Provincias piden tregua a Corte para discutir reparto de fondos en el Congreso

Con asistencia casi perfecta, los gobernadores peronistas, de Cambiemos y de fuerzas provinciales protagonizaron en el mediodía de ayer una cumbre ampliada en la porteña Casa de San Juan, donde consensuaron pedir a la Corte Suprema una suerte de «tregua» en su pronunciamiento en la demanda de María Eugenia Vidal por la actualización del Fondo del Conurbano, para habilitar primero un debate por el reparto de fondos en el Congreso de la Nación.
Más allá de su pelaje político, las 21 provincias presentes -18 gobernadores y 3 vice- coincidieron en denunciar el descalabro financiero que les generaría un fallo a favor de Vidal para volarle el techo de $650 millones a ese fondo -se elevaría así a unos $50 mil millones anuales y derivaría en millonarias quitas en la coparticipación para el resto de los distritos- e insistieron en la necesidad de llegar a una solución política y no judicial.
Bajo esa inspiración, rubricaron un documento conjunto de cuatro puntos en el cual salieron a «solicitar respetuosamente a la Corte Suprema de Justicia que no tome resolución alguna hasta tanto sean escuchadas todas las jurisdicciones, y se dé el debate correspondiente entre la Nación y las provincias y el Congreso de la Nación».
Una aspiración que en rigor es amplia y utópica, y que abarca objetivos macro -como las reformas fiscal y de la coparticipación-, pero además uno más cercano y muy codiciado: el de arrancarle a la Casa Rosada una mayor tajada de la recaudación del Impuesto al Cheque.
Por eso la foto ampliada de ayer no tuvo sólo como destinatario a la Corte, sino también, en la práctica, al propio Mauricio Macri.
En cambio, otros potenciales puntos del documento quedaron, discusión de por medio, en el camino, como el de denunciar los millonarios subsidios a los servicios públicos que recibe Vidal, o la amenaza de que un fallo pro Buenos Aires hará caer el reciente pacto entre las provincias y Nación por el control del gasto.
Todos estos temores -sobre todo a una cautelar- unieron a los gobernadores y por eso la liga de mandatarios peronistas -que tuvo su último encuentro hace poco más de un mes en la Casa de Entre Ríos- sumó ayer más comensales a la mesa.
Así, al convite concurrieron tres caciques del propio Cambiemos: los radicales Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Colombi (Corrientes) y Alfredo Cornejo (Mendoza).
Además, se sumaron el socialista santafesino Miguel Lifschitz (se retrasó por una licitación en Rafaela), el neuquino Omar Gutiérrez (MPN) y el rionegrino Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro). Gutiérrez y Weretilneck antes pasaron por el despacho de Rogelio Frigerio para avanzar en acciones de cooperación frente a la desaparición de Santiago Maldonado.
Lo de Cornejo «comensal» no fue literal: llegó tarde al convite por una protesta gremial que afectó los vuelos, y se perdió los chorizos puro cerdo, la punta de espalda a la llama y el costillar a la llama con ensaladas. Tampoco figuró en la foto inicial, aunque rubricó el documento conjunto.
Por la vereda peronista, el anfitrión fue el sanjuanino Sergio Uñac, que recibió al salteño Juan Manuel Urtubey (sus pares le cantaron el cumpleaños), el cordobés Juan Schiaretti (otra vez vocero), el entrerriano Gustavo Bordet (el primero en llegar), el chaqueño Domingo Peppo, el tucumano Juan Manzur, el pampeano Carlos Verna, la catamarqueña Lucía Corpacci, la fueguina Rosana Bertone, el riojano Sergio Casas y el formoseño Gildo Insfrán, además de Hugo Passalacqua (Frente Renovador de la Concordia). Además se anotaron tres vice: el santacruceño Pablo González («Una vez que me invitan, concurrí», disparó), el sanluiseño Carlos Ponce y el santiagueño José Neder.
Quien no estuvo representado fue el Gobierno del chubutense Mario Das Neves, de licencia. Su vice, Mariano Arcioni, argumentó temas de agenda y una invitación que llegó sobre el filo del encuentro de ayer.
«Es una señal política inédita en la Argentina», dijo Lifschitz respecto de la multiparticipación. «Si convalidamos modificar leyes a través de la Corte es mal precedente», advirtió Urtubey, además de remarcar que «el Ministerio del Interior debe convocar a todos los gobernadores para conversar esto, fuera de un clima electoral». «La demanda del Gobierno bonaerense es al Estado nacional, y el demandado se muestra de acuerdo (con el reclamo)», criticó por su parte Uñac, en referencia a que Macri dijo que el reclamo de Vidal es «genuino». «No se puede solucionar un problema para crear otros 23 problemas», graficó Manzur.
Los gobernadores se fueron de la Casa de San Juan con la bandera del diálogo, tras degustar vinos «La Paz», a tono con la ocasión. Pero siguen en pie de guerra: agendaron para el jueves una próxima cumbre, acotada a las provincias que no transfirieron su Caja de Jubilaciones a Nación, para discutir sobre las deudas que sufren.