¿Qué podemos decir de la criptomoneda del Tío Sam?

¿Qué podemos decir de la criptomoneda del Tío Sam?

La Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, está explorando la posibilidad de crear un dólar digital. Están evaluando esa posibilidad estudiando los costos y los beneficios de una iniciativa con esa. Sin embargo, por ahora, no hay ningún proyecto formal en desarrollo. Es curioso que la moneda reserva del mundo no se anticipe al futuro y deje que los demás países se le adelanten. China, por ejemplo, anunció el lanzamiento de su propia criptomoneda estatal para muy pronto. Mientras esto sucede, Estados Unidos está sentado viendo las olas pasar. Es posible que por quedarse dormido se lo lleve la corriente. Hablemos del dólar digital. 

El dólar, más allá de ser la moneda de Estados Unidos, es la unidad de referencia en los mercados internacionales. El dólar es utilizado como moneda reserva por la mayoría de los países del mundo. Y mercados como el del oro y el del petróleo se cotizan en dólares. Es más, casi todas las compañías que operan a nivel internacional como las aerolíneas, por ejemplo, publican sus precios en dólares. Es cierto que ha perdido un poco de posición en relación al euro, al yen japonés y al yuan chino en las últimas décadas. Sin embargo, su importancia no se puede poner en duda. Es la moneda más influyente del mundo y las decisiones que se toman en la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, nos afectan a todos. 

Después de los Acuerdos de Bretton Woods, en 1944, el dólar se consolidó como la moneda reserva del mundo y nos ha dominado desde entonces. Esto, en la práctica, no se terminó después de 1971, cuando el presidente Nixon rompió con el patrón oro. La hegemonía de dólar continúa y le ha dado a los Estados Unidos una enorme ventaja sobre los demás países. ¿Por qué? Bueno, para empezar, Estados Unidos puede endeudarse en su propia moneda. Los demás países no tienen esta ventaja. Es por eso que el déficit fiscal del Tío Sam puede ser enorme y nada pasa. Es por eso que el déficit comercial es gigantesco y todo marcha de las mil maravillas. En Estados Unidos, todo se puede solucionar imprimiendo dinero de la nada. La inflación, que podría ser un problema, en el caso de los Estados Unidos, no lo es, porque el resto del mundo acepta esos papelitos con una sonrisa en el rostro. Es más, una buena porción de los dólares que se imprimen terminan en bancos extranjeros causando un efecto deflacionario en casa. Todo se equilibra mágicamente gracias al inmenso poder del dólar en el mundo. El éxito económico de Estados Unidos está estrechamente unido a la dolarización del mundo. De hecho, el asunto es un negocio redondo para ellos. 

Sin embargo, este dominio se podría perder. No tenemos garantías de que esto puede mantenerse para siempre. Por supuesto que todos sabemos muy bien que este juego es sumamente injusto para todos. Pero este sistema no lo tenemos por gusto sino por obligación. Es una imposición. Para entender esto probablemente debemos trasladarnos al periodo después de la Segunda Guerra Mundial. Una buena parte del mundo había quedado destruida por la guerra y la otra parte estaba sumergida en la pobreza. Estados Unidos contaba con casi el 60 % del producto interno bruto del mundo y el poder militar más grande del planeta. Entonces, no nos puede sorprender que las reglas se escribieron a su favor. El sistema que se implementó después de la guerra los ha beneficiado muchísimo. De eso no hay duda. Pero también hay que reconocer la Reserva Federal ha logrado ganarse su credibilidad. La verdad es que el dólar se ha mantenido relativamente estable por muchas décadas. Bueno, de hecho, no ha sido muy estable, pero ha sido una de las monedas más estables si se compara con otras monedas. Entonces, de algún modo, el dólar todavía goza de un prestigio envidiable en todo el mundo. 

Claro que el mundo de hoy no es tan desigual como antes. Han surgido otros poderes con la fuerte suficiente para comenzar a cuestionar la vigencia de un sistema monetario mundial basado en el dólar. Han surgido bloques regionales con acuerdos internos que permiten el comercio sin depender directamente del dólar. Y muchos actores están utilizando otras monedas como moneda reserva. China, por ejemplo, ha expresado en varias ocasiones sus intenciones de promover un mundo sin hegemonías monetarias. Esto toma particular relevancia en el contexto de la guerra comercial y de divisas entre Estados Unidos y China que estamos sufriendo en estos momentos. 

China y Estados Unidos están destinados a ser los dos súper poderes del mundo durante, por lo menos, las próximas décadas. A pesar de los problemas que puede llegar tener, todo indica que sus economías crecerán muchísimo más y es razonable pensar que siempre existirán tensiones entre estos dos grandulones. No tendrán más opciones que resolver sus problemas, porque se necesitan. Si quieren crecer, necesitan fortalecer sus lazos comerciales. Pero habrá fricciones y la competencia entre ellos será feroz. Eso es seguro. 

Libra, la stablecoin de Facebook, no ha podido lanzarse porque las autoridades regulatorias no han tenido piedad con el proyecto. Es obvio que un proyecto de semejante tamaño podría afectar la estabilidad financiera. Libra podría cruzar fronteras con demasiada facilidad y causar disrupciones a su paso. Eso preocupa a muchos. Pero las preocupaciones en China están yendo más allá y se están transformando en acción. No es cuestión de prohibir y ya. Ellos quieren competir. Es por eso que piensan lanzar un yuan digital, una especie de criptomoneda estatal emitida por el banco central chino. Será una moneda complementaria que se utilizará principalmente para el comercio minorista nacional e internacional. En la práctica, trabajará, sobre todo, de la mano con Ali Pay y WeChat Pay.  Claro que tampoco estamos hablando de un cambio de aquí a la luna. Después de todo, el dinero fíat es, en su mayoría, dinero electrónico ya. Sin embargo, la tecnología blockchain podría aportar mayor flexibilidad en operaciones con los nobancos como compañías tecnológicas. Entonces, podríamos decir que un yuan digital significaría un yuan más poderoso y más internacional. 

Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, dijo en el Congreso de los Estados Unidos: “Mientras nosotros debatimos estos asuntos, el resto del mundo no está esperando”. Bueno, ese comentario es una referencia directa a China y a su nueva moneda digital. Es un claro reproche a la actitud anti innovación que impera en las instituciones estadounidenses. Como reacción a las acciones chinas es que dos congresistas, French Hill y Bill Foster, le solicitaron a la Reserva Federal considerar la creación de un dólar digital. Y Jerome Powell, el presidente de la Junta de la Reserva Federal, escribió una carta al respecto. 

En la carta, Powell, en mi opinión, contestó por contestar. Es claro que la Reserva Federal es un ente controlado por dinosaurios y solo cambiarán cuando no tengan otra opción. Con relación al dólar digital, me parece que no hay mucho corazón en el proyecto. Solo cuentan con un pequeño estudio de costos y beneficios en el caso que alguien pregunte. Pero más allá de eso, parece que no tienen mucho. Es claro que los desarrollos en otros países, como China, los sorprenderán y los pondrán en desventaja competitiva. Si no despiertan y se adaptan a los cambios, el dólar, tarde o temprano, perderá su supremacía. 

Fuente: Bolsamanía