Por segundo mes consecutivo en abril todos los rubros mostraron caídas

Por segundo mes consecutivo en abril todos los rubros mostraron caídas

En abril, primer mes completo en cuarentena, el desempeño de la industria fue aún más negativo en la comparación interanual que lo que habían estimado las consultoras privadas. De esta manera, abril se convirtió en el cuarto mes consecutivo con caída interanual. Además, la actividad del sector se sitúa en niveles de fines de 2002.

Así lo confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que informó que durante el cuarto mes del año el sector industrial mostró una caída de 33,5% respecto a los registros del mismo mes del año pasado. En relación a marzo, mes que fue afectado por la cuarentena sólo durante los últimos diez días, la baja de abril en la medición desestacionalizada fue de 18,3%.

Según el organismo, el índice serie tendencia-ciclo registró en abril una variación negativa de 3,5% respecto al mes previo. De esta forma, durante el primer cuatrimestre del año el sector industrial acumuló un descenso de 13,5% en comparación con el desempeño verificado durante el mismo período del año pasado.

En su informe, el Indec destacó que durante abril, en el marco de las medidas de aislamiento social obligatorio, un relevamiento especial realizado por el organismo estadístico sobre más de 1.300 empresas identificó que sólo un tercio de los locales de las industrias manufactureras pudo operar con normalidad, mientras que los dos tercios restantes o no operó o sólo pudo hacer de manera parcial.

De acuerdo con los datos oficiales, por segundo mes consecutivo, en abril todos los rubros mostraron caídas respecto a los registros de un año atrás. El mayor desplome se observó en la industria automotriz, que mostró un caída de 87% respecto al mismo mes de 2019, mientras que en la mejor baja se presentó en el rubro de alimentos y bebidas, que tuvo una variación negativa de 1% en la comparación interanual.

“Durante los próximos meses será difícil ver una evolución favorable en el sector industrial. La extensión de la cuarentena durante todo el mes de mayo y probablemente también todo junio en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) prolongó el cierre de locales y la parálisis de varios rubros en una región que concentra gran parte de la producción”, indicó LCG en un informe.

La consultora advirtió que si bien en varias provincias del país ya se realizaron una apertura parcial de algunos comercios, “lo cierto es que el impacto de la crisis sanitaria en la demanda y en los ingresos afectaron a un mercado interno que tardará en recuperarse, ralentizando la recuperación del sector”.

Construcción

El Indec también difundió ayer el indicador sintético de la actividad de la construcción (Isac) correspondiente a abril. Según el organismo estatal, el cuarto mes del año mostró una caída de 51,5% respecto a marzo en la medición desestacionalizada y el índice serie tendencia-ciclo registró una variación negativa de 12,2% en relación al mes previo.

De acuerdo con los datos, el desempeño de la construcción abril presentó un desplome de 75,6% en comparación con el mismo mes del año pasado. De esta manera, durante el primer cuatrimestre de 2020 el sector acumuló una disminución de 40,2% respecto al mismo período del año pasado.

Así, la actividad de la construcción, que había caído 38% mensual en marzo, reafirmó su deterioro en abril y acumuló en sólo dos meses una caída de 70%. A esto se suma el contexto recesivo que ya atravesaba el sector, con veinte meses consecutivos de caída interanual. Con el dato de abril, la construcción se ubicó también en niveles inferiores a 2002.

“El contexto de la construcción es similar al del sector industrial, también impactado por la recesión del mercado interno y por la parálisis de la actividad. Una tracción positiva podría esperarse del desembolso anunciado por el Gobierno para fomentar al sector, aunque aún no se han activado las partidas destinadas a ese fin”, estimó LCG, que a la vez resaltó que el marcado deterioro en el sector privado y la ausencia de créditos hipotecarios, que se suman a las consecuencias del confinamiento, seguirán atrasando la reactivación del sector.

Fuente: El Economista