Reynolds de Balanz: “Las acciones argentinas tendrán un año complejo”

Reynolds de Balanz: “Las acciones argentinas tendrán un año complejo”

A falta de definiciones concretas respecto a la reestructuración de la deuda para los pagos que debe hacer en 2020 el gobierno, Roberto Reynolds, gerente de Wealth Management de Balanz, habló con BANK MAGAZINE sobre cómo quedan posicionados los títulos públicos y las acciones de las empresas en medio de los posibles escenarios de riesgo para el país y el gobierno de Alberto Fernández.

Roberto Reynolds de Balanz: “Las acciones argentinas tendrán un año complejo”

Por Mariano Jaimovich

-¿Cómo calificaría el escenario actual para hacer inversiones?

-El contexto local de inversiones es de gran incertidumbre. La nueva ley sancionada deja ver algunos lineamientos del nuevo gobierno, pero persisten dudas respecto a elementos claves, fundamentalmente reestructuración de la deuda y política monetaria.

-¿Qué bonos están recomendando a inversores particulares?

-Lo sucedido en los últimos años en Argentina en el mercado de capitales obliga a los inversores a pensar en los portafolios de manera global, de forma tal de conservar y hacer crecer el capital. Las inversiones en el mercado local están enfocadas en el manejo de liquidez y/o apuestas más especulativas. Pensamos que el precio de los bonos estará guiado en el corto plazo por la expectativa de cobro de cupones, hasta que se resuelva la reestructuración de la deuda. Hacia mediados de año los precios dependerán del resultado de la negociación, mientras que luego del resultado estarán vinculados mayormente a la credibilidad del programa económico del Gobierno. Respecto a los bonos ley local, pensamos que continuarán operando con un diferencial respecto a la ley extranjera.

-¿Y las acciones?

-Las acciones argentinas tendrán un año complejo, y dependiendo su sector, estarán expuestas a diversos factores. En un comienzo, en los primeros meses del año el driver será común a todos, referido este a la categoría de ADRs en el índice emergente del MSCI (y la posible recategorización a frontera o stand alone). Esto puede ser un driver negativo en el corto plazo para mayoría de ADRs. De hecho, días atrás MSCI Indexes anunció que nos mantendrá en revisión hasta el mes de marzo, cuando salga el nuevo comunicado, y el principal factor a monitorear es el control de cambios. Dado que no esperamos que sean eliminados, creemos que la re categorización es muy probable. Este plazo hasta el nuevo anuncio dará lugar a los fondos de inversión activa a comenzar el desarme de posiciones en ADRs locales aprovechando la suba vertiginosa de las últimas semanas. Esto devengará en un flujo vendedor que, seguramente, ponga un techo a los precios, niveles a los cuales continuarán con el desarme.

-¿Después de eso qué puede suceder?
-Luego, tendremos que observar los sucesos dentro de cada sector: por ejemplo, los bancos estarán expuestos a la negociación de los pasivos remunerados del BCRA (principalmente la LELIQ) y otros pasivos del sector público, junto con la nueva regulación que pueda obligarlos a prestar a tasas por debajo de las de mercado. En cuanto a las empresas de energía, estarán atadas a la renegociación del esquema tarifario  y la eventual disponibilidad de giros del tesoro para subsidios.
En construcción y consumo ambos sectores estarán ligados al recupero del salario real y reactivación de la actividad. Además de los drivers dentro de cada sector, las acciones argentinas tendrán un driver general que será la economía argentina y la situación fiscal del país, por lo tanto dependerán en gran parte del acuerdo de restructuración de deuda que alcance Fernández con los acreedores, y que tan “sustentable” se convierta la deuda como la situación fiscal del país.

-¿Y para los títulos corporativos qué recomienda?

-En los bonos corporativos la selectividad es clave. Debe analizarse con profundidad el sector, la injerencia gubernamental en el mismo y la estructura de capital de la empresa (moneda de ingresos/pasivos). Dicho esto, pueden jugar un rol importante en una cartera diversificada y pensando en flujos anuales, teniendo en cuenta la reestructuración de la deuda soberana donde podría no haber flujos anuales (intereses, capital), por al menos un par de años.

-¿Qué estimaciones tiene respecto al dólar?

-Dadas las restricciones a la compra de divisas, el dólar relevante es el MEP. En la medida en que las restricciones y la inflación persistan continuará el camino ascendente del mismo. Por ende, creemos que las restricciones cambiarias se mantendrán durante el 2020, ya que es poco probable que se observe un aumento en las exportaciones lo suficientemente importante como para que el Banco Central tenga el respaldo suficiente como para levantar las restricciones. Asimismo, difícilmente se recupere la confianza local en el corto plazo como para que se reduzca la demanda local de dólares. En cuanto al tipo de cambio, creemos que el Gobierno buscará mantenerlo estable por el mayor tiempo posible, para poder usarlo como ancla para las expectativas de inflación. En cuanto a la brecha cambiaria, creemos que estará mayormente vinculada a la inflación observada y a las expectativas para el año, la cual dependerá, en gran medida, del éxito que tenga el acuerdo social en contener las demandas salariales y la confianza que se genere en el programa económico.

-Por el lado de las tasas de interés, ¿en qué niveles pueden ubicarse?

-El enfoque de las nuevas autoridades del BCRA va a llevar a un descenso en las tasas de interés local. Probablemente veamos tasas reales negativas, por lo que hay que tener cuidado a la hora de incorporar bonos de renta fija en moneda local en los portafolios.

-¿Qué expectativas tiene el mundo inversor con el Gobierno?

-Creemos que la negociación se irá dando por etapas, a medida que el Tesoro vaya enfrentando los distintos vencimientos. Esto se debe a que las reservas no alcanzan para enfrentar todos los vencimientos, por lo cual creemos que se guardarán los dólares para enfrentar los bonos bajo ley extranjera. En este sentido, la deuda denominada en pesos será la primera en resolverse, ya que una gran cantidad de vencimientos se concentran en el primer trimestre de 2020. En segundo lugar, se atacaría la deuda en dólares bajo ley local, donde el límite para la negociación estaría establecido por los vencimientos del 2 trimestre de 2020, que incluyen el cupón del Bonar20 en abril y la amortización del Bonar 2024 en mayo. Por último, se resolvería la deuda bajo legislación extranjera, que en principio implica negociaciones más complejas. Respecto a las distintas ofertas, pensamos que serán similares a través de las distintas legislaciones, sin haber grandes diferencias en las propuestas a los bonos bajo ley local y extranjera.

Finalmente, en caso que se alcance un acuerdo con acreedores, los bonos probablemente continúen cotizando en el rango de u$s55 y u$s65, ya que pensamos que Argentina recuperará la credibilidad recién cuando se alcance el superávit fiscal y el crecimiento sostenido, cosas que no ocurrirán al menos hasta el 2021.-