Sequía: Llegó pero no fue suficiente

Sequía: Llegó pero no fue suficiente

Durante el fin de semana cayeron precipitaciones importantes en la zona agrícola núcleo, con picos de 110 milímetros; la producción de granos y carne sigue afectada

Un pluviómetro vacío en la zona de Los Surgentes, Córdoba

La región pampeana recibió este fin de semana un buen volumen de lluvias que, de continuar en las próximas semanas, podrían ponerle fin a la sequía que castiga a la producción de granos, carne y leche. Hace ya tres campañas agrícolas consecutivas que fueron afectadas por La Niña, un fenómeno que representa precipitaciones por debajo del promedio. No obstante, las pérdidas económicas por las menores cosechas de trigo, maíz y soja, los tres principales cultivos del país, no se revertirán con estas lluvias.

Con acumulados dispares, según la zona, los productores agropecuarios informaron, por ejemplo, precipitaciones de entre 60 y 19 milímetros en el sur de Santa Fe; entre 13 y 70 en Entre Ríos; en el norte bonaerense, entre 27 y 63 milímetros; el centro bonaerense, 38; en La Pampa, hasta 60 milímetros, y en el sur de Córdoba se registraron precipitaciones de hasta 52 milímetros.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio cuenta en su mapa de precipitaciones que las lluvias cubrieron gran parte de la provincia de Buenos Aires, la mitad de Entre Ríos, el centro y el sur de Santa Fe y el sudeste y el centro de Córdoba.

“La región núcleo recibió lluvias por encima de los 50 milímetros, más de lo que esperábamos, con dos focos en Lincoln, con 110 milímetros, y Rosario, con 60 milímetros”, informó a la nacion Cristian Russo, jefe de Estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). No obstante, aclaró que hubo lugares con precipitaciones por debajo de ese registro.

Las lluvias llegan tarde

“Sin duda que es un evento muy importante, pero las lluvias llegan tarde –enfatizó–. Si hubieran sucedido hace 20 o 30 días, estaríamos hablando de posibilidades productivas mucho más interesantes”.

Esta semana, la BCR, por ejemplo, dio por perdido el 25% de la cosecha de soja respecto de las proyecciones de hace un mes. De los 49 millones de toneladas previstas se pasaría a 37 millones de toneladas, cifra que estaría entre las peores tres cosechas de los últimos 15 años.

En términos económicos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó recientemente una caída de 21 y 33% en las exportaciones de los cinco principales cultivos (soja, maíz, trigo, girasol y cebada) según las lluvias se normalicen o agraven. En el primer caso, proyectó una merma de ingresos entre 6000 y 11.000 millones de dólares respecto de las previsiones iniciales.

Caída de la cosecha

Además, la entidad porteña, en su último Panorama Agrícola Semanal, estimó una caída de la cosecha de maíz de 14,5% de este año respecto de la campaña pasada (de 52 millones de toneladas a 44,5 millones) por la reducción del área de siembra y el deterioro de los cultivos por la falta de agua.

En tanto, Russo dijo que con estas lluvias habrá productores que en zonas donde cayeron entre 40 y 50 milímetros intentarán realizar siembras “que antes no se pensaba hacer”. No obstante, alertó sobre el riesgo de enfrentar heladas que perjudiquen a estos cultivos en su desarrollo.

“Hay gente que no veía agua prácticamente desde el otoño del año pasado –alertó el especialista de la BCR–. Estas lluvias dan un respiro, pero lo que se perdió es muchísimo.”

Recarga necesaria

El director del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (Bcsf), Rubén Walter, describió que las precipitaciones caídas el fin de semana fueron un “paliativo”.

“Esa recarga es necesaria para que se llegue a un proceso de cierta normalidad en la disponibilidad de agua útil para que después se realice una implantación, de cultivo o pastura, que consiga reacción y desarrollo”, explicó.

El especialista fue consultado luego de las precipitaciones registradas durante la semana, que en varios departamentos del centro norte de Santa Fe superaron los 50 milímetros. “Lo que puede ocurrir ahora, con estas lluvias puntuales, con estos milimetrajes que recibimos, es apenas un alivio. Vamos a tener un tiempo en el cual la vegetación va estar consumiendo esa agua, por lo cual esto no significa que ya pasemos la sequía”, subrayó. Ante una consulta, Walter señaló: “El proceso va estar marcado cuando pasemos una secuencia de estas lluvias importantes en la recarga del perfil. Eso ocurriría si la región recibe lluvias entre 235 y 250 milímetros”.

El especialista dijo que después de un período prolongado de ausencia de precipitaciones importantes en Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires lentamente comenzaron a aparecer las primeras lluvias. “Eso se puede comprobar en el noroeste santafesino (Tostado, Villa Minetti o en algún lugar puntual del departamento General Obligado). Son lluvias de verano, como se las conoce, pocos milímetros en poco tiempo. La lluvia cae en los suelos que tienen muy baja disponibilidad de agua útil en particular para el desarrollo de los cultivos y la vegetación que allí se desarrolla”, agregó.

Walter reconoció que “los modelos sobre los que se trabaja indican que a partir de marzo-abril estaríamos teniendo una secuencia de lluvias que nos permitirían ir almacenando esa cantidad de milímetros en los perfiles de suelo”.

Fuente: La Nación