Se profundiza la brecha entre Estados Unidos y la UE

Se profundiza la brecha entre Estados Unidos y la UE

La Unión Europea activa la protección a sus empresas ante las sanciones estadounidenses a Irán.

El Gobierno de Estados Unidos impuso una serie de sanciones sobre Irán, levantadas en tras el acuerdo nuclear de 2015. La reanudación de sanciones busca aislar económicamente al Ejecutivo iraní, forzando a compañías extranjeras a cerrar sus negocios en el país persa; aunque al mismo tiempo amenaza con profundizar la brecha entre EE.UU. y la Unión Europea (UE), ya que las sanciones afectarán a empresas europeas.

«Estados Unidos está completamente comprometido a hacer cumplir nuestras sanciones», afirmó este lunes el presidente estadounidense, Donald Trump, según recoge la Casa Blanca en un comunicado. Trump avisó de que «los individuos o entidades que no cancelen sus actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias».

Trump firmó este lunes una orden ejecutiva en la que estableció que, a partir de hoy, estará prohibido el comercio de oro, metales preciosos y materiales como el aluminio y el acero, así como la venta de automóviles fabricados en Irán. EEUU rechazará las transacciones financieras relacionadas con el sistema de ferrocarriles, impondrá sanciones a quienes compren o faciliten la emisión de deuda soberana iraní y prohibirá a Irán usar dólares estadounidenses. Washington también revocó los permisos que permiten la importación de alfombras y alimentos iraníes, como los pistachos.

La respuesta desde la Unión Europea, no se hizo esperar. Se pusieron en marcha medidas legales para proteger a las empresas locales. Según consigna el diario Español 5 Días, ante la preocupación de las empresas europeas con negocios el el país persa, Bruselas ha actualizado su legislación para tranquilizar a los inversores y asegurar que recuperan el daño que puedan causar esas sanciones extraterritoriales que considera «ilegítimas», informaron fuentes europeas.

Bruselas espera dar una protección jurídica a sus empresas, «sobre todo a aquellas que no tienen presencia física en Estados Unidos», con una «protección legal» que minimice el riesgo anulando el conjunto de decisiones que emanen de estas sanciones y afecten a las empresas europeas. Además, anulará en territorio comunitario los fallos en tribunales extranjeros basados en dichas sanciones y prohibirá específicamente a ciudadanos europeos su cumplimiento.

De este modo, según la legislación comunitaria, las empresas europeas pueden denunciar no sólo a Estados Unidos por los perjuicios que puedan causarles esas sanciones sino también a firmas americanas o europeas que decidan romper unilateralmente un contrato como consecuencia de las imposiciones de Washington.

Fuente consultada: Cinco Días / Imagen Reuters