Reunión virtual Fernández JxC

Reunión virtual Fernández JxC

No faltaron los reproches ni las acusaciones, pero el presidente Alberto Fernández y los legisladores de Juntos por el Cambio coincidieron ayer en la necesidad de bajar el nivel de confrontación política, que venía en franco aumento en los últimos 10 días.

En una cumbre virtual a solas con el bloque mayoritario, el Presidente defendió a Cristina Kirchner, se declaró abierto al diálogo y pidió apoyo para un plan pospandemia que prometió enviar al Congreso.

“No se puede confiar si alguien muere y en un momento se convierte en una víctima de mi vicepresidenta”, dijo Fernández, en alusión al comunicado de Juntos por el Cambio que consideró “un crimen de extrema gravedad institucional” el asesinato de Fabián Gutiérrez, exsecretario de Cristina Kirchner. También hubo discusión respecto del banderazo del 9 de julio.

El diputado radical Mario Negri llamó a “respetar la división de poderes y dejar la tensión permanente”. Sus colegas pidieron “franqueza” en los llamados al diálogo y se quejaron por el “tono desmedido” de algunas críticas hacia dirigentes de la oposición. A la reunión no asistieron los legisladores de la Coalición Cívica, escépticos del formato y el momento de la convocatoria.

El tono amable y las invocaciones a la necesidad de construir consenso no evitaron los reproches cruzados, pantalla de por medio. La teleconferencia entre Alberto Fernández y los jefes parlamentarios de Juntos por el Cambio dejó ayer un balance ambivalente, con coincidencias importantes sobre el proceso de renegociación de la deuda y diferencias marcadas sobre el origen de la crispación política registrada en las últimas semanas.

La conversación, de una hora, sirvió, señalaron en el oficialismo y en la oposición, para reabrir una instancia de diálogo y suavizar las tensiones. En especial, después de que la convocatoria casi queda suspendida por el pedido de Juntos por el Cambio para que se incluyera a los senadores y para que la charla fuera exclusiva con la principal fuerza de la oposición, condiciones que el Presidente aceptó para posibilitar el encuentro.

El jefe de bloque de la Coalición Cívica en Diputados, Maximiliano Ferraro, fue el único de los jefes parlamentarios de la oposición que decidió no participar.

Abrió el fuego Luis Naidenoff, jefe del bloque de senadores de Juntos por el Cambio, que reclamó un “funcionamiento armónico” del Congreso, una manera de deslizar el malestar opositor por las tensiones políticas surgidas en el Senado.

Mario Negri, presidente del interbloque de diputados, pidió que se respete la “división de poderes”, en alusión al caso Vicentin, considerado por la oposición como una injerencia en el Poder Judicial.

“Cada uno debe hacerse cargo del pasado que tiene, esa es la única forma de dejar la tensión permanente y evitar el default político”, dijo, en el cierre de la intervención de Juntos por el Cambio.

La lista de recriminaciones al Gobierno se completó con un pedido, planteado por Cristian Ritondo, para que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, asista este mes a Diputados y se habilite el tratamiento de los proyectos que presentó la oposición para combatir la pandemia. Lo hará el 30 de este mes. También hubo un planteo del presidente de la UCR, el diputado Alfredo Cornejo, para que no haya discriminación con las provincias opositoras en el reparto de fondos nacionales. Completó el elenco opositor Martín Lousteau, que hizo un diagnóstico crudo de la situación económica y advirtió que la recuperación puede llevar más de un mandato presidencial.

Alberto Fernández, el último en hablar, les reprochó el documento que publicó la oposición después del asesinato de Fabián Gutiérrez, exsecretario de Cristina Kirchner. “No se puede confiar si alguien muere y en un momento se convierte en una víctima de mi vicepresidenta. Es difícil construir confianza desde allí. Y una mañana me levanto y me atribuyen estas cosas. Se construye sin hipocresías y honestamente. Me dolió vivir eso esa semana. Respetémonos. En política no todo vale. Somos seres humanos”, dijo, desde la residencia de Olivos. No fue el único reproche. “Tengo para recuperar la confianza, pero no podemos dejar pasar de largo que hay sectores de la oposición que dicen que los tenemos encarcelados. Tienen mil formas de protestar, no hace falta exponer a nuestro pueblo. Cada marcha hizo que suban los casos”, sostuvo, sobre las manifestaciones del jueves pasado. El Presidente respondió también a la acusación sobre discriminación en el reparto de fondos. “Dimos 120.000 millones a las provincias. No las dejamos solas. Mendoza recibió 16.000 millones de pesos. Queremos que Mendoza no se vaya”, le dedicó a Cornejo, y enseguida destacó la relación que tiene con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. “No es justo que digan que no les prestamos atención”, afirmó. A Negri lo llamó “mi amigo cordobés”.

Acompañaron a Fernández el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el jefe del oficialismo en esa cámara, Máximo Kirchner; el jefe de la bancada de senadores, José Mayans; la senadora Anabel Fernández Sagasti, muy cercana a Cristina, y el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “el Chino” Navarro. Esos mismos funcionarios acompañaron al Presidente en el diálogo con los restantes bloques de la oposición.

El objetivo de la convocatoria era lograr el respaldo de la principal fuerza de la oposición para garantizar la aprobación de la agenda legislativa que promueve la Casa Rosada. En ese temario figuran la moratoria, el presupuesto y un proyecto para regular el proceso de canje de deuda bajo jurisdicción local en espejo al proceso abierto con la deuda externa bajo jurisdicción extranjera. Juntos por el Cambio anticipó su respaldo a esta última iniciativa, gesto celebrado por el Presidente.

Fuente: La Nación