Se espera la inflación más alta desde 1991

Se espera la inflación más alta desde 1991

Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) reveló que el incremento sostenido de precios para este año se ubicará cercano al 70%, con lo cual ese fenómeno clásico de la economía argentina superaría las marcas de 1991. Mas allá del contexto internacional, desde la Undav consideraron «es menester señalar que la economía argentina tiene graves problemas sistémicos con respecto a la inflación».

«Los diferentes programas llevados adelante por la actual gestión, como Precios Cuidados, Cortes Cuidados y el lanzamiento de una nueva canasta de productos para comercios de proximidad denotan la ausencia de un programa macroeconómico integral», remarcaron desde esa universidad. «Asimismo, se proyecta que la tasa de inflación para 2022 se ubique cercana al 70,0%», acotaron.

Escenarios posibles

Enumeran también que existen 3 escenarios posibles para el incremento sostenido de precios. Por un lado, que la canasta del IPC experimente un incremento en términos interanuales del 55,0% como consecuencia de la desaceleración de la inflación a causa de los diferentes programas ya citados que motorizó el Gobierno. El segundo, de mayor control sobre los formadores de precios, con la intervención del Estado para evitar que los precios locales de las materias primas se acoplen a los internacionales.

Y para el tercer escenario el informe señala «la posibilidad de un acuerdo entre todos los actores económicos y sociales a fin de evitar que la inercia inflacionaria siga en tendencia alcista». En este marco, «los convenios paritarios no serían objeto de revisión», estimó la Undav.

En contraposición, una inflación mayor o igual al 70,0% detonaría el poder de compra de los salarios reales, con sus consecuencias negativas sobre el consumo agregado y, por ende, sobre la actividad económica. Para dicho estándar «la revisión de los acuerdos alcanzados entre trabajadores y empresarios requerirían una urgente actualización», destacaron.

Ayer nomás

Con revisionismo acotado corresponde recordar que entre 2018 y 2019 el poder de compra del salario real retrocedió un 17,5%, lo que implicó una fuerte contracción de la demanda global por la caída del consumo. Los investigadores de la Undav consideran también que es posible un escenario intermedio a los descritos, más allá de que las proyecciones en este paper se trazaron desde datos oficiales.

En dicha mensura recordaron que la crítica situación de la economía argentina y de los trabajadores en particular, se agravó a partir de la pandemia. Incluyendo «el histórico retroceso de la actividad económica que derivó en la postergación de los acuerdos paritarios». Consideran también que la política del actual Gobierno busca potenciar los salarios reales a fin de elevar el consumo, y por ende la demanda global.

Citan entre las medidas para intentar algo de protección salarial, que en junio se elevará el piso del Impuesto a las Ganancias a $ 280.792, lo que significa un 24,3% más alto que los $ 225.937. «La actualización implicará que a 1,2 millones de trabajadores no sean alcanzados por dicho tributo».

Contemplaron también el «shock paritario» dispuesto ante la inflación con acuerdo de la UIA y la CGT «medidas que dan cuenta sobre la orientación de la política económica del Ejecutivo». Más allá de todo lo dispuesto asumieron que el incremento sostenido de precios atenta contra toda política de ingresos que se haya dispuesto durante 2022.

Fuente: BAE