Piden que la presidencia del BID sea para Latinoamérica

Piden que la presidencia del BID sea para Latinoamérica

Ocho excancilleres argentinos piden que la presidencia del BID sea para Latinoamérica

«Los ex Cancilleres de la Democracia Argentina sostenemos el histórico consenso de que la Presidencia del BID sea ocupada por un representante de las naciones latinoamericanas», comienza la misiva.Banco Interamericano de Desarrollo
Un grupo de ocho excancilleres de todos los sectores políticos y diferentes gobiernos de la Argentina difundió hoy una carta en la que defienden el «histórico consenso» para que la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sea ocupada por un representante de América Latina, en contra de la nominación que los Estados Unidos hizo el mes pasado de un candidato propio.

«Los ex Cancilleres de la Democracia Argentina sostenemos el histórico consenso de que la Presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sea ocupada por un representante de las naciones latinoamericanas», comienza la misiva difundida hoy.

El texto está firmado por ocho excancilleres, que ocuparon ese cargo con distintos gobiernos: Susana Ruiz Cerutti, Domingo Cavallo, Adalberto Rodríguez Giavarini, Carlos Ruckauf, Jorge Taiana, Rafael Bielsa, Susana Malcorra y Jorge Faurie.

«La cooperación hemisférica es un activo a preservar en estos tiempos críticos y alentamos a todos los países del hemisferio a mantener el legado de la relación multilateral en el continente», señalan los excancilleres.

En este sentido, añaden que, «sostener el consenso histórico sobre la presidencia del BID, significa la reafirmación de la amistad de los países de América y la rica tradición hemisférica y multilateral, en la que los Estados Unidos aportó, en el caso de BID, un ejemplo de igualdad y equidad institucional, por décadas».

Finalmente, los exfuncionarios se refieren a la pandemia de coronavirus, al afirmar que, «en estos cruciales momentos que vivimos todos los países del hemisferio, bregamos por mantener los consensos y la solidaridad continental para reivindicar los usos y costumbres que, cuando son consensuados, como ha sido hasta ahora la Presidencia del BID, son fuentes de certidumbre y confianza».

El mes pasado, el gobierno de Estados Unidos nominó a un candidato propio para presidir el BID, en el marco de una elección que se postergó para la primera quincena de septiembre, en Barranquilla, Colombia.

El Departamento del Tesoro de la gestión de Donald Trump nominó a Mauricio Claver-Carone, el actual asesor de seguridad para la región y un férreo opositor de los gobiernos de Cuba y Venezuela.

Desde que el BID se fundó en 1959, la tradición no escrita era que el presidente debía ser elegido entre los candidatos presentados por los 26 países latinoamericanos, que son los únicos posibles beneficiarios de los préstamos.

Pero el gobierno de Donald Trump busca terminar con esa tradición y controlar sin mediación el mayor organismo de crédito regional, en un momento de crisis económica en que sus préstamos serán clave.

Los préstamos del BID son una constante en los proyectos de desarrollo social y económico -con un foco especial en los sectores más vulnerables- y modernización de los Estados latinoamericanos y caribeños.

Se aprueban para financiar proyecto concretos, no suelen ser tan grandes como los del Banco Mundial ni conllevan condiciones fiscales o de asignación del gasto como los créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Además, se pagan a tasas muy bajas y, en general, se van refinanciando a largo plazo, sin generar un peso significativo a los países. En el pasado y en el presente, el BID ha sido una vía de financiamiento externo para la Argentina, aún en los momentos más difíciles.

Fuente: Télam