Salario y empleo privado en recuperación

Salario y empleo privado en recuperación

Más allá de esta tendencia, los analistas Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) calificaron como «incipiente» la recuperación de los sueldos, a partir de un dato preciso: entre agosto de 2017 y diciembre de 2020 el salario real cayó un 20%, desde ese momento y hasta septiembre «apenas se recuperaron 2 puntos de esa marcada contracción». La UNSAM considera que el desafío clave del Gobierno de cara a 2023 se cierne sobre generación de trabajo, sueldos e inflación en el frente interno

Un informe de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) destacó que empleo formal privado continúa en recuperación, si bien se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia. Así lo analiza el informe «Cómo construir una segunda etapa», elaborado por el Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) y la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES).

Los investigadores de la Unsam expresaron que respecto a salarios e inflación el inicio de 2021 tuvo una potente diferencia a favor del incremento sostenido de precios. «Sin embargo a partir del segundo semestre, y sobre todo en agosto y septiembre la variación interanual de las remuneraciones formales fue superior a la inflación».

Así, los salarios se encaminan a romper la tendencia a la baja que atraviesan desde 2018 y, por primera vez en cuatro años, posiblemente superen a la inflación en diciembre de 2021.

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Más allá de esta tendencia, calificaron como «incipiente» la recuperación de los sueldos, a partir de un dato preciso: entre agosto de 2017 y diciembre de 2020 el salario real cayó un 20%, desde ese momento y hasta septiembre «apenas se recuperaron 2 puntos de esa marcada contracción», dijeron.

«Se llegó a las elecciones en medio de un proceso de recomposición, pero partiendo de un fuerte deterioro y con incógnitas por despejar sobre el futuro inmediato». reseñaron. Para los analistas no queda otra alternativa que «construir una segunda etapa, superando la crisis sanitaria y económica, y mejorando los indicadores sociales y laborales».

Una cuestión de fe

El optimismo del oficialismo, aliados, sectores productivos y gremiales, es constante pero siempre «cruzando los dedos» y con la necesidad de «creer en mejoras» por el devenir promisorio de los puestos de trabajo. El número de asalariados registrados en empresas privadas acumuló su décimo mes consecutivo de crecimiento, pero el ritmo de expansión no ha sido acelerado. De hecho en agosto hubo 74.000 trabajadores y trabajadoras registrados menos que en febrero de 2020.

Los sectores que mejor evolución tuvieron desde el inicio de la pandemia son pesca (+4,9%); las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+3,3%) y manufacturas (+2,3%). Por oposición y bajo el impacto de la crisis Covid-19 los más rezagados son hoteles y restaurantes (-20,9%); los servicios comunitarios, sociales y personales (- 4,9%); y transporte, almacenamiento y comunicaciones (-4,1%).

«En ese caso, se trataría de retomar la iniciativa para que la agenda de reducción de daños pueda dar lugar a una estrategia de desarrollo con la continuidad de políticas públicas de estímulo a la producción a ser presentadas en el parlamento. De ese modo, el progresivo mejoramiento de las condiciones de vida podría ir reconstruyendo ese horizonte de expectativas que las elecciones demostraron que aparece como muy difuso en buena parte de la población», enfatizaron desde la Unsam.

Fuente: BAE