Políticas monetarias y tasas de interés en el escenario internacional

A lo largo de 2017, se ha dado un crecimiento global estimado por el FMI en un 3,5%, acompañado de una inflación en países desarrollados del orden del 2% anual. Más importante aún, por primera vez en muchos años, la expansión se ha verificado en la casi la totalidad de las economías con muy pocas y lamentables excepciones (Venezuela, Ecuador, Iraq y Sudán del Sur).
Este virtuoso ciclo de crecimiento global, iniciado en el 2010 luego de finalizada la Gran Recesión 2008/2009, fue impulsado -sobre todo-por políticas monetarias «laxas» o «flexibles» (baja de tasa de interés y fuertes inyecciones monetarias mediante compras de bonos en los mercados secundarios) implementadas por los principales bancos centrales: Fed, Bank of England (BoE), Banco Central Europeo (BCE) y Bank of Japan (BoJ).
Sin embargo, a la fecha, cada una de estas economías se hallan en distintos estadios de las políticas monetarias en cuestión. En efecto, las dos primeras ya han iniciado el ciclo de «endurecimiento» («tightening») mediante subas en la tasa de interés y comienzo de la absorción (Fed) o interrupción de la inyección monetaria (BoE). Por su parte la euroárea y Japón aún permanecen en «flexibilidad». A este respecto, a continuación, se analizarán los posibles escenarios para cada uno de las economías en cuestión.
Sin duda, la Fed es quien más avanzada está en el ciclo de endurecimiento. En efecto, en 2014 dejó de inyectar dinero y en diciembre de 2015 inició la suba de la tasa de referencia, llevándola del 0,25% al 0,50%. Asimismo, a partir de allí y hasta la fecha, ha realizado cuatro nuevas subas con un valor actual de 1,50% y, desde octubre, ha comenzado -muy gradualmente- a absorber los excedentes monetarios mediante ventas parciales de sus bonos en cartera. Estimamos que durante 2018 la Fed implementará tres nuevas alzas de la tasa (con un valor final de 2,25%), acompañadas de graduales aumentos en su ritmo actual de absorción.
Respecto al Reino Unido, recién ha comenzado la reversión del ciclo monetario en noviembre del año pasado; llevando su tasa de referencia del 0,25% al 0,50%. Asimismo, respecto a la cantidad de dinero, aún no ha empezado el retiro de los excedentes inyectados post crisis. Proyectamos una nueva suba de 25 puntos básicos hacia fines de 2018 (0.75%) y el comienzo de la absorción no antes de 2019.
En relación a la Euroárea, la misma se halla aún parcialmente en el ciclo de flexibilización o laxitud ya que si bien ha interrumpido la baja de su tasa de referencia dejándola en un nivel mínimo del 0,0%, continúa inyectando dinero aunque a un ritmo decreciente. Estimamos que el proceso de inyección del BCE irá disminuyendo gradualmente hasta cesar hacia fines del 2018 y que la tasa de interés no comenzaría su proceso de suba antes del mediados del 2010, con una primera alza no mayor a 25 puntos básicos (0,25%).
Por último, Japón es la economía que aún se halla en pleno ciclo de laxitud: no sólo mantiene la tasa de referencia en su nivel mínimo histórico (-0,10%) sino que, además, mantiene su actual ritmo de su expansión monetaria. Proyectamos que haría una primera suba de la tasa en el cuarto trimestre del 2018, llevándola a un valor neutro del 0,00% y que el proceso de inyección monetaria finalizaría recién a comienzos del 2019
En síntesis. La economía global presenta un crecimiento sincronizado de casi todos los países del mundo, lo cual demuestra que la Gran Recesión 2008/2009 ha sido definitivamente superada. Asimismo, no cabe duda que las políticas monetarias laxas, lideradas por los cuatro bancos centrales ya mencionados, han contribuido fuertemente al logro de este proceso de expansión. A este respecto, si bien las entidades en cuestión se hallan en distintos estadios del ciclo monetario, es claro que todas ellas se encuentran en la etapa de endurecimiento (Fed; BoE) o bien están encaminadas en esa dirección (BCE y BoJ); con todas las consecuencias que este escenario podría acarrear sobre los mercados financieros a nivel global.
FUENTE: El Cronista