Se espera un buen año para el Bitcoin; sin descuidar al Ethereum

Se espera un buen año para el Bitcoin; sin descuidar al Ethereum

Con fuertes caídas desde inicio de semana. Así hemos tenido al Bitcoin en las últimas sesiones, hasta que finalmente ayer perdió el nivel de los 30.000 dólares, en línea con la corrección progresiva que viene sufriendo desde que, el 8 de enero, alcanzara su máximo histórico de 42.000 dólares.

De las últimas 45 semanas de cotización, está estaría siendo la peor, pues ya se ha depreciado un 13%. A nivel técnico, marcaba ayer una cruz hacia los 29.000 dólares, acumulando ya desde el día 8 una depreciación superior al 30%.

Citan expertos de Bloomberg que no hay razones fundamentales que apoyen este comportamiento, pero lo cierto es que tampoco las hubo para justificar que el valor se triplicara, y más, en los últimos meses.

Así que prosigue el debate sobre si su valor es real, sobre si se puede confiar en estos movimientos, y sobre qué motivos debemos buscar que expliquen su evolución. Algunos siguen buscando motivos que justifiquen estos bandazos; otros afirman que es cuestión de fe.

Y luego están los expertos:

JPMorgan asegura que es una cobertura de mercado amplia y pobre y que su popularidad entre todo tipo de inversores le otorga un mayor riesgo de recesión cíclica; UBS, que las criptomonedas no poseen las características de oferta y demanda que sirvan para hacerlas funcionar como monedas reales.

Nosotros hemos querido hablar con algunos expertos del sector para entender un poco en qué punto estamos con las criptomonedas y qué debemos esperar para este año.

Daniel Díaz, profesor del Programa de especialización en Blockchain del IEB, afirma que nos encontramos ahora en una fase más avanzada de maduración; donde el inversor institucional comienza a marcar la batuta siguiendo ya no una convicción basada en la utilidad de Bitcoin como buen activo descorrelacionado; eficaz en la diversificación de carteras y en la protección frente a sucesos poco probables de gran impacto negativo (cisnes negros), sino en su valor como «sound money», es decir, el de aquel dinero que tiene un valor determinado por el mercado de forma independiente a gobiernos, banca central o partidos políticos.

2021 un gran año

Díaz cree que podemos esperar que 2021 sea un gran año para este tipo de activos en lo relativo a la adopción y estandarización de Bitcoin, así como en la lógica de negocio y tecnología construida sobre el protocolo, así como del Ethereum 2.0. “Si eso se acompaña de un incremento en la demanda, podría implicar una buena oportunidad de inversión a medio plazo, si bien el componente riesgo es muy superior y la propuesta de valor del ETH no es tan concreta y profunda como en el caso del Bitcoin”.

El Ethereum, segunda criptomoneda por capitalización de mercado tras el Bitcoin, bajó incluso más ayer jueves, dejándose un 22% y situándose en los 1.053,80 dólares. Está a un 27% de su máximo de esta semana, mientras que el año pasado subió un 471%. En el momento de redactar estas líneas baja un 5%, hasta los 1.173 dólares.

Salvador Casquero, presidente de 2gether, no tiene por costumbre recomendar inversiones sin conocer al potencial inversor, pero sí ha observado también el creciente interés del mundo institucional por las criptomonedas. “Eso supone una cosa: más demanda.

Y una mayor demanda en un activo, el Bitcoin, que tiene una oferta finita y limitada para siempre, sin posibilidad de hacer trampa porque el código es ley. Y esto en contraposición con el mundo fiduciario tradicional (más dinero/más deuda), cuyas rentabilidades están cada vez más deprimidas”. 

Casquero cree que este año, con un mercado ya consolidado, la demanda empezará a florecer y empezarán a destacar otras monedas que pongan de manifiesto lo que verdaderamente son las criptomonedas: la evolución real del dinero. En este sentido, apunta también al Ethereum.

A nivel técnico…

En las últimas horas, observamos que la principal criptomoneda ha reaccionado al alza tras la cruz que dibujó ayer próxima a los 29.000, y se mueve en estos momentos en el entorno de los 31.200 dólares, aunque con un perfil gráfico a corto plazo que favorece las caídas, según nuestros expertos.

El umbral psicológico superior a los 30.000 se considerará como un nivel clave por debajo del cual sería probable ver más caídas. Por el bando positivo, solo un retorno por encima de los 35.000 nos haría hablar de nuevo de ver correcciones más fuertes al alza.

Fuente: Investing