercados. La OMC va a jugar un rol crítico para que logremos eso. Es poco probable que ocurra pronto, pero eso no quiere decir que nos rindamos. Seguimos presionando por reformas, por la transparencia y para trabajar juntos, como lo hizo el grupo Cairns, porque queremos ver una reducción en el tiempo de los subsidios distorsivos, que, en definitiva, es algo que nos va a beneficiar a todos. –Hoy se cuestiona la validez del sistema multilateral para atender a los nuevos desafíos globales. ¿Cree que se podrá avanzar en el fortalecimiento institucional de la OMC? –Es cierto que la OMC está enfrentando una presión significativa, pero justamente eso nos provee una excusa para reafirmar la importancia de la propia organización. Noté que los americanos también valoran la OMC y que, si no tuviéramos una, tendríamos que crearla. Pienso que los comentarios de que la OMC está enfrentando una crisis existencial son francamente exagerados. No pienso que sea a ese nivel. De lo que nos tenemos que asegurar es de la relevancia de la organización en el trabajo que tenemos que hacer. Hemos visto un tremendo progreso en el comercio electrónico, que para mí dibuja un nexo entre la relevancia que todavía tiene la organización y hacia donde está yendo el mundo en materia de comercio. Así que tenemos oportunidades de hacer más cosas juntos, la Argentina y Australia, a través de la OMC. Y creo que la organización va a seguir teniendo un rol de importancia. –Este año la Argentina eliminó la tasa de reciprocidad de 100 dólares que les cobraba a los turistas australianos y esperaba recibir más de 46.000 visitantes. ¿Cómo ve el intercambio de turistas con la Argentina? ¿Cuántos turistas argentinos llegan a Australia cada año? –Soy el ministro de Turismo de Australia así que mi mensaje es muy directo: invito a todo el mundo a visitar Australia y les digo a los australianos que no deberían ir a ningún lugar (risas). Hay 35.000 argentinos que visitan anualmente Australia, pero pienso que, a medida que construyamos conectividad entre América latina y Australia y haya más inversiones, eso va a hacer que haya más vínculos de negocios, así que crearemos un círculo vicioso y eso hará que aumenten los flujos de turismo y viajes de negocios.
Fuente La Nación