S&P advirtió sobre el debilitamiento de los bancos

S&P advirtió sobre el debilitamiento de los bancos

La calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) advirtió sobre el debilitamiento de los bancos. Mantuvo así sin cambios su evaluación del sector bancario de la Argentina, a pesar de que opinó que «podrían ampliarse la contracción de los préstamos y el debilitamiento de la calidad de los activos».

En un informe difundido ayer, la calificadora señaló que «la Argentina sigue lidiando con el malestar económico desde la volatilidad producida en 2018, mientras que el Gobierno está tratando de reducir los desequilibrios y cumplir con los objetivos acordados con el FMI».

Para S&P, «los todavía muy altos niveles de inflación y tasas de interés convirtieron a los bancos nacionales en más cautelosos».

Expresó que las entidades «han cambiado sus carteras de activos hacia el mayor uso de títulos del Banco Central, mientras que redujeron los préstamos en moneda nacional (en términos reales) en 2019». Esto se debe, analizó la entidad, «a un gran caso corporativo, algunos casos entre las medianas y pequeñas empresas y en los segmentos de financiación minorista, en medio de un entorno de una elevada inflación, altas tasas de interés, una creciente tasa de desempleo y la disminución del poder adquisitivo».

S&P espera «que la cartera de préstamos de los bancos aumente entre un 25% y un 30% en términos nominales en 2019, pero dada la inflación proyectada del 42% para el año, esperamos una contracción del crédito en términos reales».

A partir de abril de 2019, señaló, «los préstamos improductivos aumentaron a aproximadamente el 4,2% del total de préstamos, del 3,1% a fines de 2018 y alrededor del 2% en años anteriores».

Por lo tanto, espera que la mora será de 4% a 4,5% en los próximos meses y luego retrocederá, una vez que se resuelvan los casos de empresas grandes y se estabilice la morosidad de los préstamos minoristas.

No obstante, el informe destaca que «los bancos de la Argentina pueden hacer frente a posibles pérdidas adicionales derivadas del debilitamiento de la calidad de los activos», dada su adecuada provisión de liquidez y la capitalización, con índices de regulación del BIS de casi el doble del requisito mínimo de 8% y 75% por encima del promedio regulatorio.

«En el mediano plazo, el crédito podría reanudar el crecimiento y la calidad de los activos y comenzar a estabilizarse en medio de la continuidad de la política del Gobierno después de la elección presidencial, la recuperación de la actividad económica y caída de la inflación y las tasas de interés».

Según consignó la agencia Télam, en este sentido esperan «que la cartera de préstamos de los bancos aumente entre un 25% y un 30% en términos nominales en 2019, pero dada la inflación proyectada del 42% para el año, esperamos una contracción del crédito en términos reales».

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