Por los pasillos de la Rosada

Por los pasillos de la Rosada

Por Luis San Martín

“El peronismo no nos deja gobernar”

El presidente Mauricio Macri quiere fortalecer su perfil como gobernante y para ello “va a redoblar la apuesta” y mostrar que “está dispuesto a dar pelea”. Una actitud hace fuera para desafiando al peronismo en especial con frases como: “a mí no me van a llevar puesto” en alusión a otros tiempos y otros nombres (Raúl Alfonsín o Fernando de la Rua). O las los integrantes del llamado ‘Círculo Rojo’ empresario. Pero también es una señal hacia adentro de Cambiemos, como se dice en los pasillos de la Casa Rosada cuando se evalúa el grado mínimo de optimismo de muchas áreas del Ejecutivo, con la excepción de la Jefatura de Gabinete o de las huestes de Nicolás Dujovne. Por eso la idea es seguir con el discurso y acentuarlo: “el peronismo no nos deja gobernar”, un concepto histórico que tiene un gran efecto en la clase media, votante de Cambiemos. Esa es la actitud presidencial que ya se detecta y el marketing con sentido electoral para los próximos 17 meses de gestión. De esto se habló en la Mesa chica que siguió a la reunión de Gabinete de éste martes. La decisión de ser un Gobierno más firme y duro, está tomada y se escucha en todos los corrillos del edificio de Balcarce 50.

Primer presidente que ajusta y quiere reelección

Un comentario repetido en la Rosada está vinculado con esa necesidad de Macri, por sugerencia de los llamados “Halcones” (Marcos Peña y colaboradores) de no mostrarse débil es porque se ha convertido en el primer presidente de la historia argentina, al menos contemporánea, que está obligado a hacer un ajuste en un año electoral. Un tema no menor si se mide en el ánimo de una sociedad acuciada por impuestos y con volatilidad producto de la inflación, o en las posibilidades parlamentarias siendo una minoría. El tema es recurrente.

Desafíos en la semana del mundial

Los desafíos que vienen están ligadas a la respuesta de la CGT a los pedidos de treguas y acuerdos en plena crisis de la economía real, las idas y vueltas con los peronistas que dejan mucho espacio a la confusión política, la amenaza de los camioneros de Moyano y sus socios de las organizaciones sociales y el posicionamiento de las exigencias del FMI en el Congreso, a lo que habría que sumar los efectos de la aprobación o no de la Ley que despenaliza el aborto. Incluso, en despachos y pasillos de la Rosada, donde ya están preparados todos los televisores, se cree que ni el Mundial de Rusia podrá generar una pausa significativa para todo el esfuerzo que significarán esas cuestiones inmediatas. Por el peso que lleva cada uno de los temas y porque, además, se detecta un clima de pocas esperanzas para con el equipo que encabeza leo Messi.

FMI y el Presupuesto más complicado

El tema FMI no más allá del 20 de junio ya estará más visible. Y deberá iniciarse el largo camino que se necesitará para incorporar los nuevos datos al Presupuesto 2019, con la participación de los gobernadores. Y está resuelto no convocarlos más en forma grupal sino uno por uno para conocer posiciones reales. Ya varios pasaron por los despachos del edificio de la calle Balcarce. De todos modos, en caso de eventual fracaso por razones de reparto de recursos o de política pura en el gobierno de Macri hay una decisión tomada: si no hay presupuesto la ley indica que se actualiza el vigente automáticamente, manejándose con las transferencias especiales entre ministerios o con otros organismos del Estado, o reasignaciones presupuestarias previstas en la ley vigente. El único inconveniente a salvar es que habría un DNU para manejarse sin presupuesto renovado, que debe ser ratificado por la Comisión Bicameral respectiva. Con lo que se iniciaría una nueva pulseada política y un debate de nunca acabar

Refuerzan seguridad de Marco Peña

Pese a su rechazo, desde ahora el Jefe de Gabinete, tendrá un refuerzo en su custodia personal, en especial durante sus desplazamientos fuera de la Casa Rosada, sea en el interior del país o del exterior. La decisión es de última hora y obedece a recomendaciones que hizo llegar la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el marco de medidas más amplias que incluyen al propio presidente Mauricio Macri. De acuerdo con los comentarios de los pasillos de la Rosada, Peña desechó siempre la custodia personal, pero el último incidente en Nueva York, donde fue escrachado por una mujer que lo encaró con el supuesto interés de una selfie pero terminó sacando una banana de su cartera que puso casi en su rostro mientras lo llamaba «gorila del año», encendió las alarmas de Bullrich pero también de la Casa Militar. «Llegó a centímetros del rostro de Peña y abrió la cartera sin que nadie lo impidiera. ¿Y si en lugar de una banana sacaba una pistola?», se preguntaron alarmados en ese organismo a cargo del general Juan María Yofre, en la planta baja de la Casa Rosada.