Por consenso no esperan cuestionamientos del kirchnerismo

Por consenso no esperan cuestionamientos del kirchnerismo

El ministro se ocupó de anticiparles la medida para tener su aprobación; no esperan cuestionamientos desde el kirchnerismo

La decisión, meditada durante el fin de semana, fue conversada durante la jornada de anteayer con el presidente Alberto Fernández y sus colaboradores más cercanos. También la vicepresidenta Cristina Kirchner estaba al tanto y, según fuentes oficiales, dio su aval a la jugada sobre la recompra de deuda externa por US$1000 millones para dar una señal de mayor certidumbre a los mercados.

“Alberto sabe que Sergio juega bien, y que nunca se va a enterar por los diarios de una medida como ésta”, describieron fuentes cercanas al ministro de Economía, Sergio Massa, que anunció ayer la recompra de bonos de deuda externa argentina antes de su vencimiento. Massa y Fernández se juntaron el domingo en Chapadmalal, en teoría para conversar sobre el inminente acuerdo de integración por firmarse el próximo lunes 23 en Buenos Aires con el flamante presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.

El mismo domingo, fuentes oficiales dan cuenta de un llamado de Massa a la vicepresidenta para “avisarle directamente” sobre sus próximos pasos. Anteanoche, y luego de una reunión con su equipo económico, Massa acordó los últimos detalles y grabó el discurso, que duró algo más de cuatro minutos, en un alto de la cena que compartía con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y representantes del sector empresario en la sede del ministerio. Todo sin dar lugar a filtraciones, en un anuncio sorpresa trabajado con el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el de Finanzas, Eduardo Setti.

En la Casa Rosada y el Ministerio de Economía coincidieron en las primeras reacciones tras el anuncio

La iniciativa permitirá mejorar la imagen económica del país, ayudar a bajar un poco más el índice de riesgo país (ayer cerró en 1807 puntos) y consolidar el manejo de otras variables económicas. “A Sergio esto le suma puntos en el exterior, y ayuda a que en algún momento nos reincorporen al mercado de capitales”, explicó, con lógica de mercado, otro de los leales al ministro de Economía y jefe del Frente Renovador.

No habrá, coincidieron las fuentes oficiales, reacciones negativas en el grueso del cristinismo, interesado por cuestión de supervivencia política en el éxito de la gestión del tigrense. El anuncio, además, se dio cuando faltan pocos días de la llegada del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y probablemente también de su par venezolano, Nicolás Maduro, dos íconos de la Patria Grande –históricamente distante de Estados Unidos– que participarán de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Buenos Aires.

“Esto está totalmente acordado, hasta es probable que algunos aplaudan”, sugirieron desde un búnker massista, y agregaron que la recompra de bonos de la deuda en dólares fue parte de la conversación sin testigos que Massa y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, tuvieron el sábado pasado en el hotel Provincial de Mar del Plata.

“Ministro de Cristina”

“Axel, en algún punto, sigue siendo el ministro de Economía de Cristina”, reflexionó un dirigente de trato cotidiano con el mandatario provincial, quien se reunió con Massa para evaluar “la marcha de la temporada récord y la pérdida que ocasiona el fallo de la Corte para favorecer a (Horacio Rodríguez) Larreta sobre las cuentas de la provincia y sus 135 municipios”, según detalló el propio gobernador, “entre otros temas”, agregó.

La aprobación tácita que el cristinismo hace (y hará) de la recompra de deuda, cuyo objetivo adicional es detener la suba en los precios del dólar, forma parte, según fuentes oficiales, de la “alianza” vigente entre el ministro de Economía y el sector que responde a la vicepresidenta, hoy en silencio y asumiendo la decisión de Cristina de no ser “candidata a nada” este año.

“Saben [en el kirchnerismo] que Sergio es, de algún modo, el último tren, y no quieren quedarse abajo”, especulan fuentes oficiales cercanas al Presidente, desde donde toman con resignación la embestida del cristinismo contra el primer mandatario. Una embestida que incluye el pedido de indulto de la dirigente social Milagro Sala (condenada por corrupción) y un pedido de activar, por decreto, la ampliación del número de jueces de la Corte Suprema y la reforma del Consejo de la Magistratura, corporizada en el ministro de Justicia, Martín Soria, y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich.

Otras jugadas

Mientras intenta quedar al margen de esa pelea y de otras, como el juicio político a la Corte Suprema, y en tren de fortalecer las reservas internacionales, Massa tiene preparadas otras jugadas. Además de la posibilidad de recibir los solicitados US$5000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de “compensación” por las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania, el ministro de Economía apuesta a la próxima visita del canciller alemán, Olaf Scholz, en la que podría anunciarse una “venta a futuro” de gas argentino, otra fuente adicional de divisas en el inicio del decisivo año electoral, en el que podría ser el candidato a presidente del oficialismo.

Más allá del consenso alcanzado, algunas voces minoritarias cuestionaron el anuncio. “1) Incremento de deuda bruta ejercicio 2022/US$33.558 millones. 2) Recompra a bonistas amigos enero 2023/US$1000 millones. 3) Sergio Massa, un maestro en contar una estafa como una buena noticia”, escribió en las redes sociales el exvicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, integrante de la agrupación Soberanos, que también integran el exministro de Economía Amado Boudou, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y la exembajadora en Caracas Alicia Castro.

Fuente: La Nación