Plazos fijos crecieron 7,4% en lo que va de junio

Plazos fijos crecieron 7,4% en lo que va de junio

– Por el piso planteado por el BCRA para el tipo de interés, el stock en pesos del sector privado trepó 20,5% real desde el 1 de abril.

Los plazos fijos del sector privado siguen creciendo: en lo que va de junio treparon en promedio 7,4% real, si se toma por válida una inflación de 2% para el mes, en línea con lo que esperan las consultoras privadas. Pero la dinámica viene subiendo desde principios de la cuarentena y, si se compara contra el 1 de abril, el crecimiento es del 20,5% real. Así, las colocaciones en pesos reaccionaron, por ahora, en forma positiva a la suba de la tasa de interés, ofrecida por el BCRA, para competirle al dólar paralelo.

El asunto es clave, ya que la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal del Gobierno continúa en franco crecimiento, en plena aplicación del programa anticrisis, que incluye transferencias para cubrir el 50% de los salarios privados a través del ATP, el pago de salarios públicos, jubilaciones, pensiones y asignaciones, el IFE y otras erogaciones que, en plena cuarentena, están siendo el motor que intenta sostener viva a la oferta productiva y a la demanda de consumo.

En ese contexto, en la suba de tasas de los plazos fijos se juega la posibilidad de que la impresión de pesos no termine en un exceso de presión sobre el precio del dólar paralelo, primero, y del oficial y la inflación después.

Tras el récord histórico $430.000 millones de envíos al Tesoro de mayo, por la vía de las transferencias de utilidades, con una de $140.000 durante el último día del mes pasado, la maquinita había pisado el freno y el BCRA se estaba dedicando sólo a esterilizar por el canal bancario, con un importante crecimiento de las Leliq.

Finalmente, el 12 de junio hubo una nueva transferencia por $80.000 millones. En parte, el número no es más abultado gracias a las buenas colocaciones de Letras en pesos del Tesoro, que permiten financiar vencimientos de deuda local sin tener que usar la maquinita con más intensidad. Para eso sirvieron los $135.000 millones obtenidos la semana pasada, en la licitación de Ledes, Lebad, Lecer y Boncer. Con todo, el mes continúa siendo contractivo en términos de base monetaria, por la fuerte aspiradora aplicada por el canal de las Leliq: se sacaron $325.000 millones con ese mecanismo.

Pero en términos del m2 (circulante más depósitos líquidos) el crecimiento es notorio: trepó 27,9% real en lo que va del año y alrededor de 2,7% real en el último mes. Muchos más pesos disponibles para los hogares, que no se mueven demasiado por las propias restricciones de la cuarentena y el cepo. Pero que podrían empezar a moverse una vez que termine el aislamiento.

Ahí es donde entra a jugar la tasa de interés de los plazos fijos. El BCRA obligó a los bancos a ofrecer como mínimo 30,1% anual. En términos mensuales implica una tasa de 2,5%, por encima de la inflación de abril y mayo, con sendas subas de 1,5%, y presumiblemente de la de junio. En cambio, si se compara con la inflación esperada de más de 40%, según el REM del propio Central y la expectativa de los hogares relevada por la UTDT, en cambio, la tasa es bien negativa.

Por ahora, los números muestran que la tasa viene funcionando: los plazos fijos treparon 5% real en mayo y vienen al 7,4% en junio. Junto con el efecto de la tasa, un arreglo por la deuda externa con legislación extranjera será clave para quitarle demanda a los dólares paralelos.

Esta semana, la Secretaría de Hacienda publicará el resultado fiscal de mayo, para el que se espera un fuerte crecimiento del déficit. En lo que va de junio, la recaudación tributria siguió cayendo: 27% real, según la estimación del Iaraf. El año cerraría, según la consultora PxQ, con un rojo de hasta 7,1% del PBI. Todo eso será emisión monetaria que podría irse al dólar si la tasa pierde la competencia.

Fuente: BAE