Oficial: inversores no cobrarán el pago de Cupón PBI este año

La economía argentina creció un 2,8% en 2017, por debajo de la meta de 3% que se había fijado el Gobierno a comienzos del año, aunque en 2018, el PBI argentino volvería a crecer por segundo año consecutivo, en un marco donde el Gobierno espera un avance del 3,5%. El dato fue confirmado por el jefe de Asesores del Ministro de Hacienda, Guido Sandleris, durante un seminario Argentina-Japón sobre recursos mineros e hidrocarburos en la sede de la Cancillería. El funcionario señaló que durante años el país no alcanzó su potencial y anunció que la inversión en 2017 aumentó un 11%, mientras que para este año se espera un alza del 13%.
La cifra de crecimiento confirmó lo que se venía especulando en el mercado desde fines del año pasado: el Gobierno no va a desembolsar este año los fondos (entre u$s2.800 millones y u$s4.000 millones, según el año de empalme) para el pago de los cupones PBI. Las dudas comenzaron a sembrarse con el dato de crecimiento de actividad de septiembre, que arrojó un crecimiento del 3,1% interanual, por debajo del 4% esperado. Y las cifras de octubre (+4,9%) y noviembre (+3,9%) parecieron confirmar estas sospechas. El pago de estos títulos se activa si el crecimiento del PBI del año previo supera el 3%. Además, el PBI real debe superar al del año tomado como base de referencia en las condiciones de emisión. Una vez cumplidas estas condiciones, el cupón paga un monto equivalente al 5% de la diferencia entre el valor del PBI real observado y el del año base. Federico Furiase, director del Estudio Eco Go, también descartó que la economía haya crecido un 3% o más el año pasado. Para 2017, estimó que el PBI aumentó un 2,7%, «consistente con un crecimiento del 0,5% trimestral en el cuarto en relación con el tercero, y dejando un arrastre de un punto para el crecimiento de 2018».
El año pasado, en Jefatura de Gabinete se comenzó a analizar cambiar el año de empalme, teniendo en cuenta que la economía podía alcanzar un crecimiento del 3%. Es decir, se buscó modificar el año 2004 por 2017, que dejaría como referencia un nivel de PBI bajo para permitir un mayor flujo de pago. Los analistas también especulaban con que el Gobierno pudiera tomar como año de empalme 2012, pero esto fue descartado debido al temor de que se propague la judicialización de la medida. Lo que ocurre es que durante el Gobierno de Cristina de Kirchner se decidió cambiar el año base de 1993 a 2004, cuando se esperaba que se tomara 2012, para que el país no pagase los cupones en 2014. Y si el Gobierno eligiera este año, se validaría la intención de daño del pasado.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado, que publica el Banco Central, la economía crecerá este año un 3%. Pero algunas consultoras privadas encienden la alarma debido a que este año se debe corregir el déficit primario en al menos un punto del PBI (la meta es del 3,2%), pero además se están viendo nuevos incrementos en las tarifas (como transporte, electricidad, combustibles y gas, entre otros), mientras que la autoridad monetaria deberá mantener las tasas de interés en niveles que permitan frenar a la inflación, pese a que en diciembre comenzó un proceso gradual para disminuirlas. Esto se dará en un marco donde se espera que la inflación se ubique en un 19,4%, frente al 15% que se puso como meta para 2018. Sin embargo, un punto clave es la incertidumbre que despierta el año de empalme porque el Gobierno no se ha manifestado públicamente al respecto. Si se tomara un año entre 2004 y 2008, el cupón tendría un menor atractivo porque hay una mayor base de comparación, mientras que si se toma en cuenta desde 2009 en adelante, la opción se torna más interesante. Además, sostienen que el crecimiento del consumo vendrá de la mano de una expansión del crédito, no de los salarios, que crecerían en línea con la inflación.
FUENTE: Ámbito