Reducción de ganancias: La visión de los expertos, lejos del optimismo oficial

Reducción de ganancias: La visión de los expertos, lejos del optimismo oficial

Como se había anunciado, el Poder Ejecutivo presentó en la Cámara de Diputados el proyecto que modifica el Impuesto a las Ganancias que pagan las sociedades.

La semana pasada el Gobierno envió al Congreso el proyecto para modificar las alícuotas que deberían pagar las empresas para “beneficiar al 90% de las sociedades comerciales”. Sin embargo, los especialistas consultados por consideran que no representa una baja real de impuestos y que la carga caerá sobre empresas medianas y grandes.

El pacto fiscal de 2017, llevado adelante por el Gobierno de Mauricio Macri, preveía una baja al 25% para todas las empresas a partir de 2021. Sin embargo, por la pandemia el Gobierno actual decidió suspender esta medida en 2020 y, para este año, la necesidad de financiar el costo de la reforma de Ganancias a trabajadores y jubilados hizo necesario mantener alícuotas más altas para cubrir ese bache fiscal.

Nuevo esquema

El principal cambio del nuevo proyecto tiene que ver con la modificación de las escalas a partir del ejercicio fiscal 2021. Las nuevas escalas serán de carácter progresivo, en base al nivel de ganancias anuales que declaren las sociedades, en contraste con la alícuota del 30% para todas las sociedades que rigió durante 2020.

Un primer escalón de 25% para ¡Hay que cuidar la salud, pero sin destruir la economía! ¡Salud o economía es una falsa opción, hay que preocuparse por ambas! Estas frases se escucharon muchas veces. ¿Quién podría estar en desacuerdo con ellas? Y con las restricciones que se implementaron volvieron a formar parte del discurso político cotidiano.

ganancias netas acumuladas de hasta $5 millones, alícuota que el Gobierno asegura, “no sólo abarcará a las pymes sino también a la mayoría de las medianas empresas”. El segundo escalón será de 30% para ganancias netas acumuladas de más de $5 millones y hasta $20 millones y un último segmento de 35% para ganancias netas acumuladas superiores a $20 millones.

Informe de Iaraf

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en caso de aprobarse esta nueva reforma, entre 90% y 95% de las empresas vería reducida su alícuota efectiva (tributo sobre Ganancias y dividendos) respecto a 2020. Es decir que tributarán menos que el 30% actual.

Además, para entre 5% y 10% de las empresas (aquellas que muestren niveles de utilidades por encima de los $25 millones anuales) subirá la carga efectiva del impuesto a las ganancias en comp ración con la vigente en 2020. “La mayor progresividad se da porque las caídas de alícuotas son mayores para las ganancias imponibles menores”, resaltó Iaraf.

El oficialismo había llevado ya una propuesta al Congreso en este sentido. Sin embargo, los pisos eran muy bajos y muchas empresas hubieran quedado alcanzadas.

Diferencia con la alícuota

“Bajo la propuesta de marzo, la ganancia de indiferencia para que la alícuota de 2021 sea igual a la de 2020 era de $3,9 millones (promedio mensual de utilidades de $325.000) mientras que según los parámetros de la propuesta de abril es de $25 millones ($2,1 millones por mes), es decir, se sextuplica”, destacó el Iaraf.

Tal como señala el informe, “en caso de aprobarse esta reforma, entre 90% y 95% de las empresas verían reducida su alícuota efectiva respecto al año 2020, es decir, tributarían menos que el 30% actual”. En la planteada en marzo ese número resultaba entre 65% y 70%.

Lo que sí mantuvo el oficialismo en la propuesta enviada la semana pasada al Congreso, que también estaba en la de marzo, es que los dividendos distribuidos pagarán en todos los casos la alícuota de 7%, a través del impuesto cedular vigente.

Entonces, para las empresas de mayores ingresos, en el caso de que distribuyan todas sus utilidades, la alícuota marginal máxima combinada del impuesto podría llegar hasta el 39,5%.

Críticas

Para el diputado de Juntos por el Cambio, Alejandro Cacace, “con la reforma tributaria de 2017 todas las empresas a partir de 2020 debían pagar el 25%, y el Presidente, a días de asumir en 2019, suspendió esa baja y dejó la alícuota en 30%”.

“Este proyecto abandona la lógica que tenía la medida de 2017, ya que se gravaban más los dividendos para incentivar la reinversión de utilidades, en un contexto donde la presión tributaria es del 10%”, afirmó.

“Las empresas pequeñas son beneficiadas por esto, por ahora, porque son valores nominales. Las empresas cierran balances en diciembre y estamos en un país con alta inflación”, consideró el director del área fiscal de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Salvador Femenia.

“Las sociedades medianas van a tener una suba del 30% mientras que con la reforma de 2017 iba a ser de 25% para 2021”, estimó Femenia y agregó: “Las empresas grandes seguro trasladen eso a precios porque no van a asumir ese costo”.

El CEO de Sasovsky & Asociados, Iván Sasovsky recordó, de la alícuota para todas las sociedades, y no para una parte como plantea esta medida”.

“Si lo miramos así, podemos ver que el alivio sólo sería en el primer escalón de la nueva escala propuesta y el peso que recaería sobre el eslabón más alto sería verdaderamente muy pesado”, advirtió.

Por último, Sasovsky destacó que “esta medida no hace más que cargar a las grandes empresas con tasas elevadas para financiar la pérdida de ingresos que va a generar los cambios introducidos en el impuesto que recaen sobre empleados y jubilados”.

“Lo más probable es que lo único que se logre es ahuyentar la inversión, que preferirá irse a países con alícuotas que no sean tan altas, y que el gasto que se intenta cubrir con esta propuesta sea financiado con más emisión y, por ende, con una mayor inflación”, concluyó.

“Este proyecto surge como mayor presión para cubrir el costo de bajar Ganancias a salarios brutos de $150.000”, aseguró el CEO de Lisicki, Litvin & Asociados, César Litvin, ante El Economista. “Ese incremento va a ir a medianas y grandes empresas en un contexto inoportuno de cierre y baja de inversión”, añadió.

Además, Litvin recordó que con la suspensión del pacto fiscal de 2017 no sólo se bajaban alícuotas al 25%, sino que preveía bajar o eliminar impuestos como Ingresos Brutos, sellos y tasas municipales. “No es una baja impositiva”, ratifica.

Fuente: El Economista